Allegra y Cecilia de Hohenlohe en la boda de Sol de Medina en Sevilla. /
Han llevado, hasta ahora, una vida muy discreta. La primera vez quizá que los medios se fijaron en ellas fue en la boda de Sol Medina , hija mayor del duque de Segorbe, y Pedro Dominguez-Manjón, en junio de 2023, en Sevilla, en la que ejercieron de damas de honor de la novia. Allegra y Cecilia de Hohenlohe, de 21 y 20 años, son sus primas.
Sus padres son Pablo de Hohenlohe –sobrino del príncipe Alfonso de Hohenlohe, fundador del Marbella Club , y tío de la actual duquesa de Medinaceli–, y María del Prado Muguiro, hija de los marqueses de Caicedo y descendiente de Pedro Pidal, Marqués de Villaviciosa. Ambos son marqueses de Tarifa. Allegra y Cecilia son las bisnietas más jóvenes de Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, la XVIII duquesa de Medinaceli –a la que todos llamaban Mimi–, título que hoy ostenta su prima Victoria Hohenlohe-Langeburg.
En aquella boda de Sevilla fueron vestidas de Dior con «looks» camiseros sobre «shorts» con ribetes de encaje de estilo lencero y zapatos destalonados color neutro, aunque Allegra llevó en la mano al llegar a la Iglesia unas venecianas fucsias que se calzaría luego. Su naturalidad y sencillez llamó la atención.
Ambas hermanas derrochan un estilo romántico y refinado que han heredado de su madre, María del Prado , a la que se parecen mucho físicamente. Las dos han heredado por igual la discreción de sus padres y su creatividad. Su madre siempre las ha animado a desarrollarla y nutrirla.
Pablo Hohenlohe-Langeburg es hijo de Bonnie de Hohenlohe, hermano del fallecido príncipe Alfonso de Hohenlohe, y de Ana Medina y Fernández de Córdoba, duquesa de Navahermosa e hija de Mimi de Medinaceli. Pablo es hermano del fallecido Marco de Hohenlohe, XIX duque de Medinaceli y padre de la actual Duquesa. Se formó como diseñador industrial en la Escuela Parsons de Nueva York y trabaja en el mundo del diseño con importantes marcas de lujo.
Allegra y Cecilia estudiaron en el exclusivo internado inglés de St Mary's Ascot. Allegra ha estudiado Digital Media and Communication en el IE Business School de Madrid. Terminará su carrera en unos meses. Cecilia comenzó en septiembre de 2023 Historia del Arte en la Universidad de St Andrews, la misma en la que estudiaron y se conocieron el príncipe Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton. Es una apasionada de la fotografía y de la música y ha estudiado canto en el Trinity College. Canta y compone pop. Según su madre, tiene una preciosa voz. Tanto a ella como a su hermana Allegra les encanta la moda.
Pablo Hohenlohe-Langeburg y María del Prado, en una imagen reciente. /
La familia lleva una vida sencilla, pero a pesar de ello, ambas hermanas fueron presentadas en el Baile de Debutantes de Paris , vestidas de Dior, su firma favorita. «Fue una de esas experiencias que guardaré en mi memoria para siempre», recordaba Allegra en la revista Marie-Claire. «Estoy orgullosa de mis hijas. De las mujeres en que se están convirtiendo«, contaba María del Prado a Vanity Fair en noviembre de 2024.
Cecilia y Allegra han crecido en el campo. Tras contraer matrimonio, en 2002, en el Palacio de Tavera, en Toledo, propiedad de la familia Medinaceli –un gran acontecimiento social al que asistió como testigo el entonces príncipe de Asturias–, Pablo de Hohenlohe y María del Prado se instalaron en Istán, una localidad cercana a Marbella, donde han vivido en contacto con la naturaleza, rodeados de animales y cerca del mar. María trabajó con grandes marcas de moda. Estudió Historia del Arte, trabajó en el Museo Thyssen y en Christie's y como directora comercial en Chloé.
Las hermanas Allegra y Cecilia de Hohenlohe junto a Pedro Domínguez-Manjón Toro. /
María es una gran apasionada de la música y de la literatura. Escribe poesía y artículos en prensa y está enfrascada en su primera novela. Recondujo su primera actividad profesional a la organización de cursos y talleres de mindfulness. Su vida dio un vuelco cuando, apenas iniciada la treintena, y con dos niñas todavía muy pequeñas, le detectaron un cáncer de mama.
Aquello –«un regalo bonito en un envoltorio muy feo», según lo ha descrito– supuso un cambio radical en su forma de ver la vida y la encaminó hacia la reflexión, la meditación y el autoconocimiento. Hace tres años puso en marcha el festival de flamenco que se celebra todos los veranos en Sotogrande y que se ha convertido en una cita ineludible para los amantes de este arte.