ENTREVISTA

Nieves Herrero: «Me he perdido muchas cosas de mis hijas que ahora estoy viviendo con mi nieto Nico»

'Dani y los animales' es el título que ha elegido Nieves Herrero para el cuento animado que le ha inspirado su nieto, quien cumplirá cuatro años en noviembre.

Nieves Herrero, en una imagen promocional. / LUIS MALIBRÁN

Juanra López
Juanra López

Nieves Herrero reunió a su familia este pasado fin de semana para presentar su primera incursión en la literatura infantil . 'Nico y los animales' (B de Block), que pretende ser el primero de una serie para la que se ha inspirado en su nieto Nico, quien en noviembre cumplirá cuatro años. El niño es hijo de su primogénita, Blanca, casada desde julio de 2017 con el arquitecto Elu Moreno. Por cierto, que la pareja espera una niña y la periodista ya nos avanzaba hace unos días cuanto intentábamos cuadrar esta entrevista en su agenda, que esperaba que el pequeño no se sienta «el príncipe destronado», como rezaba el título de aquella entrañable novela de Miguel Delibes.

La presentación del cuento fue un éxito, no solo en lo profesional por la atención mediática susctidada, sino en lo personal, porque Nieves Herrero logró involucrar a sus dos hijas, la ya mencionada Blanca, que es experta en Derecho procesal, y Ana, que trabaja en el mundo de la moda, y se desplazó desde París a Madrid para apoyar a su madre. Fue un encuentro poco habitual porque tanto las hijas de Nieves, como su segundo marido, Guillermo Mercado, con quien lleva 25 años de feliz relación, apenas hacen apariciones públicas, mucho menos declaraciones.

«Un cuento es lo único que ha logrado el milagro de reunirnos. Mis hijas tienen su propia vida. Una vive en París y la otra está embarazadísima. El cuento nos ha conmovido a todos porque es el homenaje al príncipe que va a ser destronado dentro de unos días. Teníamos muchas ganas porque es un niño muy bueno… Ayer vino la profesora de Nico a la Feria del Libro y se lo firmé. Me decía que es un niño que tiene una enorme curiosidad por todo», nos comenta.

«Por esa curiosidad que tiene me planteé en el cuento ir contándole las cualidades que tienen los animales que le rodean. Él ya se lo sabe de memoria. Si me salto algo me corrige y me dice la parte que viene. Me siento muy feliz porque un libro queda para siempre. Es un recuerdo que va a tener siempre. Mi pretensión es que los niños que lo lean sean más empáticos con la vida, con los animales. Muchas veces dejamos a los niños para que nos molesten con la Play Station y no tienen relación con la arena, con marcharse de barro, con star en el campo…», añade.

'Corazón indio', el libro que inspiraron sus hijas adolescentes

«El niño tiene que mancharse… No me acordaba de cuando yo volvía a casa hecha una pena. Lo que más he hecho en mi infancia es jugar y considero que es lo que deben hacer los niños, aprender de su entorno. Me crié entre bichos, me encantaban los bichos de bola, los saltamontes, observar a las hormigas… La Naturaleza me atraía. Es importante volver a ella», nos explica la periodista.

«El libro 'Corazón indio', que lo hice para mis hijas adolescentes es un canto a que observemos y a que veamos lo que la Naturaleza nos está diciendo. No podemos hacer oídos sordos a esas llamadas de atención. La filosofía de este libro es esa que ya apunte en el anterior», concluye.

Nico va a cumplir cuatro años en noviembre, ¿qué has aprendido de él?

«No me sentó bien ser abuela, me parecía que era demasiado temprano para asumir ese papel. Por supuesto, esa idea se evaporó nada más conocer a Nico y él ir compartiendo cosas con él. Me encanta poderle enseñar cosas. Lo he disfrutado muchísimo. He aprendido de él que hay que tener ojos de niño para mirar todo con optimismo, con esa alegría de vivir. Muchas veces el día a día, el estar saturados, hace que no demos importancia a lo que es levantarse y ver un cielo tan azul como el de hoy», explica.

«Tengo alrededor a gente enfermita que sí lo valoras. Cuando te da un golpe la vida, te das cuenta de lo que tienes y no valoras. Nico me enseñó a valorar lo que tenía porque todo era como una fiesta. A todo le ponía su máxima atención. Por ejemplo, pintar le parecía fascinante. Cocinar juntos era lo más divertido para él, jugar a la pelota, nadar… Darle importancia a todo me ha enseñado a valorar mi propia vida y a darme cuenta de que tenemos muchas cosas de las que alegrarnos!, nos desvela la presentadora de Madrid Directo en Onda Madrid, que se emite de lunes a viernes.

«Las grandes ciudades tienen un gran problema con los relojes y los horarios. Sinceramente, en cuanto sales de Madrid, de Valencia o de Bilbao, te das cuenta de que la gente vive a otro ritmo. Hasta los camareros van con otros ritmos. Y nosotros vamos con mucha prisa, queremos todo para ya. Hay que bajar un poco el pie del acelerador«, subraya.

Nieves Herrero, en la presentación de su libro. / LUIS MALIbRÁN

A veces cuesta parar…

Tenemos que aprender todos, empleados, jefes, las empresas… Tenemos que valorar que el tiempo libre es tan importante como el tiempo de trabajo. Una persona realizada es alguien que va a rendir más al final. No me parecía nada mal la jornada laboral de cuatro días porque creo profundamente en la importancia del tiempo libre y dedicarle tiempo a nuestros hijos.

