El rey Carlos III y la reina Camilla han adquierido una nueva propiedad en Witshire. /
Raymill está situado en Reybridge, cerca de la localidad de Lacock en el condado de Whilshire, al sudoeste de Inglaterra, y ha sido el refugio de la reina Camilla en los últimos 30 años. La reina lo siguió conservando aún después de su matrimonio con Carlos III . Allí es donde ella se siente libre y es donde puede ser ella misma.
Allí se retiró después del funeral de la reina Isabel II y del periodo de luto que le siguió, en septiembre de 2022, y donde pasa todo el tiempo que puede cuando no debe estar en Highgrove House, la propiedad de Carlos en Gloucestershire, o Clarence House, en Londres, las casas oficiales que comparte con el rey. En Raymill disfruta de sus caballos, pasea con sus perros y pasa todo el tiempo que puede con su familia.
Camilla compró Raymill en 1995 por 850.000 libras –un millón y medio de euros– tras divorciarse de Andrew Parker-Bowles. Construida en estilo italiano, en 1860, cuenta con cinco hectáreas de jardines y huertos y una piscina aislada y amurallada que, según se dice, les encanta a sus nietos. Raymill se encuentra junto al río Avon, en un paisaje de antiguas tierras de cultivo. En el cercano pueblo de Lacock se han rodado dramas de época como Orgullo y prejuicio, basado en la novela de Jane Austen, y escenas de las películas de Harry Potter.
Sin embargo, este paraíso privado ha estado a punto de desaparecer. La intervención del rey lo ha evitado. Los planes de venta de la propiedad adyacente que se llama The Old Mil y cuya valla se sitúa a tan solo nueve metros de la propiedad de Camilla, han supuesto un severo quebradero de cabeza para la reina y una gran preocupación en Buckingham sobre su seguridad y privacidad.
La propiedad iba a venderse y los futuros propietarios tenían la intención de convertir The Old Mill en una casa de vacaciones y en un establecimiento de bodas y eventos. Ante la complicada situación, el rey Carlos III decidió bloquear la venta y comprar The Old Mill con sus fondos privados. La compra protege a Camilla y es, además, una inversión sólida. La propiedad estará bajo un control de seguridad para evitar que un futuro inquilino le de un uso inapropiado.
El rey Carlos le ha regalado a su mujer Camilla una casita para que pueda tener más intimidad. /
Ante la perspectiva de decenas de autobuses transportando invitados o inquilinos vacacionales celebrando ruidosas fiestas, la reina empezó a inquietarse y a sentir una gran ansiedad. Camilla ha pasado un año y medio muy difícil , tras la coronación de Carlos, en 2023, y el preocupante diagnóstico de cáncer del monarca. Sus escapadas a Raymill han sido un gran apoyo para ella. Por eso, ha sido enorme el alivio que ha sentido y está inmensamente agradecida a su esposo, tras su decisión de compra que, además, no supone ningún peso para las finanzas públicas.
Los problemas con The Old Mill empezaron, ya hace años, cuando fue adquirida por el promotor inmobiliario Phil Clayton, de 60 años, en 2018 por casi un millón de euros. El nuevo propietario empezó a realizar grandes obras de renovación que le enfrentaron con Camilla y otros vecinos. La obra más polémica fue la conversión de un antiguo garaje en un apartamento de vacaciones de 200 euros por noche. Se anunciaba como «Pear Tree Loft» en Airbnb. Para consternación de Camilla, se encontraba a solo 60 metros de su puerta de entrada.
Ambas propiedades comparten el camino de acceso privado, por lo que los turistas podían atisbar la propiedad de Camilla. Las obras habían incluido muchos otros cambios, como la adición de varios edificios anexos y un patio de estilo italiano con olivos y lavanda, y la renovación de la fachada. Además, ampliaron la planta hidroeléctrica del río que producía la mayor parte de su electricidad. Preveían también aumentar de tamaño varias habitaciones, un salón y un comedor y construir un gimnasio. La venta a un promotor que planeaba convertir la propiedad en un lugar de eventos fue la gota que colmó el vaso.
Camilla escribió varias cartas, con el membrete de Su Alteza Real, a las autoridades de Whiltshire, expresando su temor a que las modificaciones supusieran un mayor riesgo de inundación de Raymill, pero su queja no fue admitida. La compra de Carlos III implica que el camino privado de acceso que conduce a las dos propiedades estará bajo el control de Camilla a partir de ahora, lo que impedirá que lo utilicen visitantes y extraños.
Antes pertenecía a los propietarios de The Old Mill, lo que le impedía restringir el acceso público. El agradecimiento de Camilla a Carlos es infinito. Muchos dicen que, si sobrevive al Rey, es probable que se retire permanentemente a Raymill en lugar de a un palacio real.