LUJO Y GLAMOUR
LUJO Y GLAMOUR
Ramiro Jofre firma algunos de los eventos sociales y corporativos, nacionales e internacionales, más relevantes del momento. Entre sus clientes figuran casi todas las marcas de lujo como Dior, Cartier, Kenzo, Shiseido o BMW, acontecimientos como ARCO y la celebración de las bodas de la alta sociedad, como la de Rafael Medina y Laura Vecino o la de Miriam Ungría y Kardam de Bulgaria.
Entre sus últimos eventos destacan la organización de la fiesta del 40 cumpleaños de Tamara Falcó y la de Alberto Alcocer por sus 80 años. Tamara ha recurrido a él también para encargarse de la decoración en la celebración de su boda en el Palacio del Rincón, el próximo 8 de julio.
Tana Rivera, la hija de Eugenia Martínez de Irujo y Fran Rivera, ha comenzado a colaborar con Jofre en su empresa de organización de eventos. Tendra la oportunidad, sin duda, de aprender de la mano de uno de los mejores. Quienes han trabajado con él le describen a Ramiro Jofre un maestro a la hora de reflejar la personalidad de sus anfitriones y de transformar espacios en lugares de ensueño.
Está considerado «un mago de la belleza efímera» –su empresa se llama precisamente Efímero, que desde 2020 forma parte del grupo SOMOS Brand Experience Group – y uno de los profesionales más solicitados en la organización nupcial. La ópera es su fuente de inspiración. Es también un apasionado de la jardinería. ¿Su secreto? «Todo tiene que fluir de forma natural», asegura.
El mayor de cinco hermanos, Ramiro Jofre nació en Madrid. Su padre era ingeniero industrial, su madre ama de casa. Vivió de niño y adolescente con su abuela materna, que procedía de una familia acomodada de Burgos y que, cuenta, el ensenó el arte de la mesa y la estética. Le hubiera gustado ser diplomático.
Comenzó a estudiar Derecho, pero lo abandonó, atraído por el mundo de la noche. Trabajó, durante 12 años, en Joy Eslava, la discoteca de moda entonces en Madrid. Empezó a organizar fiestas y a ejercer de relaciones públicas para completar sus ingresos. Hasta hoy, cuando encabeza la agenda de las mejores empresas de eventos, de España y fuera de España.
Reconoce que aprendió mucho de Beatrice de Orléans, directora de Dior, que, dice, le descubrió el mundo del lujo desde dentro, y del relaciones públicas Jean Louis Mathieu, que tenía, según él, un don especial para conectar con la gente. Beatrice le pidió ayuda para organizar la boda de su hija Clotilde en el palacio de Villamanrique de la Condesa, en 1993, y así comenzó su carrera en el mundo de la organización nupcial y en los eventos corporativos.
« El lujo es el placer del detalle y de lo hecho a mano», asegura. «Y hay que ir siempre un paso por detrás del anfitrión». Todos sus clientes destacan su sensibilidad y su capacidad para crear experiencias. La iluminación, las flores, los olores, los tejidos… Todo debe integrarse en una armonía natural.