Camilla Parker Bowles y el entonces príncipe de Gales, Carlos, el día de su boda saludando al público en la calle. / getty images

El primo del rey confiesa

Este es el terrible trauma de la infancia de Carlos III que solucionó Camilla Paker Bowles (y que Diana de Gales no supo gestionar)

Eduardo von Anhalt-Dessau, primo de Carlos III y amigo de Camilla Parker Bowles, ha confesado en público cuál fue el trauma infantil que el rey ha superado gracias a su segunda esposa.

Entre las muchas facetas que hemos descubierto del rey Carlos III desde que porta la corona británica la más chocante ha sido la de contemplar en directo que es « muy sensible a las violaciones de protocolo». Un rasgo de carácter que ya destacaba su biógrafa, Sally Bedell Smith, en su obra dedicada al príncipe en 2017, junto a su timidez legendaria y el alto concepto que tiene de sí mismo y sus habilidades (llegó a ofrecer a Lucien Freud una de sus acuarelas a cambio de uno de los cuadros del artista).

Ahora ha sido un integrante de su propia familia quién ha expuesto en los medios que la intimidad del padre del príncipe Harry es tan complicada como su desempeño público y que gracias a Camilla Parker Bowles, actual reina regente, el rey ha sido curado de un «trauma» que arrastraba desde la infancia.

El informante ha sido el también príncipe Eduardo von Anhalt-Dessau, primo de Carlos III y amigo suyo desde hace tres décadas. El aristócrata, que también ejerce de periodista, ha descrito en la revista alemana Stern que el monarca ha superado gracias a su mujer su completa imposibilidad a ser tocado.

«Carlos tuvo un gran trauma que Camilla resolvió», afirma el príncipe Eduardo en la publicación alemana. «Solía perder el control cuando alguien lo tocaba espontáneamente, le ponía la mano en el brazo o incluso en el hombro».

El primo del rey afirma, incluso, que podría «entrar en pánico» en las situaciones en las que el monarca estaba solo y rodeado por un grupo de desconocidos. «Pero ahora está muy relajado, incluso cuando está rodeado de gente y ésta le toca. Ese es claramente el mérito de Camilla», asegura.

Por qué Carlos III sólo permite que le toque Camilla

Sobre que el monarca británico tiene problemas con el contacto físico ha habido testimonios en el pasado, en el presente (el propio príncipe Harry lo cuenta en su libro En la sombra), y seguramente algún testimonio más aparecerá en el futuro. Pero es la primera vez que alguien cercano a Carlos III explica la causa de ese rechazo y cuál ha sido la «cura».

Diana de Gales le explicó a la escritora Ingrid Seward que la culpa de tanto distanciamiento la tenía la educación que su marido había recibido durante su infancia. Una vida rodeado de nannies y poco más convirtieron al entonces príncipe en un desastre en el cara a cara, alguien que «no podía ser táctil» con su esposa y que sufría «retención emocional».

Por darle un punto de razón a lo que pensaba la princesa Diana que era el origen de la actitud distante de su marido, es cierto que la educación sentimental de Carlos III dejó bastante que desear. Él mismo describió a su madre, la reina Isabel, como «distante» y confirmó que sus escasas habilidades físicas le alejaron de su padre, que sólo asistió a dos de sus cumpleaños desde que nació hasta que cumplió los ocho años.

Pero seguramente lo que remató al príncipe de Gales fue casarse con una sosa adolescente apodada por la prensa como «Lady shy» en 1981 y que se convirtiera años después en la mujer le golpeaba y continuaba a gritos con la octava bronca del día mientras él intentaba rezar de rodillas frente a su cama (algo que pasaba a menudo como le confesó Carlos a su prima Pamela Hicks).

A pesar de la frialdad ancestral de los Windsor, Eduardo von Anhalt-Dessau asegura que la imposibilidad de Carlos III de ser tocado provenía, en realidad, del trauma que supuso para él su paso por el internado al que le obligó su padre a acudir, Gordonstoun.

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Sally Bedell Smith, retrata en Príncipe Carlos: Las pasiones y paradojas de una vida improbable, el paso de Carlos III como una auténtica pesadilla. El espartano internado escocés era lo contrario que un príncipe de físico frágil y currículum escolar ajustado necesitaba en su vida. Se convirtió en el objetivo de todos los matones del lugar que, por lo visto, eran bastantes.

El centro escolar que presumía de conseguir liberar a los hijos de los poderosos de la «prisión» de sus privilegios acabó convirtiendo al príncipe de Gales en un flan. Como le sucedió a Juan Carlos de Borbón tras su paso por el internado suizo en el que quedó sordo de un oído, el bullying sufrido en Gordonstoun dejó secuelas en Carlos III que le acompañaron durante casi toda su vida adulta.

Hasta que pudo estar con Camilla Parker Bowles, la mujer que desde los años 70 le ha servido de apoyo incondicinal y que no le deja solo ni en público ni en privado. Junto a ella el rey, por fin, se siente seguro. O eso afirma el primo alemán del rey.