María Ángeles Quesada, pareja de Manuel Benítez y el hijo del torero, Manuel Díaz. /
Se le puede criticar a Manuel Benítez , « El Cordobés», desde traiciones hasta escándalos o faltas de respeto. Por ejemplo: las numerosísimas infidelidades , que no haya reconocido a sus hijos o su enfrentamiento contra su familia (con batallas juidiciales). Pero, al menos, no se puede negar que está dispuesto a recibir y dar segundas oportunidades. O eso le ocurrió con su actual novia, María Ángeles Quesada, la clave de su nueva actitud.
A sus 86 años parece que el torero quiere enterrar sus vidas paralelas. Primero, con una reconciliación con su hijo Manuel Díaz . Este mes se reunían públicamebte y obviaban (para sorpresa de todos) sus conflictos legales. Hasta ahora, el padre negaba que era su padre. Han pasado más de cinco décadas hasta que se ha abierto a las evidencias.
Hace unos días regalaban la foto de sus vidas: bromas, abrazos, lágrimas y una reconciliación. Unas instantáneas para la posteridad el acto de conmemoración por el vigésimo aniversario de la proclamación del maestro como V Califa del Toreo, celebrado en Córdoba.
«No tengo palabras, estoy muy contento con todo, todo viene en su momento, gracias a Dios, estamos aquí y vamos a navegar en el mismo barco. Manuel es muy cariñoso, bastante luchador y un torero de casta, su señora también es muy buena y los niños», aseguraba el padre.
En las fotogradías aparece una discreta e imprescindible María de los Ángeles Quesada. Aunque se mostraba como un personaje en segundo plano, ha aportado lo que la familia necesitaba: la naturalidad. Sentada al lado de Manuel Díaz, la novia del torero se agarraba a su brazo, sonriente.
La mujer de 63 años se mostraba afectuosa también con la mujer del torero, Virginia Troconis. Ha sido un papel fundamental en este encuentro tan especial, a pesar de las duras críticas que ha recibido por parte de la prensa.
Los medios de comunicación captaron a María Ángeles con Manuel Benítez por primera vez hace unos seis años. La pareja trataba de esconderse. Trascendieron los primeros datos: que ella era viuda, sin hijos y jardinera en Palmar del Río (donde nació el diestro).
Aparecían de paseo por la localidad cordobesa. Se mostraban alegres, charlatanes y cariñosos. Él la cogía por los hombros, la abrazaba y le agarraba de la mano, como cualquier novio enamorado.
Ella quería mantenerse en el anonimato, pero el papel couché la arrastró al punto de mira. Los periodistas descubrieron que se conocían desde mucho antes, hace unos 40 años. Y destaparon algo grave: que ella había delinquido en su juventud contra el torero.
El torero Felipe Benítez, El Cordobés.
Los hechos ocurrieron en 1982. Maria Ángeles era hija de uno de sus picadores de la finca La Mata, propiedad del diestro. Tenía 20 años y tomó una mala decisión: se coló en la finca del torero para robar joyas y 100.000 pesetas en metálico (unos 600 euros).
El diario ABC contaba que ella y su hermano, Manuel Serrano Motero (de 22 años entonces) fueron detenidos por la Guardia Civil. «Los individuos han sido ingresados en la prisión de Lora del Río», concluía la breve nota.
A las preguntas sobre el asunto, instauraron la política oídos sordos. Manuel no quiso prestar declaración a Europa Press en 2017 sobre el tema. Pero llegó un punto en el que se hacía insoportable que recordarn constantemente ese suceso, ya enterrado para la pareja.
«Todo el mundo se merece una segunda oportunidad», zanjó. «Todo el mundo tiene derecho a rehacer su vida y a ser feliz». Fue la opinión definitiva del maestro de Palma del Río.
Manuel Benítez parece querer aplicarse sus propias palabras, intenta dejar atrás los errores del pasado. Siente que es una nueva oportunidad para renovarse y encontrar su camino. 2016 fue el año definitivo para su gran salto. Por eso, terminó con su mujer y comenzó con María Ángeles Quesada en unos 15 meses.
Había pasado con su Martina Fraysse los últimos 50 años. Su esposa era una mujer que había soportado sus relaciones extramatrimoniales y con la que había tenido cinco de sus ocho hijos: Maribel, Manuel María, Rafael, Martina y Julio.
Como recoge El Mundo, hay otros tres. El primero es hijo de una maestra norteamericana y nació en Miami en 1969: Manuel Benítez Velasco. Fue declarado descendiente del torero por la sala Primera de lo Civil del Tribunal, a pesar de que su padre se había negado a hacerse las pruebas de paternidad. La siguiente es Ángeles Benítez, quien también heredó y ganó esos pleitos. Y el octavo en luchar por su apellido es Manuel Díaz, aunque es el mayor en edad (nació en 1968).
Vídeo. Los fracasos amorosos de los toreros más famosos
Según algunos medios, el motivo de la ruptura de Martina y Manuel fue directamente su actual novia. El torero se había enamorado «locamente», como adelantó en exclusiva Informalia. Algunos señalan que la separación le abría camino para su reconciliación con sus hijos ilegítimos, porque consideraban que ella fue uno de los impedimentos para que Manuel les reconociera.
Incluso se dice que el divorcio era una estrategia para que los bienes pasaran a manos de Martina, y lo pudieran heredar los cinco hijos de ambos. Es decir, sin pasar por Manuel Díaz o los demás. «A mí me parece todo bien. No voy a dar más explicaciones. Me he alegrado por ellos, creo que ya era hora», fue su única declaración para desmentir.
La única certeza es que a la relación de Manuel y su hijo torero le envuelve un misterio y muchas dudas. Se desconoce el motivo del encuentro afectuoso entre los diestros. Comienza un nuevo capítulo en sus vidas coronado por la complicidad de sus mujeres, Virginia Troconis y María Ángeles Quesada, que han posado felices y juntas. Todos, en sintonía, lanzado su propio mensaje de unión familiar (¿por fin?).