LOS ROYALS TAMBIÉN LLORAN

El traumático noviazgo de Mette-Marit y el príncipe Haakon de Noruega: lágrimas, insultos y un pasado salvaje

La auténtica princesa plebeya a la fuga de Europa nunca fue Charlène de Mónaco, sino Mette Marit de Noruega que aún recuerda con escalofríos su complicado noviazgo con el príncipe Hakoon.

Mette Marit y el príncipe Haakon en el Palacio Real de Oslo. / GETTY IMAGES

Silvia Vivas
Silvia Vivas

Una de las muchas cosas que hizo bien la reina Letizia antes de debutar como futura royal es mantener su noviazgo con el entonces príncipe Felipe en completo secreto. Los noviazgos reales con plebeyas y paparazzis matan el romanticismo, como bien sabe Hakoon de Noruega tras llorar como un niño cuando se destapó su idilio con una madre soltera y plebeyísima: la siempre poco convencida princesa Mette-Marit .

Porque si fuéramos un poco honestos con la trayectoria de Mette-Marit le arrebataríamos la corona efímera de royal rubia, lánguida y en crisis de Europa a Charlène de Mónaco y se la concederíamos a la noruega que desde su boda con el heredero al trono de su país en 2001 no levanta cabeza.

Sus problemas de salud crónicos (unidos a sus accidentes de esquí) hacen que desaparezca de los eventos y la agenda oficial de la casa real a más velocidad que la propia Charlène. Y si hablamos de relaciones terribles con una familia real en pleno, no olvidemos que su familia política la obligó a dar explicaciones televisivas y lacrimógenas en televisión pidiendo perdón por su pasado «salvaje» como requisito para poder casarse en la catedral de Oslo.

Aún hoy, cuando recuerda su noviazgo con Hakoon destacan más las palabras contundentes en contra que las que pronuncia a favor. De hecho ha declarado públicamente que aún le cuesta ver vídeos de su pedida de mano o sus apariciones de hace veinte años en público.

Específicamente, y para que quede claro, en 2021 confesó a los medios que «Hay algunos periodos de la vida, especialmente de la primera fase con Haakon, en los que todavía no puedo pensar sin que me den ganas de vomitar».

Una frase bastante más descriptiva que el moderado «creo que fue bueno conocerlo» que ha pronunciado a favor de su esposo este 2023. Una alabanza descafeinada que completó, por supuesto, con la siguiente conclusión«Experimenté una serie de desafíos cuando era joven, y luché por encontrar un camino en mi vida. Además, también creo que fue bastante desafiante para mí el período en que conocí a mi esposo». ¿Pero qué pasó en ese noviazgo para que veinte años más tarde su protagonista femenina siga en shock?

El controvertido noviazgo del príncipe Hakoon y una madre soltera

De todas las improbables novias que desfilaban en los 2000 por los salones de los distintos palacios europeos (recordemos que era la etapa de nuestro rey Felipe con Eva Sannum ), Mette Marit fue, con mucho, la más señalada.

Y eso que al principio todo estaba a favor de la pareja: se conocieron en un festival de música y consiguieron pasar bajo el radar de todos porque, sencillamente, lo suyo era tan improbable que no se consideraba posible, al fin y al cabo ella era sólo una madre soltera.

Mette Marit y el príncipe Haakon durante su etapa de noviazgo. / / GETTY IMAGES

El propio Haakon lo describe de esta forma en sus memorias: «Algunos amigos sabían que Mette y yo nos conocimos, pero no muchos. Después de todo, ella tenía un hijo pequeño, por lo que no era del todo obvio que los dos nos convertiríamos en pareja«.

La propia madre de Mette Marit no confiaba en absoluto en el futuro de la pareja y ellos mismos decidieron darse un tiempo cuando el príncipe tuvo que viajar hasta Estados Unidos. Pero a su regreso a Noruega volvieron a estar juntos. Y entonces todo estalló.

Un artículo en el periódico Fædrelandsvennen destapó la identidad de la amante del heredero al trono noruego y se abrió la veda para la prensa que no fue precisamente amable con el tema. La circunstancias que rodeaban a la futura consorte real eran demasiado jugosas como para pasarlas por alto: una joven plebeya, madre de un niño pequeño cuyo padre era un hombre encarcelado por tráfico de drogas que incluso se había presentado, embarazada, a un reality televisivo para conseguir pareja.

Pero lo que más dolió a la futura princesa, además del acoso constante de los paparazzis, fueron los artículos que se dedicaron a su padres durante el año que duró la espera entre el descubrimiento de su noviazgo y la confirmación de su compromiso de boda con el heredero del trono.

Desde ese momento, para Mette Marit, su relación sentimental se caracterizó por estar en permanente crisis, un año que aún le «revuelve el estómago» cuando piensa en él y del que se suele negar a hablar. Ver expuestos en la prensa día sí y día también los momentos más íntimos y vulnerables de su vida le causó un daño que aún hoy no ha superado.

«La relación con mi padre se volvió aún más dolorosa. Él y yo ya teníamos una relación complicada y parte de la prensa se aprovechó de eso«, explica Mette Marit en el libro de memorias de su esposo añadiendo que los medios la pisotearon tanto a ella como a su familia. «Era una experiencia surrealista ver a la gente en televisión menospreciando a tu novia», afirma el príncipe.

El compromiso que ni los protagonistas sabían que existía

Las cosas no mejoraron demasiado para la futura princesa cuando se anunció públicamente que se iba a casar con Hakoon… sin ella ser consciente de ello. La pareja se había mudado a vivir junta a un apartamento cuando su idilio se hizo público (un motivo más para criticarlos) e intentaban llevar una vida normal, cuando la noticia apareció publicada en todas partes: en contra de la opinión pública y los deseos de su padre Mette Marit y Hakoon se habían comprometido.

En realidad, no fue así. Aquel día un grupo de editores fueron convocados por la casa real para explicarles cómo sería el compromiso de Hakoon y Mette Marit si es que éste se producía en el futuro. Pero en vez de detener los rumores sobre el compromiso matrimonial de la pareja, la reunión tuvo el efecto contrario y los medios publicaron a toda página que ese compromiso había sido oficialmente confirmado.

Una noticia que dieron por teléfono al príncipe Haakon, que reaccionó encerrándose en un despacho del ministerio en el que trabajaba a llorar. Después de la llantina se fue al apartamento que compartía con su novia y le dio un casi ultimatum: o huimos o lo afrontamos y nos vamos a tomar un café. Mette Marit escogió la segunda opción, pero aún no se ha reconciliado con aquel año que fue, para ella, el más «salvaje» de todos.

23 de agosto-22 de septiembre

Virgo

Como signo de Tierra, los Virgo tienden siempre a trabajar duro. Son organizados, inteligentes y creativos pero humildes. Disfrutan de las conexiones emocionales y de las obras de arte, y les gusta el buen comer y el buen vivir. Pero se piensan demasiado las cosas y a veces se pasan de obstinados. Ver más

¿Qué me deparan los astros?