ENTREVISTA

Paloma Segrelles: «Los padres debemos hablar de todo con nuestros hijos, aunque el tema del sexo les cueste»

Además de su labor en el Club Siglo XXI, Paloma Segrelles está volcada en la Fundación Sol, de la que es presidenta y en la que también está vinculada Susanna Griso.

Paloma Segrelles se encuentra en un momento espléndido. / cortesía

Juanra López
Juanra López

Pese a ser una mujer tremendamente discreta, Paloma Segrelles es una figura habitual de la crónica social. Una presencia derivada de su actividad profesional, principalmente por su labor en el Club Siglo XXI, donde desde hace cincuenta años se da voz a las principales figuras intelectuales y políticas. Junto a su madre, Paloma Arenaza de Segrelles, ha formado un tándem imbatible, pues ha sido de ella de quien ha heredado los valores que rigen su carrera y su desempeño filantrópico.

Ahora Paloma Segrelles dedica muchas de sus energías no solo a su vida familiar (es madre de dos niñas, Paloma y Tiziana) y laboral, también a la Fundación Sol, de la que es presidenta y cuya finalidad es alertar de los peligros a los que se exponen niños y adolescentes ante las pantallas de los dispositivos móviles, a profundizar en esta realidad y a dar herramientas para salir de situaciones en muchos casos dramáticas.

¿Cómo llegaste a la Fundación Sol?

Mi madre siempre me inculcó la importancia de ayudar a los demás. Me remito a mis 14 o 15 años cuando iba los viernes a la Madre Teresa de Calcuta, al lado del Manzanares para ayudar a los viejecitos, a organizarles la ropa, las cenas, las duchas y a hablar con ellos, porque la soledad es uno de los mayores problemas que tiene la sociedad en la que vivimos.

Cuando ayudas recibes mucho más de lo que das. Siempre digo que es muy gratificante y entre comillas es un acto egoísta, porque aprendes mucho y te sientes bien. A partir de ahí estuve por mi cuenta dedicando al voluntariado una tarde a la semana. Hasta que me casé estuve con parapléjicos y con tetrapléjicos durante algunos años. Un año estuve con transeúntes, que es gente que recoges de la calle y se les aporta lugares para comer, dormir y estar limpios gratis, lo que ocurre que muchos se vuelven a escapar, porque quieren hacer cosas que allí no se les permite, como beber o fumar.

¿Y cómo surgió la iniciativa de colaborar con ellos?

Cuando me casé dejé de hacer el voluntariado, pero ya llevo años en los que me siento muy bien, mis hijas son mayores y tengo un poquito más de tiempo. Quería involucrarme en algo y fue la Fundación Sol la que se acercó a mí para proponérmelo. En concreto fue Koké Tejera quien en una cena de María Entrecanales me habló de una fundación que iba a poner en marcha. Tengo dos hijas adolescentes y sé de la gravedad que supone la adicción de las pantallas.

Esto con mis hijas lo he restringido mucho, pero había otras cuestiones de las que no estaba al tanto, como la adicción al sexo, el maltrato, el bullying… Más que nunca se está hablando en la sociedad de los problemas psicológicos que están teniendo las personas. Cuando me lo propusieron me encantó la idea porque es una fundación muy joven, hacemos un año ahora, no cobramos nadie… Y aquí estoy para poner mi granito de arena y aportar lo que pueda.

Paloma Segrelles está muy volcada en la Fundación Sol. / CORTESÍA

Tienes dos hijas adolescentes y eres muy consciente de los riesgos que ellas también podrían correr.

Totalmente. Esto no es un tema ni de nivel social, ni de educación ni de valores. Cuando ya estaba en la fundación, volvía en tren de los Premios Escaparate de Sevilla y me encontré con una amiga que me contó que su hermana tenía un hijo que había caído en la adicción al sexo por las pantallas. Es una familia religiosa, con valores, con dinero, posicionada. Nos puede tocar a cualquiera. Por suerte, en la sociedad nos estamos dando cuenta de que tenemos que proteger a estos niños.