Yo les he dado a mis hijas, como decía Concha Velasco , más calidad que cantidad. Cuando he estado con ellas les he dedicado muy poco tiempo. Ahora me pesa, porque creo que me he perdido muchas cosas, que ahora estoy viviendo con Nico.

Ahora también vas a poder vivir eso con tu nueva nieta.

Con las niñas he tenido mucha experiencia, por mis dos hijas. Para mí Nico fue una novedad. Sus juegos eran muy distintos, también sus formas de preguntar… Lo he disfrutado mucho. Casi hasta comprendo más el género masculino gracias a mi nieto.

La educación de sus dos hijas ha dado sus frutos en lo personal y lo profesional

Estás muy orgullosa de tus hijas, a las que les ha ido muy bien en todos los sentidos.

He tenido muchísima suerte. Creo que ellas han escogido muy bien a sus amigos. Influye mucho el entorno en ese resultado. Tanto sus amistades como ellas son muy trabajadoras, muy buenas personas, muy preocupadas por las demás. Mis hijas siempre colaboran con ONGs, son muy empáticas. Lo único que me importaba era que fueran buenas personas. Y eso es misión cumplida.

Mis hijas crecieron con sus abuelos. Murió mi padre y mi madre vivió con nosotras. Fue una gran enseñanza. Crecieron sabiendo lo que era tener abuelos. Yo no lo sé porque era la hija pequeña con hermanos mayores. No los conocí. El hecho de convivir con ellos, como en el caso de mis hijas, es estupendo. Muchos padres se equivocan al apartar a los abuelos. Son absolutamente necesarios.

Mis hijas acuerdan muchísimo con ellos, han jugado con ellos, han compartido muchas horas, han hablado mucho, han dado mucho cariño. Por ejemplo, cuando mi madre sufrió un ictus y no podía expresarse. Recuerdo a mis hijas abrazadas a ella todo el rato. Que una persona mayor se marche de este mundo con amor no es comparable a nada más. Mi obsesión era que fueran buenas personas. También lo ha sido en el trabajo. A mí dame una buena persona que ya haré de él un buen profesional.

Me gusta la gente maja, sencilla. No me gusta demasiado la gente que se cree importante. Siempre le he inculcado a mis hijas que la humildad es un gran valor. Veo mucha tontería… He visto también a gente muy maravillosa a pesar de ser conocidos. Recuerdo cuando Hermida nos decía que no éramos nada más que contadores de historias, que no nos creyéramos nada…

Nieves Herrero estuvo arropada por su famlia. / LUIS MALIBRÁN

El ego y la vanidad hacen muy vulnerables a las personas, porque con una palmada en la espalda a veces se puede conseguir lo que quiera de un vanidoso o un ególatra. Es peligroso para ellos…

Sí, así es. También me parece peligrosa la fama de joven. Cuando veo a un niño actor les digo a los padres que tengan cuidado, hay que bajarles a la tierra. Decirles que la fama si te tiene que llegar te llegará, pero no es lo importante. Lo importante es que seas un buen profesional y disfrutar en el trabajo. Lo demás ya vendrá si tiene que venir. Y si no viene no hay ninguna frustración, porque tampoco pasa nada. Igual eres más feliz si eres una persona anónima.

Estoy muy harta de las vanidades. La gente más grande es la más sencilla. Recuerdo a Severo Ochoa, el hombre más humilde del mundo. ¡Un premio Nobel! Estaba en una sala con varias folclóricas y se comportaba como si fuera el menos importante. Me llamó la atención la lección de humildad que nos estaba dando. Para mí son referentes en este sentido Antonio Banderas o Rafa Nadal , que son maravillosos, cercanos… Si se les acerca alguien les atienden, no pasan como si fueran las grandes estrellas del rock. Valoro eso mucho, con el tiempo mucho más.

No me gustaría terminar sin que pusiéramos en valor la figura de Guillermo, tu marido, con quien llevas ya 25 años de relación.

Es una persona con mucho sentido del humor… Guillermo lleva muchos años en Radio Nacional. Ha crecido mucho entre plumillas. Él dice que nuestros mundos son distintos, porque yo soy plumilla y él está al otro lado. Me da mucho equilibrio, una persona muy tierna, a pesar de que parece John Wayne por su estatura y su complexión. Yo le digo que es un falso John Wayne -nos comenta con humor.

Guillermo se deshace con los niños, es una persona muy responsable, muy a favor de obra. Cuando empecé a trabajar con él me pareció un ser encantador que solo estaba a favor del programa y ahora que ya no trabajo con él me sigue pareciendo un gran profesional, pero a la vez una persona muy amorosa. A Guillermo todo el que le conoce le quiere, no se le puede no querer. Es poco hablador, muy tímido, pero luego cuando se suelta tiene mucho sentido del humor. Compartimos muchas horas. Y ha conseguido lo que nadie, odiaba el fútbol y ahora me siento con él a ver algunos partidos, porque él es muy futbolero. ¡Que ya no me desagrada! Soy una conversa de las finales, porque tampoco veo cualquier partido.

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