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La triste despedida de Ana María de Grecia días antes de su boda: una novia enamorada y un espectacular joyero

La entonces princesa Ana María se despidió de los daneses con dos emotivas celebraciones, a las que asistió su prometido, el rey Constantino y su familia, junto a los reyes Federico IX e Ingrid, y sus hermanas, Margarita y Benedicta.

Ana María y Constantino de Grecia en la década de los sesenta. / gtres

Elena Castelló
Elena Castelló

La ceremonia de la boda se celebró un 18 de septiembre de hace sesenta años. Constantino era rey de Grecia desde hacía solo seis meses y tenía 24 años. Ana María, la hija menor de los reyes de Dinamarca, Federico IX e Ingrid, acababa de cumplir 18 años. Se casaron en la catedral ortodoxa de la Anunciación de Santa María, de Atenas, decorada con 10.000 gladiolos y un millar de cirios.

Se habían enamorado siendo muy jóvenes – Ana María tenía 13 años y Constantino 19– durante un viaje oficial a Dinamarca de Pablo y Federica de Grecia. A los reyes helenos, Ana María les encantó, pero el padre de la princesa, Federico IX, consideró que su hija era demasiado joven para pensar en noviazgos. Tuvieron que pasar algunos años, durante los cuales Ana María pudo completar su educación.

En la recepción posterior a la boda de la reina Sofía –hermana de Constantino– y el rey Juan Carlos, celebrada en 1962, el futuro rey solo bailó con Ana María. La química entre ambos era evidente. El compromiso llegó cinco años después de su primer encuentro. La corte danesa lo anunció el 23 de enero de 1963 y las dos familias dieron una rueda de prensa en Copehhague.

Después, viajaron a Atenas para presentar a la prometida. La boda se celebró nueve meses después, con la asistencia de un millar de invitados, entre ellos representantes de todas las monarquías europeas. Se casaron por amor, pero, además, frente a los matrimonios morganáticos que entonces se imponían en la realeza, la prometida de Constantino descendía de una larga lista de reyes y reinas.

El cortejo de Ana María de Grecia con seis damas royal

La novia vistió un traje de estilo imperio diseñado por el costurero danés Jorgen Bender. Lo recibió pocos días antes de la boda, cuando ya estaba instalada en Atenas, en un baúl metálico que se extravió y años después apareció en el desván del palacio de Tatoi , con el vestido nupcial dentro.

El cortejo de la novia estaba formado por Ana de Inglaterra, Irene de Grecia –la hermana pequeña del novio–, Cristina de Suecia, Margarita de Rumanía, Tatiana Radziwill y Clarissa de Hesse. Constantino y Ana María se convirtieron en los reyes más jóvenes de Europa, aunque su reinado apenas duró cuatro años, antes de partir al exilio. Pero el matrimonio fue feliz. Vivieron juntos 58 años y tuvieron cinco hijos.

El fallecido rey griego Constantino y Ana María, en una imagen de archivo. / gtres

Las festividades del enlace duraron tres días. Ana María lució en dos de las cenas de gala –la cena ofrecida por el Gobierno y el baile de gala de la víspera de la boda– las espectaculares esmeraldas y los rubíes de las reinas helenas, que le entregó la reina Federica como regalo de boda. Pero, quizá las reuniones más emotivas para Ana María fueron las que se celebraron en Dinamarca, días antes de partir para Atenas, según cuenta The Royal Watcher. Entre los eventos hubo una función de gala que se celebró en la Opera de Copenhague y una cena de despedida en el palacio de Fredensborg.

El rey Federico IX, padre de la novia, lució la Orden del Elefante, unida al trono de Dinamarca, y la Orden de los Santos Jorge y Constantino, otorgada por los reyes de Grecia, y la reina Ingrid, madre de la novia, se adornó con una tiara y «parure» de esmeraldas.

Constantino y Ana María y Constantino de Grecia junto a sus hijos, Pablo y Alexia. / gtres

Unas joyas espectaculares

Ana María lució en la cena de despedida la tiara del Corsage , que le acababan de regalar por sus 18 años y que había sido elaborada con una joya de corsé que perteneció a la princesa Luisa de Prusia, y un collar de aguamarinas. Vistió un vestido de satén verde pálido.

El rey Constantino lució la Orden del Redentor y la Orden de los Santos Jorge y Constantino. Los jóvenes prometidos no ocultaron su fuerte vínculo y se prodigaron miradas y algún beso. Las hermanas de Ana María, Margarita y Benedicta escogieron la tiara de la gota alejandrina y la floral, respectivamente. Ana María recibió como regalo de compromiso otra joya: una gargantilla de rubís de Van Cleef & Arpels. El armador griego Stavros Niarchos le obsequió también un conjunto de collar y pendientes.

23 de septiembre-22 de octubre

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