¿Cómo ven tus hijas las restricciones que les has puesto con las pantallas? ¿Han opuesto resistencia?

Desde muy pequeñas lo han vivido. En mi casa no hay televisión, por ejemplo. Resistencia no han podido poner porque se lo han encontrado hecho. Han crecido con ello. Sin embargo, una de mis hijas me pidió que le dejara bajarse Instagram porque si no no podía tener amigas. Le dije que se comunicara por whatsapp, pero me confesó que los de su edad se comunicaban por Instagram. Tuve que ceder.

Lo que hago es restringir las horas con el Qustodio, que es una aplicación gratis que te bajas de Internet, para que no puedan tenerlo más de determinadas horas. No es fácil, porque si un día quieren ver una película que dura hora y media ya les consume ese tiempo. Estoy separada desde que son muy bebés y desde muy niñas les he hablado de los peligros del alcohol, de la droga, del tabaco… Es un tema muy habitual en casa. Desde los ocho años les hablo de todo esto.

Paloma Segrelles nos cuenta cómo educa a sus hijas

Es una actitud pedagógica más inteligente hablar las cosas de cara que dejarlas ocultas debajo de las alfombras.

Nuestros hijos van a ser muy independientes porque tienen la información de todo. No van a necesitar a los padres para casi nada. Es mejor desde niños y desde la adolescencia crear un vínculo de confianza para hablar de cualquier cosa. Que no haya ningún tabú, aunque el tema del sexo les cueste, como les pasa a las mías. Los padres tenemos que hablar de todo con ellos para poderles guiar por el camino que consideramos que es el adecuado. No podemos controlar lo que van a hacer, pero al menos que lo sepan.

Eres una madre muy presente en la vida de tus hijas y tienes un ritual de merendar con ellas a diario para estar al tanto de cómo les ha ido el día.

Meriendo con ellas todos los días e intento cenar con ellas también a diario. Si tengo alguna cena, ceno con ellas antes, tipo inglés, a las ocho, y luego me voy al compromiso que tenga. Gracias a Dios me lo puedo permitir estar a la hora de merendar, porque no siempre es fácil para todo el mundo. Es un momento en el que llegan cansadas, en el que no les apetece casi ni hablar, pero están receptivas.

Mis hijas por la tarde tienen muchas extraescolares. Para mí el deporte es muy importante y les meto deporte casi todos los días, y los idiomas. Entre unas cosas y las otras, la agenda de la tarde hasta la hora de cenar la tienen llena.

Paloma Arenaza de Segrelles, con su hija, Paloma Segrelles, en los Premios Mujerhoy 2024. / Uxío daVila

Hablan inglés, francés y chino.

Estoy feliz porque ya tienen el advanced en inglés, el B-2 en Francés y ahora se están preparando para el de chino, dentro de algo más de un año. Terminaremos con los idiomas para que se centren en el bachillerato y en otras cosas.

Tienes siempre la agenda repleta de compromisos, ¿cómo te organizas para llegar a todo?

Mi personalidad es cero alemana, pero soy muy estructurada. Voy apuntando en la agenda todo lo que tengo que hacer porque si no se me puede olvidar algo. Voy poniendo una cosa tras otra y luego las voy tachando. Tengo la suerte de que disfruto en el camino. No es un esfuerzo ninguno los distintos trabajos que hago, así que intento disfrutar el momento de cada cosa. Cuando haces cosas muy diferentes, desde mi punto de vista, resulta más cansado que si haces siempre lo mismo. Por la noche antes de dormir siempre leo lo que tengo al día siguiente para levantarme enfocada. Se puede, es una cuestión de organizarse.

En el Club Siglo XXI logras grandes satisfacciones porque tienes la oportunidad de departir y conversar con las personalidades más importantes de distintos ámbitos.

Para mí es un privilegio, porque desde niña en casa he visto pasar muchas personalidades, ya que mis padres han organizado cenas y encuentros, y posteriormente lo hemos ido haciendo en el Club Siglo XXI. Unas cenas y unos encuentros para unir las dos Españas, con personas de todas las ideologías. Es lo que intentamos seguir haciendo.

