Quién es Cleopatra Zu Oettigen-Spilberg, la princesa actriz vecina de Isabel Presyler y amiga de Beatrice Borromeo que quiere entrar en la jet set madrileña

Acaba de instalarse junto a marido y sus dos hijos en el prestigioso y exclusivo barrio de Puerta de Hierro en Madrid. Casada con el príncipe heredero de Baviera Franz Albrecht Oettingen-Oettingen y Oettingen- Spielberg (ahí es nada), pertenece al círculo más íntimo de Sassa de Osma , quien ya la está introduciendo en la alta sociedad aristocrática y nobiliaria de la capital. Aunque siendo sinceros, tampoco es que a Cleopatra le vaya a hacer falta (ayer posó en el desfile de Dior con su otra amiga royal, Beatrice Borromeo ).

Cleopatra nacía hace 34 años en Berna (Suiza) fruto del matrimonio formado por Lillian-Elena Baetting-Rodríguez y el barón Louis von Adelsheim, cineasta y artista audiovisual suizo-germano. Un nacimiento que estuvo rodeado de sufrimiento dado que la pequeña estuvo luchando por su vida durante tres meses en una incubadora. Aunque Cleo (como la llaman sus amigas) no ha dado más detalles al respecto, sí que ha contado que sus padres le llevaron pirámides al hospital para transmitirle fuerza y perseverancia.

Preguntada sobre por qué sus progenitores eligieron para ella el nombre de la monarca egipcia, ella desvela tímidamente que fue el lugar donde sus padres intimaron por primera vez. Muy al estilo, pero en los 80, de lo que hicieron Victoria Beckham y David Beckham con sus hijos Brooklyn y Romeo.

Con tan solo dos años, la familia se trasladó a Chile y allí comenzó a realizar algunas sesiones de moda. Aunque no fue hasta que se mudó a París con 21 años cuando inició su andadura profesional en publicidad y fotografía. «No desfilé porque no tenía altura y porque no era el prototipo de modelo talla 0-0-0», confiesa en la primera entrevista que ha dado a un medio de comunicación español tras su llegada.

Tras estudiar cinco años en un internado alemán, después pasó al instituto en Inglaterra y más tarde estudiaría comunicación internacional y periodismo en la universidad americana de París y más tarde se graduaría en el Centro de Cinematografía de Cataluña en Barcelona. Consciente de que su futuro estaba en la interpretación, Cleopatra viajó hasta Madrid para presentarse a las pruebas de acceso de la escuela de actuación de Juan Carlos Corazza. Tras ser admitida, recibió la llamada de un agente alemán que le ofreció la posibilidad de trabajar en algunas películas en Berlín. Aventurera y viajera, Cleopatra no se lo pensó dos veces y abandonó nuestro país.

Pero al mismo tiempo, su matrimonio con el príncipe heredero de Baviera le hacía ocupar un importante puesto como administradora del castillo familiar en Baviera. Sí, porque Cleopatra se ha encargado desde su boda en 2016 de encargarse con todo lo relacionado con Schloss Oettingen, el castillo de estilo barroco construido en el siglo XV y que constituye la casa familiar de la Casa de Oettingen-Spielberg. Además de haber servido de escenario para celebrar su boda.

En cuanto a este papel relacionado con su estatus de princesa, Cleopatra asegura que la mayor parte del tiempo es «agotador» ya que conlleva «un enorme trabajo y responsabilidad». Una tarea real de la que ahora se encarga a través de Zoom para centrarse completamente en su carrera como actriz.

Fue el 9 de julio de 2016 cuando Cleopatra entraba en la realeza europea al dar el sí, quiero al príncipe Franz Albrecht Oettingen-Oettingen y Oettingen- Spielberg en la capilla de la iglesia de St. Jakobs en Oettingen. Un enlace que no se perdieron miembros reales como el príncipe Harry de Inglaterra o Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo, quien ejerció de dama de honor.

Juntos han creado su propia familia con la llegada de Matilda Galilea, de cuatro años, y de Louis, de dos.

«Lo de los títulos y ese rollo no me define para nada. Es tradición y lo respeto, pero soy mucho más bohemia que conservadora. Necesito un poco más de libertad. Hay gente a la que eso le encanta, vivir en ese tipo de castillos y enfrentarse a esas responsabilidades; y hay otra gente, como yo o mi padre, que somos artistas y a quienes nos encanta viajar por el mundo...», asegura a pesar de sr consciente de su vida privilegiada.

Ahora, y tras haberse instalado en el mismo barrio que Isabel Preysler , Cleopatra tendrá que demostrar si consigue hacerse un hueco en el círculo social más exclusivo de Madrid.