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Da igual el tipo de boda, quienes sean los protagonistas y qué invitados acudan a la cita. El vestido de novia es siempre el elemento más comentado, el que más expectación genera y lo que casi todos mejor recuerdan. Y la boda de Nicolás de Grecia y Chrysi Vardinogiannis no ha sido menos. El look elegido por la pareja del príncipe griego con un vestido con cristales y tiara ha sido el absoluto protagonista de una ceremonia sencilla y con gran representación royal.
Sin embargo, esta vez, el precioso diseño de Alta Costura que escogió Chrysi ha quedado ligeramente en la sombra debido a una polémica elección: el uso de una tiara con mucha historia y significado. ¿El principal problema? Que es la misma pieza que lució en su boda Tatiana Blatnik, exmujer del príncipe Nicolás de Grecia.
Como manda la tradición, Chrysi Vardinogiannis quiso completar su look nupcial con la conocida como tiara del Corsario, una tiara que ha estado presente en los momentos más especiales de las princesas de la realeza helena y que han lucido todas las mujeres que han entrado a la familia por matrimonio.
Parece que Chrysi no ha querido ser menos y ha optado por llevar esta espectacular joya que vimos llevar a Marie Chantal Miller, Nina Flohr y a la mencionada Tatiana. Cabía la posibilidad de que optara por no hacerlo por el hecho de que también la hubiera llevado la exmujer de su ya marido, sin embargo, ha preferido continuar con la tradición dejando a un lado el qué dirán.
Nicolás de Greca y Chrysi Vardinogiannis durante la ceremonia. /
Una polémica decisión de lo más comentada que ha generado algunas críticas y que ha hecho que esta alhaja haya sido la absoluta protagonista de un estilismo repleto de detalles interesantes: transparencias, silueta ceñida, velo con cristales, bordados de pedrería, unos pendientes de diamantes...
La tiara Antique Corsage es una de las joyas más representativas de la familia real griega y tiene su origen en un broche de diamantes y perlas de la reina Victoria de Suecia, que acabó heredando Ingrid de Dinamarca, quien la convirtió en tiara. Después, la madre de Ana María de Grecia (madre del novio actual) se la regaló a su hija en su 18 cumpleaños.
Ella la introdujo en el joyero de los Grecia al casarse con Constantino y desde entonces, esta pieza se ha convertido en una alhaja muy especial y de las más valiosas y ha sido protagonista en muchos de los grandes momentos de la familia real griega, no solo en citas nupciales. Ana María de Grecia se la ha prestado a todas sus nueras, una lista a la que ahora se ha unido Chrysi.
Tatiana Blatnik luciendo la tiara Corsario en su boda con Nicolás de Grecia. /
Con un diseño ligero y romántico, se trata de una pieza de la que se desconoce el origen del original nombre que tiene. De hecho, existen algunas teorías sobre su denominación y entre ellas hay una que sostiene que puede estar relacionado con la tradición escandinava de joyas inspiradas en la naturaleza, dado su patrón de hojas de laurel entrelazadas.
Su tamaño pequeño y sencillo ha hecho que sea una pieza fácil de lucir y de adaptar a diferentes peinados. De hecho, es considerada una tiara de iniciación, ya que al ser pequeña fue la que lucieron las hijas de Ana María, Alexia y Teodora en sus primeros actos reales.