Bertín Osborne y Fabiola Martínez. /
Bertín Osborne y Fabiola Martínez reabrieron sus heridas por una mala frase; el presentador ha dicho que «nunca» ha estado «enamorado». Evidentemente, las palabras sentaron como una losa a su ex mujer, quien había pasado junto a él casi 20 años, después de un precioso flechazo y de criar a dos hijos en común. Incluso el divorcio lo habían llevado bien, sin rabia (hasta el momento).
«No lo reconozco. Lo que más me costó, en la separación, fue entender que no me quería. Pero que lo diga, teniendo dos hijos, me duele mucho», contó la empresaria en el programa Y Ahora Sonsoles. Al final llegaron a un punto de encuentro: ella reconoció que sus palabras también eran impulsivas.
Por su parte, el artista publicó un vídeo en Instagram para despejar las dudas. «Me casé con ella, no porque estuviera enamorado, es que estaba fundido. No podía vivir ni plantearme mi vida sin ella. Y no me equivoqué, porque me ha demostrado que ha sido la mejor pareja, mujer, madre y una persona integra y fundamental en mi vida». Su ex pareja reculó, al fin y al cabo, a Bertín «le cuesta mucho hablar de sentimientos». Y ellos se mantienen unidos: «Somos una familia».
Lo de Fabiola (Maracaibo, 50 años) y Bertín (Madrid, 68 años) fue química y después se asentó en una de las relaciones más estables de los celebrities. «¿Por qué tú? ¿Por qué yo? Quién lo sabe… Pero sin ti, jamás... Hoy son 13 años», describía la venezolana en una publicación de 2019. En la imagen, la pareja cómplice y muy cerca, en una foto en blanco y negro.
Hasta sus fechas señaladas son redondas: se conocieron en 2001 y terminaron en 2021. Su primer encuentro fue en un casting el cantante para uno de sus videoclips y ella, que era modelo, se presentó. Él se quedó fascinado por los rasgos de aquella joven, llegó a participar en Miss Venezuela en 1993. Y ella ya contaba con que su padre era fan de Bertín, uno de los galanes de España. Desde esa primera mirada se dieron cuenta de que querían seguir viéndose todos los días.
Fabiol.a, la segunda mujer de Bertín Osborne.
Más adelante llegaron las segundas nupcias para Bertín, que había estado comprometido con Sandra Domecq hasta 1991. Su primera boda que en 1977, cuando eran muy jóvenes. Había tenido con ella cuatro hijos: Cristian (que murió muy pequeño), Alejandra, Eugenia y Claudia.
«Si nos hubiésemos casado con 34, seguiríamos juntos, pero con 21 era un becerro y un despendolado. Era una mujer irrepetible y amigos hasta el final», ha llegado a decir de ella en una entrevista con Paz Padilla. También con su primera esposa tuvo una separación tierna, según él mismo explica. La acompañó hasta 2004, cuando ella falleció por un cáncer.
Hasta el anuncio de segunda boda, se mantuvieron ajenos a los focos mediáticos. Pero en 2006 organizaron una fiesta en su finca Hacienda de San José, en Sevilla. Una velada cargada de diversión, con unas carpas donde los invitados pudieron bailar sin descanso. Él animó con todo, hasta se arrancó a cantar. Ella, Fabiola, llevaba un vestido de Rosa Clará. Iba elegante y sencilla, pero sobre todo, feliz.
Aquella cita fue el comienzo de un desfile del cariño. La pareja estaba muy unida y en 2007 dieron la bienvenida a su primer hijo, Kike, y al año siguiente tuvieron a Carlos. El mayor nació con una lesión cerebral, lo que animó a Bertín y su mujer a crear una fundación para ayudar a otras familias con dudas sobre el asunto. «Kike no ha ido para atrás nunca, mejora un poco en su capacidad de comunicación, de decir palabras, de expresarse y está superconectado», contaba el cantante a la revista Hola en 2022.
Por toda su historia, la ruptura tampoco supuso un drama para la familia, porque fue sin rabia y porque siguen como una piña, solo que con un poco más de distancia. «Nos queremos muchísimo y vamos juntos a muchos sitios, pero convivir no es lo nuestro», explica Bertín a Paz Padilla en el programa Déjate Querer. De momento, no se plantea volver a enamorarse, pero puede presumir del amor que le rodea.
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