Borja Bohórquez Domecq, más allá de su boda frustrada con Carmen Pacheco: campo, flamenco y tragedia familiar

Las comparaciones son odiosas, pero en este caso, inevitables. La inesperada cancelación del 'sí, quiero' entre Borja Bohórquez Domecq y Carmen Pacheco nos remite por fuerza a otra boda que no fue. Con el mismo trasfondo taurino e inicialmente dispuesta para celebrarse también en Jerez de la Frontera, hace seis meses era el torero Juan Ortega el que suspendía su boda con la cardióloga Carmen Otte tan solo media hora antes del enlace.

No fue con tan poca antelación en este caso, pero igualmente supuso todo un shock para los invitados. «La decisión ha sido por parte del novio, y no ha dado razones. Nos sorprendió, pero cuando pasan estas cosas es por falta de seguridad en lo que vas a hacer», decían fuentes del entorno familiar a la revista 'Vanitatis'.

Lo cierto es que todo parecía estar dispuesto para una boda por todo lo alto que uniría a dos ilustres clanes andaluces. Borja, hijo del ganadero Fermín Bohórquez y de Mercedes Domecq, pertenece a una de las familias más conocidas de Cádiz, ligada al mundo del toro y de las bodegas. Carmen, veinte años menor que su ya expareja, también desciende de una saga de alta alcurnia sevillana, pero ha mantenido siempre un perfil discreto.

La ceremonia iba a celebrarse este sábado, 31 de agosto, –coincidiendo con otras dos grandes bodas como la de Victoria López-Quesada y la de Marta Luisa de Noruega – en la iglesia de San Mateo de Jerez de la Frontera, donde en su día contrajeron matrimonio las hermanas de Borja, Sol y Mercedes Bohórquez. Allí se esperaba la asistencia de 400 invitados, entre ellos destacadas figuras del mundo taurino, empresarios y aristócratas.

Convertido a su pesar en protagonista de las crónicas de sociedad, Borja Bohórquez tiene 47 años y es el único hijo soltero de los seis que tuvieron el conocido ganadero Fermín Bohórquez y Mercedes Domecq Ybarra. De momento, este abogado de profesión y dedicado a los negocios familiares, se aferra a la ley del silencio y no se ha pronunciado públicamente desde que trascendiera la noticia de la cancelación de su boda. Tampoco la novia del frustrado enlace ha hecho ningún comunicado al respecto.

Sin redes sociales, salvo una página de Facebook que no actualiza desde 2015, son pocos los detalles que se conocen de él. En esta red social podemos verle compartiendo imágenes de su afición por el campo, la caza, el flamenco y la romería de la Virgen del Rocío.

Respecto al paradero de Borja, fuentes cercanas a la familia afirman que ha decidido refugiarse de momento de la presión mediática a la espera de que amaine el temporal. Ahora mismo se encuentra en algún punto del norte de España. «En el campo», es lo máximo que su entorno se atreve a filtrar.

Poco habitual en los medios de comunicación, Borja Bohórquez Domecq llevaba dos años de relación sentimental con Carmen Pacheco cuando se decidieron a casarse. La más mediática de sus hermanos es la diseñadora de moda andaluza Sol Bohórquez , que en su boda contó entre los testigos con Felipe VI, entonces todavía príncipe de Asturias. En cuanto al resto del clan, Fermín es rejoneador como su padre, Carlos e Iván son empresarios agrícolas y Mercedes, licenciada en Empresariales.

Descrito por los que le conocen como «encantador» y «buenísimo», Borja quedó profundamente afectado por la muerte de sus padres, el rejoneador y ganadero Fermín Bohórquez, fallecido en 2016, y Mercedes Domecq Ybarra, que murió en 2021.

Figura de los rejoneadores en los años 60 y 70, el padre de Borja se retiró de los ruedos en 1993, con más de 800 corridas a sus espaldas, para dedicarse por completo a su ganadería. El que fuera hijo del senador y diputado Fermín Bohórquez Gómez, falleció a los 83 años en Jerez de la Frontera.

Mercedes Domecq Ybarra por su parte, fallecía a los 70 años tras una larga enfermedad. Profundamente religiosa, fue durante décadas camarera de Nuestro Padre Jesús de las Penas de la hermandad de los Judíos de San Mateo. Tras su fallecimiento, la hermandad la recordaba en un comunicado en el que aseguraban que «todas las juntas de gobierno que han tenido la dicha de conocer a Mercedes, nunca podrán olvidar y agradecer lo suficiente su ejemplo y generosidad en las incontables ocasiones en las que hemos acudido a ella».