El anillo del poder que comparten Rania de Jordania y Gwyneth Paltrow: así funciona el Oura que obsesiona a royals y millonarios

Hace tan solo unos meses, un pequeño dispositivo de seguimiento de la salud era aclamado como el «arma secreta» de la selección de fútbol de Inglaterra para la Eurocopa 2024 en la que llegaron a la final, antes de perder contra España. Conocido como el anillo Oura, estudios científicos aseguran que podría ayudar a predecir si se padece diabetes y a detectar enfermedades como la gripe o el Covid. Ahora, acabamos de ver estos anillos en los reales dedos de los reyes Abdalá y Rania de Jordania .

Ha sido en la foto que la casa real hachemita elegía para felicitar al monarca por sus 63 años. Su esposa Rania, que también reina en las redes sociales, la compartió en su cuenta de Instagram junto a una cariñosa dedicatoria: «Lo eres todo para nosotros». Pero más allá de sus sonrisas, del tierno mensaje y del llamativo amarillo chillón del vestido que luce la madre del príncipe heredero Hussein , destacaba un sencillo anillo alrededor de su dedo corazón.

Además de resaltar sobre el resto de joyas doradas que luce Rania de Jordania en la foto, los fans de la realeza con la vista más aguda se han fijado en que en el dedo meñique de su marido hay un anillo similar. Un dispositivo inteligente fabricado en Finlandia que se lalma Oura y cuyas virtudes ya han seducido a rostros tan conocidos como Gwyneth Paltrow, Jennifer Aniston, Kim Kardashian, Cristiano Ronaldo e incluso otros miembros de la realeza, como el príncipe Harry .

Esta sencilla pieza en color gris metalizado es una joya muy especial. El anillo Oura no es un simple adorno, sino más bien un instrumento para tener buena salud. Conectado a la piel, sus sensores miden la calidad del sueño, los niveles de estrés, la actividad física, los niveles de oxígeno en sangre y la temperatura.

Gracias a este anillo de titanio, la marca asegura que el usuario siente un «bienestar duradero» y puede disfrutar de «una vida cotidiana más equilibrada», con los datos comunicados en tiempo real a través de una aplicación. Pero claro, tener la salud al alcance de la mano tiene obviamente un precio. Para hacerse con este anillo hay que desembolsar entre 399 y 549 euros.

Lanzado en 2013 por Oura Health, una empresa tecnológica finlandesa, esta firma asegura que el anillo es el primer dispositivo diseñado para ofrecer una imagen verdaderamente holística de tu salud. En las redes sociales, los usuarios comparten a menudo sus patrones de sueño y estrés y confiesan haber hecho cambios drásticos en su estilo de vida, como dejar el alcohol o modificar su forma de dormir.

En el interior del anillo, que se recomienda llevar en el dedo índice, hay tres sensores: unas diminutas luces infrarrojas que miden la frecuencia cardiaca y respiratoria, un acelerómetro que registra el movimiento y un monitor de temperatura corporal que detecta la fiebre e incluso predice los ciclos menstruales de las mujeres.

Son muchos los famosos que han caído rendidos ante las supuestas virtudes del anillo Oura. Desde Cristiano Ronaldo a Jennifer Aniston han sido vistos con este dispositivo. ¿Y cómo duerme Kim Kardashian por las noches? De maravilla, según los comentarios de su anillo. Una vez, después de ocho horas de descanso, se despertó (exactamente a las 7:22 de la mañana) con una puntuación de sueño de 93 sobre 100, un dato que luego publicó en Instagram.

Pero no solo la realeza de las redes apuesta por este dispositivo. Los verdaderos royal también. Mucho antes de que los reyes de Jordania se sumaran a esta moda, el príncipe Harry apareció con este anillo conectado en 2018, durante su primer viaje oficial junto a Meghan Markle a Australia. Pocos meses después de su boda, este anillo en el dedo anular de su mano derecha había intrigado a sus fans. En aquel momento, el duque de Sussex eligió el modelo negro mate, que ahora parece haber abandonado su mano.

Otro royal hachemita como es el hermano del rey Abdalá, el príncipe Faisal , fue visto también hace poco luciendo un anillo Oura cuando presentó su candidatura a la presidencia del Comité Olímpico Internacional. El dispositivo midió sin duda su tensión, pero hasta el próximo mes de marzo no sabremos si le ha traído suerte.