Tatiana Santo Domingo y Andrea Casiraghi, en el Baile de la Rosa. / GTRES

Casado con Tatiana Santo DOMINGO

El misterio de Andrea Casiraghi, el hijo más discreto de Carolina de Mónaco: de las fiestas en Ibiza a su hermética vida en Suiza

Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo apenas se dejan ver, más allá de los imprescindibles compromisos en Mónaco.

Si la vida actual de Carolina de Mónaco es un auténtico misterio (no se le ha vuelto a conocer pareja después de su separación de Ernesto de Hannover), lo mismo se puede decir sobre la vida de algunos de sus hijos. En estos días hemos sabido que Pierre Casiraghi va a participar en una competición de vela este verano en la isla de Wight en el Reino Unido, pero apenas trasciende información sobre él. Y mucho menos sobre su hermano, Andrea Casiraghi.

En efecto, es el más discreto de los hijos de Carolina de Mónaco y el recordado Stefano Casiraghi, fallecido en un accidente de off-shore en la bahía de Montecarlo en 1990. Andrea Casiraghi, casado con Tatiana Santo Domingo, ha dejado atrás sus años más díscolos en los que se dejaba ver de fiesta en Ibiza para convertirse en un intachable marido y padre de familia.

Tras vivir una década en Londres, los Casiraghi-Santo Domingo decidieron cambiar de vida drásticamente. Dejaron la ajetreada capital inglesa para instalarse en la más absoluta tranquilidad de Suiza. Andrea Casiraghi, que cumplirá 41 años el próximo 8 de junio, se ha mostrado especialmente hermético con su vida privada y el país helvético es, sin duda, una opción excelente para dificultar la labor de los paparazzi.

No en vano, solo hay dos fechas marcadas en rojo en su calendario con las que cumple por obligación y respeto la dinastía a la que pertenece. El Día Nacional de Mónaco, cuando todos los Grimaldi sacan músculo de unión familiar en un tono solemne, y el Baile de la Rosa, la gran apuesta festiva de Carolina de Mónaco, que le da la oportunidad de presumir de hijos guapos y exitosos.

La impactante muerte de Stefano Casiraghi

Más allá de esto, se cierne el misterio sobre Andrea Casiraghi, a quien la muerte de su padre fue quien más marcó entre sus hermanos, al ser el mayor y más consciente de la terrible situación. Esta tragedia nos mostró a Carolina de Mónaco destrozada por haber perdido al amor de su vida con tres hijos que no había podido legitimar ante la Santa Sede al no haber conseguido la nulidad de su fallido matrimonio con Philippe Junot.

Recordemos que Carolina de Mónaco se instaló en una granja en la provenza, en Francia, y allí fue donde estuvo estudiando Andrea Casiraghi. Después se mudó a París para cursar bachillerato internacional y posteriormente, al igual que su hermano, Pierre Casiraghi, estudió en el internado suizo College Alpin Beau Soleil, del que guarda grandes recuerdos. Allí, por cierto, Pierre se hizo amigo de Aldo Comas, marido de Macarena Gómez.

Tatiana Santo Domingo y Pierre Casiraghi en el Gran Premio de Fórmula 1 de Montecarlo. / GTRES

Su formación cosmopolita prosiguió en la Universidad McGill, en Montreal (Canadá), antes de graduarse en Artes Visuales y Política Internacional en la Universidad Americana de París en 2006. Posteriormente realizó unas prácticas en la embajada de Qatar en Mónaco y después viajó a Filipinas para colaborar con la Asociación Mundial de la Infancia (AMADE), que fundó su abuela, Grace Kelly.

Su periplo prosiguió por varios países africanos como Senegal, Togo y Níger, donde ejerció de profesor de niños desfavorecidos. Otra de las causas que ha abrazado le ha convertido en padrino de la Fundación Parálisis Cerebral. Después recaló en Madrid, donde en 2014 cursó un MBA en el IE de la capital de España.

La estación de esquí de Gstaad, la favorita de la jet-set

De su vida en la localidad suiza de Saanen, con su mujer, Tatiana Santo Domingo, y sus tres hijos, poco se sabe. Cuenta con 7.000 habitantes y está cerca de una de las estaciones de esquí preferidas por la jet set internacional, Gstaad, donde también se celebra un conocido torneo de tenis que han ganado diversos jugadores españoles a lo largo de su historia.

De sus aficiones sabemos que le encanta el esquí, la lectura, montar a caballo, los deportes acuáticos, al igual que su recordado padre, y la Fórmula 1. Es, al parecer, coleccionista de relojes Swatch. le encantan los zapatos italianos y los trajes del diseñador monegasco Louis Sciolla. Uno de sus enclaves favoritos para descansar es Saint-Tropez en la Costa Azul.