Así era la relación de Matilde Solís con su hermano Fernando, fallecido dos años después de la muerte su ex marido, Borja Moreno

En menos de dos años, Matilde Solís, ex mujer del duque de Alba , ha perdido dos personas que fueron muy importantes en su vida, su segundo marido, con el que solo mantenía comunicación por el bienestar de su hijo en común, y su hermano, a quien estaba muy unida. Duros golpes para una mujer que no lo ha tenido fácil y ha debido remontar graves adversidades, en las que ha demostrado un enorme pundonor y fortaleza.

En diciembre de 2022 fallecía inesperadamente Borja Moreno Santamaría, en su finca de Huelva. El empresario sevillano de 55 años sufrió un infarto y nada pudo hacerse para salvarle la vida. Tenía un hijo con Matilde Solís, Francisco Borja Moreno Solís, que había alcanzado la mayoría de edad el mes de marzo anterior.

Su historia de amor había sido un flechazo, cuando se conocieron en el bar de un hotel y se casaron por lo civil en Sanlúcar la Mayor en diciembre de 2003. Poco después del nacimiento de su hijo y tras obtener la nulidad de su matrimonio con el duque de Huéscar, ahora duque de Alba , se casaron por la iglesia. Sin embargo, la relación se deterioró y rompieron en 2008. Fue una separación muy complicada y casi todos los puentes quedaron rotos, salvo el de su único hijo, prioritario para ambos.

La otra muerte que ha marcado profundamente a Matilde Solís es la de su hermano, Fernando de Solís-Beaumont y Martínez de Campos, conde de Torralva, que murió en Sevilla el 26 de febrero y dejó desolados a su viuda, María Fernanda Gallego y Agudo, con quien se había casado en 1991, y a sus hijos, María Antonia y Adriana, que nacieron en 1994 y 1996, respectivamente.

Hace tan solo unos días se celebró una misa funeral en la memoria del aristócrata y Matilde Solís estuvo muy arropada por la que fuera su primera familia política en la parroquia de San Agustín en Madrid. El duque de Alba acompañó a sus dos hijos, Fernando y Carlos Fitz-James Stuart, para rendir tributo a su tío.

Era algo que ponía en valor la propia Matilde Solís, muy afectada, a la salida del templo madrileño. La aristócrata manifestó a los medios allí presentes que recordaría con mucho cariño siempre a su hermano y que, efectivamente, se había sentido muy arropada por sus seres queridos.

Asimismo, mostraba la alegría de la llegada de su tercer nieto, hijo de Carlos Fitz-James Stuart y Belén Corsin i, a quien también han llamado Carlos. Recordemos que tiene otras dos nietas, Rosario y Sofía, del matrimonio del duque de Huéscar y Sofía Palazuelo. Todo un bálsamo para los malos momentos.

Matilde Solís estuvo acompañada también por su hijo menor, Borja, que sufrió el terrible golpe de perder a su padre en 2022. No faltó tampoco su hermano, Miguel Ángel Solís, padre de Enrique Solís, este sí ausente, que en estas últimas semanas ha sido protagonista de la crónica social por su noviazgo con Vicky Martín Berrocal.

En los últimos años, Matilde Solís ha llevado una vida de muy perfil bajo y solo ha acudido a grandes eventos familiares como han sido, por ejemplo, las bodas de sus hijos. Siempre discreta no se ha pronunciado públicamente sobre el litigio que ha tenido precisamente Miguel Ángel Solís, marqués de la Motilla, con su hijo, Fernando Solís Tello, fruto de su matrimonio con Carmen Tello, ahora casada con Curro Romero, y gran amiga de la duquesa de Alba . La venta del palacio famliar en Sevilla ha abierto entre ellos una herida que parece difícil que cicatrice.

Matilde Solís creció en el seno de una familia grande y arropada por sus seres queridos. Sus padres, Fernando de Solís-Beaumont y Atienza e Isabel Martínez Campos y Rodríguez de la Boeta,, fallecidos en 1996 y 2017, respectivamente, tuvieron once hijos. El primogénito es el duque de la Motilla, nacido en 1947, y la menor, María José, que vino al mundo en 1965. Matilde es la décima de los hermanos, cumplió 60 años en 2023.