Bala perdida La madurez de Pocholo, el Martínez-Bordiú más fiestero: tumor, cárcel y un matrimonio truncado con Sonsoles Suárez

José María Martínez-Bordiú, más conocido como Pocholo, ha recuperado la actualidad que tuvo hace años. Ser tío del Superviviente Bosco tiene parte de culpa. Hoy se encuentra con Bertín Osborne.

Pocholo Martínez-Bordiú en una imagen reciente. / gtres

Javier Díaz de Lezana
Javier Díaz de Lezana

Hay nombres que no necesitan apellido. Pocholo es uno. Bertín, otro. Jose María Martínez-Bordiú , barón de Gotor, fue uno de los personajes más mediáticos hace unos años: sus fiestas en Ibiza (donde llegó a ser Dj en Pacha mucho antes que David Guetta tomara los mandos), su vinculación con la familia Franco y, sobre todo, su paso por el Hotel Glam, donde le descubrieron un tumor en la glándula timo como ha desvelado recientemente. Este lunes, es posible que le desvele algún secreto más a Bertín Osborne en Mi casa es la tuya.

Para el que no lo sepa, el apodo de Pocholo le viene casi desde cuna, como le explicaba hace unos días a Albert Espinosa en un programa de La Sexta con nombre y temática similar a la del jerezano: El camino a casa. Según él mismo explicaba, su madre ( Clotilde Bassó y Roviralta ) contrajo hepatitis y durante el embarazo se la transmitió a él: «Yo nací de siete meses y en esa época tenía que ir un señor a pedir leche a otras madres porque no había leche en polvo, ni nada», contaba en el programa. «Está pocho, está pocho... Pocholo, que no me lo ha quitado nadie«.

Aunque le teníamos olvidado, la presencia de su sobrino Bosco Martínez- Bordiú en el reality Supervivientes le ha devuelto a la actualidad informativa. De hecho, hace un par de semanas, el propio Pocholo se asomaba al programa de Telecinco con salto desde el helicóptero incluido. Antes de eso, había lanzado comida a los concursantes. « ¿Tío Pocho?«, le preguntaba su sobrino a gritos dudando si era él antes de lanzarse al agua. Con Pocholo, como no podía ser de otra manera llegó la fiesta (literal). Los Supervivientes bailaba al son que marcaba una banda de música garífuna mientras la popularidad del tío volvía a subir como la espuma de Cayos Cochinos.

Por qué Pocholo tiene una vida que da para una película

A sus sesenta años, la biografía de Pocholo da para documental, película o serie con varias temporadas porque tiene de todo: el sobrino de Cristóbal Martínez-Bordiú (yerno de Francisco Franco) es el primer hijo de José María Martínez-Bordiú, XVII barón de Gotor y la mencionada Clotilde Bassó y Roviralta. Su padrino de bautismo fue el famosos diestros Luis Miguel Dominguín, padre de Miguel Bosé.

Estudió marketing y finanzas en Suiza y Estados Unidos. Vivió una temporada al otro lado del charco y compaginó su trabajo en el Intercontinental Bank of Miami con algunos trabajos como modelo y actor. Hasta que un día tuvo una revelación y su vida se encaminó hacia lo que luego le haría famosos: Ibiza, la noche y la fiesta. «Decidí venir a España. Estar encerrado en un despacho no era lo mío. Quería ser rico en tiempo antes que en dinero. Me fui a Ibiza y me dediqué a la noche«, explicaba hace un tiempo.

Fue en la isla balear donde encontró a la única mujer que hasta el momento ha logrado llevarle al altar: Sonsoles Suárez. Pocholo tenían entonces treinta años y la tercera hija del ex presidente Adolfo, 24. La boda tuvo lugar en el Monasterio de Piedra, en Zaragoza.

Cómo fue la boda de Pocholo Martínez-Bordiú y Sonsoles Suárez Illana

El bodón de Pocholo y Sonsoles fue uno de los acontecimientos de aquel año año, y eso que 1992 dio para mucho. Hubo 650 invitados y Adolfo Suárez fue el encargado de atender a los medios un par de horas antes del enlace. Entre los testigos, Gonzalo de Borbón, Bibí de Samaranch y la actriz Maribel Verdú.

