La cantante irlandesa Sinead O'Connor en los años 90. / getty images

una vida trágica

Muere Sinead O'Connor a los 56 años, apenas 18 meses después del suicidio de su hijo adolescente

La cantante irlandesa Sinead O'Connor falleció anoche. Su hijo Shane se suicidó en enero de 2022 y la artista no logró recuperarse de su terrible pérdida.

Ha muerto Sinead O'Connor a los 56 años, apenas un año y medio después de la trágica pérdida de su hijo Shane, que se suicidó con 17 años. La artista irlandesa que consiguió emocionar a toda una generación con una lágrima recorriendo su rostro mientras interpretaba un tema de Prince, Nothing compares 2 U, ha vivido 56 años de polémicas, escándalos, batallas contra la enfermedad mental y tragedias imposibles de afrontar.

La noticia la ha dado el periódico Irish Times, junto a un comunicado de su familia: «Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Sinéad. Su familia y amigos están devastados y han solicitado privacidad en este momento tan difícil».

En su último tuit, Sinead O'Connor publicó una fotografía de su hijo Shane y unas palabras premonitorias: «Desde entonces, vivo como una criatura nocturna no muerta. Fue el amor de mi vida, la lámpara de mi alma».

La muerte de Sinead pone el punto final a una vida complicada marcada por algunos escándalos y tragedias. La última de ellas fue la pérdida de su hijo, hace un año y medio. La cantante había denunciado su desaparición tras haberse escapado de un centro de prevención de suicidios.

Sinead O'Connor durenta una actuación. / gtres

De los cuatro hijos que tuvo la cantante, Shane era con el que tenía una relación especial. Ella misma fue la que dio a conocer la noticia a través de sus redes sociales: «Ha decidido poner fin a su lucha terrenal», escribió entonces confirmando que se había quitado la vida. Desde entonces libró una batalla contra el centro médico en el que estaba ingresado por no haber puesto medidas suficientes para evitarlo.

Los problemas de la cantante vienen desde su infancia

Pero los problemas de la irlandesa habían comenzado mucho antes. Desde su infancia sufrió enfermedades mentales después de haber crecido en un hogar en el que sufrió abusos. Antes de su muerte, O'Connor había sido diagnosticada de trastorno bipolar y había intentado suicidarse en varias ocasiones. La pérdida de la custodia de sus hijos agravó aún más los problemas emocionales y mentales de la cantante.

En su última biografía, la intérprete relataba que la industria discográfica también la sometió a una presión difícilmente llevadera que complicaron aún más su estabilidad. Sinead explicaba que muchos la quisieron mostrar como una «loca» durante aquellos años 90 en los que se convirtió en una de las grandes estrellas de la música.

De esta manera, contaba, la industria podía presentarla como una artista transgresora, una dinámica que según ella misma, acabaría pasándole factura y dejándola fuera de la escena musical. Aquella imagen de la cantante rompiendo una fotografía del papa Juan Pablo II quedó en la retira del imaginario colectivo y supuso una de sus primeras polémicas.

Así fue cómo la carrera de Sinead O'Connor se fue diluyendo

Aquella poderosa imagen marcó un antes y un después en una carrera meteórica que la había situado en lo más alto de las listas. Su icónica imagen con la cabeza rapada también se convirtió en un símbolo. Pocas mujeres se habían atrevido a aparecer así y muy pocas habían conseguido triunfar. Pero, O'connor fue desvaneciéndose.

Aunque llegó a lanzar hasta diez álbumes, ninguno logró alcanzar la notoriedad de aquella canción que la presentó al mundo: Nothing Compares 2 U fue señalada como la mejor canción de 1990 por los Billboard Music Awards. La cantante recibió varios galardones y el mundo se puso a sus pies.

Los problemas psicológicos que ha sufrido la cantante a lo largo de los años han influido en el desarrollo de su carrera profesional y en su vida personal. En 2015 canceló la gira, sufrió una sobredosis y perdió toda la relación con su familia. En 2017, publicó en sus redes sociales un vídeo en el que aparecía con la mirada perdida, asegurando que «la enfermedad mental es como las drogas, no importa quién seas. Lo que es peor es el estigma, no importa quién seas».

En 2018 se convirtió al Islam y cambió su nombre por Shuhada Sadaqat. En 2021 publicó sus memorias bajo el título de Rememberings. En 2022 Kathryn Ferguson dirigió una película sobre su vida. Este 26 de julio de 2023, Sinéad O'Connor ha fallecido.