Las pistas de que Carolina de Mónaco y Carlota Casiraghi se están distanciando: la entrevista de la discordia

Mientras en España las preocupaciones de la infanta Cristina por sus hijos no dejan de saltar a los titulares, ahora es en Mónaco donde surgen rumores de una reciente tensión madre-hija, en este caso entre la princesa Carolina y Carlota Casiraghi. Es la revista alemana 'Bunte' la que se aventura a decir que la última entrevista de la octava en la línea sucesoria del trono del principado ha podido haber sentado regular a la hermana del príncipe Alberto.

Habitualmente discreta, la hija de Carolina de Mónaco y Stefano Casiraghi suele mantener a buen recaudo su vida privada y sus opiniones, pero cuando concede una de sus escasas entrevistas, suele causar cierto revuelo. Esto es de nuevo lo que ocurrió cuando la embajadora de Chanel habló recientemente con diario británico 'The Telegraph' sobre su papel público como miembro de la familia Grimaldi.

Carlota solo desempeña su papel para el principado de Mónaco si sirve a un propósito específico o es importante para su familia . Sin embargo, asegura que podría prescindir totalmente de la presión pública y de las expectativas que se depositan en ella. «Esto conlleva presión, la gente te juzga y espera mucho de ti cuando tienes un estatus oficial. Prefiero ser libre», dice tajante. En este sentido, añade que no aprecia especialmente ser la «representación oficial» de su país y por eso preferiría «desvincularse de su estatus real». Unas declaraciones que probablemente no hayan gustado demasiado en el seno de los Grimaldi.

No resulta difícil, sin embargo, excusar estas llamativas declaraciones. Ya de niña, Carlota tuvo que enfrentarse a los inconvenientes de una vida tan pública. Tras la muerte de su padre, Stefano Casiraghi, en un trágico accidente con solo 30 años, su familia se convirtió aún más en el centro de atención mundial. Carolina dio entonces la espalda al principado junto a sus hijos, aunque esa «vida normal» tampoco fue fácil, según confiesa la joven al 'Telegraph'.

Carlota Casiraghi ha descrito en el pasado el carácter «liberador» de su relación con su madre desde que ella tuvo a sus propios hijos, explicando que ello le brindó la oportunidad de «sentirse más cerca». En una conversación con la revista inglesa 'Town & Country', aseguraba también que dar a luz ha desencadenado en ella una «transmisión del vínculo maternal».

«Por supuesto, tienes más empatía y entiendes más cosas», declaró la madre de dos hijos, Raphaël, fruto de su relación con Gad Elmaleh, y Balthazaar, al que tuvo con su exesposo Dmitri Rassam, del que se separaba el pasado mes de febrero.

Describiendo la relación con su madre como «ambivalente», la sobrina del príncipe Alberto de Mónaco agregó: «Muchas mujeres sienten que también tienen ese poder, para dar vida, y no es algo que solo le deban a su madre. No quiero revelar necesariamente todo lo que pasa entre nosotras, pero siempre es ambivalente». Incidiendo en la cuestión, añadió que sentía que «incluso cuando tienes tus propios hijos, sigues luchando por tener tu propio espacio».

No ha habido, ni probablemente habrá, ningún tipo de respuesta por parte de Carolina sobre la inusual franqueza de su hija mayor. Pero una cosa está clara: la royal –siempre en tela de juicio por sus supuestas discrepancias con su cuñada Charlène o su hermana Estefanía– cumple con sus obligaciones públicas y su papel en la casa real como un reloj suizo. Y si a su hija Carlota no le apetece acompañarla en alguna de ellas, siempre está disponible su hermanastra menor, la princesa Alexandra de Hannover .

Precisamente hace pocos días Carolina y Alexandra visitaban juntas el Espace Léo Ferré de Mónaco. Allí ambas recorrieron una exposición en honor del artista monegasco Léo Ferré y las imágenes de ese momento nos muestran a un interesado dúo madre-hija paseando por la muestra, muy interesadas en las obras.

¿Es su aparición conjunta una respuesta indirecta a la última entrevista de Carlota? Probablemente no. ¿Le gustaría que su hija mayor fuera más diplomática a la hora de abordar cuestiones oficiales? Pues seguramente sí, pero sabiendo que es todo un espíritu libre, es dudoso que le hayan extrañado sus palabras. Y después de ver cómo ella y sus hijos están completamente distanciados de Estefanía y los suyos , no querrá que en su casa pase lo mismo.