Entre los invitados se pudo ver al general Manuel Gutiérrez Mellado y a su esposa, y a los políticos Leopoldo Calvo Sotelo o los periodistas Jesús de Polanco y Rafael Ansón. Eso además de la familia, claro, a excepción de Carmen Martínez-Bordiú, que fue la gran ausente. El banquete se celebró en Nuévalos, cerca del Monasterio.

Sonsoles, rubia y de ojos azules, vestía un vestido de novia de corte princesa y cuello bardot que había sido diseñado por su nueva cuñada, Cuca Martínez-Bordiú. El vestido se acompañaba con pendientes y un largo collar de perlas. Llevaba la melena suelta, decorada por unas flores blancas. El novio lució un elegante chaqué con camisa de cuello Mao y ribetes en negro.

Imagen de la boda de Sonsoles Suárez y Pocholo Martínez-Bordiú.

Aquel 12 de septiembre, todo fue alegría, risas y fotos, pero la resaca matrimonial solo duró dos años. El propio Pocholo se lo contó a Bertín (no es la primera vez que se sientan delante de las cámaras) en una entrevista hace unos años: « Sonsoles Suárez ha sido y será la mujer de mi vida. Me hubiera gustado tener hijos con ella», decía entonces al tiempo que revelaba que la había amado mucho y que se llevaban muy bien. También desveló entonces los motivos de su divorcio.

«Yo me enamoré locamente de Sonsoles. Nos queríamos y nos casamos, pero a veces empiezas a vivir y a amar al mismo tiempo y cuando eso pasa el tema se complica», afirmaba. «Me fui a vivir a Buenos Aires porque tenía la idea de montar un negocio de máquinas de lavar coches, pero me faltó parte del dinero y no quise pedírselo a nadie. Luego mi padre llevó a una finca que tenía allí unos caballos, yo me saqué la carrera de veterinaria y vivimos allí». En aquella vida, al otro lado del océano, estaba aislado de todo y de todos. La civilización más cercana estaba a 50 kilómetros y su mujer no aguantó esa nueva vida. La relación se fracturó y Pocholo siguió haciendo su camino en solitario.

Pocholo, de la fiesta a las rejas: su paso por una prisión latinoamericana

Como decíamos, no es la primera vez que Pocholo y Bertín se ven las caras. El Martínez-Bordiú ya se sentó en Mi casa es la vuestra en 2018. Entonces contó al jerezano que estuvo a punto de morir en el parto, que la localidad malagueña de Marbella era su lugar preferido de vacaciones (y todos pensando que era Ibiza) y que empezó a estudiar Veterinaria. También comentó que le había tirado la caña a Mariló Montero, con la que compartió programa.

Hace tiempo que dejó los excesos, («Ya no bebo alcohol y he dejado la fiesta», comentaba en una entrevista para El Mundo), aunque hubo un tiempo que esa vida disoluta le metió en algunos problemas. Cayetano Martínez de Irujo contaba en su libro autobiográfico De Cayetana a Cayetano las noches que quemaron juntos: «Mi compañero de esos cinco años de locura fue Pocholo Martínez Bordiú. Éramos inseparables. Había más amigos, pero los calaveras noctámbulos eran los más divertidos. Acabábamos en un afterhour, nos movíamos con tres grupos de chicas, no sabíamos ni dónde despertábamos, era una auténtica locura», se leía en el libro.

A finales de los ochenta, Pocholo pasó cuatro meses en la cárcel de Las Rosas, en Uruguay, condenado por tráfico y consumo de drogas. Durante un tiempo también se dedicó a vender amuletos, pareos por la playa y organizar fiestas. Su relación con la familia de Ricardo Urgell, el alma de Pacha, es íntima. De hecho, el padre de la discoteca más célebre del mundo (con permiso de Studio 54) le considera un hijo más. Ibiza ha sido su refugio y su casa, y hasta allí se ha ido Bertín a charlar con el hombre a una mochila pegado.