Los peligros de la polarización y la desinformación

Es importante esto que dices porque vivimos un momento de mucha polarización.

A mí me han educado con una mente muy abierta. Hay personas buenas y malas de todas las ideologías. Desde mi punto de vista no es nada bueno que estén tan polarizados. Estamos casi volviendo a esos tiempos en los que unos no querían hablar con otros. Cuando escucho determinadas frases me dañan.

Para criticar a un personaje público se utilizan palabras o frases que no son ciertas. Perjudica la convivencia en la sociedad. Una cosa es criticar lo que un político hace mal y otra es insultar o decir que es un dictador como si no hubiera una democracia. Hablando se entiende la gente y hay que tender puentes para llegar a acuerdos. España es muy diversa, no es de una sola ideología y nunca lo va a ser.

Otro de los grandes problemas de la sociedad contemporánea es la desinformación.

Es un peligro porque a veces la información que se da no es la correcta. También hay mucha falta de ganas de leer periódicos. Hay mucha gente con la que hablo que no los lee ni físicos ni online. A mí me gusta leer dos periódicos para ver dos puntos de vista distintos. La gente se guía más por lo que ve en las redes sociales. No estoy especializada en esto de las noticias falsas, pero es cierto que hay que tener mucho cuidado con eso.

Paloma Segrelles, con el Dalai Lama, una personalidad que le encantó conocer. / cortesía

Volviendo a la fundación, ¿qué me puedes contar de la menina que ha pintado Susanna Griso, que es patrona de la fundación?

Susanna Griso está en la fundación desde el principio, antes que yo. Es una mujer con una gran sensibilidad que, aparte de tener éxito en su trabajo y estar recibiendo todos los premios últimamente, está muy involucrada en ver cómo puede ayudar a la fundación para que alcancemos nuestros objetivos. Para ayudar a las familias, para proporcionarles herramientas, para trabajar con los colegios, a donde vamos a ir a dar charlas… Tenemos muchos proyectos en la mano que todavía no puedo contar.

Hemos sido la fundación beneficiaria del dinero de las meninas, por lo que estamos súper agradecidos a Antonio Azzato, su promotor, y por haber colaborado con él con esta menina que está situada en un sitio espléndido en Velázquez. Simboliza el espíritu de la fundación.

Otra de tus facetas más conocidas es que eres una gran anfitriona, tanto en tu fiesta de verano, como en el roscón navideño. No es nada fácil aglutinar a toda la gente cómo tú lo haces.

Todos los que vienen a casa son de alguna manera amigos. No invito a nadie que no conozca. Es gente cercana a mí y muy variada. Eso es lo que enriquece y lo que le apetece a todo el mundo. A tu pandilla, por decirlo de alguna manera, la ves siempre que quieres, pero gente que no lo es te puede aportar mucho charlar con ellos en un ambiente relajado con una copa de vino. En casa antes de la Transición mi madre siempre invitaba a los intelectuales, a la izquierda, a otras cenas a gente más de derechas…

Y cuando llegó la democracia los juntó porque la conciliación de los españoles es fundamental, es convivir unos con otros. Desde esa idea de unir las dos Españas organizamos estas cenas en verano como algún roscón en invierno. Llevamos cincuenta años haciéndolo. También el Club Siglo XXI cumple 50 años. He tenido la suerte de ver en mi casa casa a personalidades muy diferentes, desde Cela, Octavio Paz, Vargas Llosa , Umbral, Raúl del Pozo…

Y políticos de un lado y de otro. Igual ha estado Boyer que Fraga, que Javier Solana, presidentes del Gobierno como Felipe González, Zapatero, Aznar… Cuando creces te vas dando cuenta que no concibes no tener una amistad con una persona por tener ideologías diferentes. Hay que convivir con todos. Siempre hemos hecho un esfuerzo también por tener muy buena relación con las personalidades catalanas Por casa han estado Artur Más y Pasqual Maragall. Además, hemos invitado al Club Siglo XXI a los Presidentes y Alcaldes de Cataluña.