LA de Constantino II es una historia royal que termina en los jardines de ese palacio queridísimo por él y sus hermanas, la reina Sofia e Irene de Grecia . Una historia trágica que empezó hace esos mismo 82 años en Atenas y que ha llenado sus vida de vicisitudes, tragedias y también alegrías, muy unida siempre a la porpia intrahistoria de la familia real española: de su compleja relación con Juan Carlos al vínculo indestructible con su hermana Sofía . Repasamos la vida de Constantino II, el rey de Grecia que perdió el torno y la corona y vivió el resto de su vida en el exilio.
Por las venas de Constantino II de Grecia corría sangre alemana, prusiana, rusa y danesa. Pertenecía a la casa de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg. Su madre, Federica de Hannover, era nieta del emperador Guillermo II de Alemania, y su padre, el rey Pablo, el tercer hijo de Constantino I de Grecia, hijo de la Gran Duquesa Olga Constantinovna de Rusia. Su nacimiento fue un alivio para la Familia Real, que había padecido una larga serie de exilios y de convulsiones. Constantino significaba el futuro de una monarquía renovada.
Constantino nació el 2 de junio de 1940 en el palacio ateniense de Psychiko. Era el segundo de los tres hijos de Pablo y Federica (un chico y dos chicas, Sofía, reina de España, la mayor, nacida en 1938, e Irene, la menor, en 1942). Pero ya con solo un año, su vida se vio envuelta en acontecimientos traumáticos. Su familia tuvo que huir.
Primero se desplazaron a Creta, para escapar de la inminente entrada de los nazis en Grecia y de la amenaza de ser apresados. Luego huyeron a El Cairo, en Egipto. Allí el joven príncipe acudió a un internado, el Victoria College of Alexandria, donde tuvo como compañero al rey Hussein de Jordania.
Se cuenta que Constantino estuvo a punto de morir por una apendicitis mal diagnosticada en Egipto, pero se descubrió que el médico era, en realidad, un agente secreto comunista. La familia se instaló, poco después, en Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, donde vivió en la casa del Primer Ministro, Jan Christian Smuts. Constantino ha contado que uno de sus primeros recuerdos es el de pasear cogido de la mano de Smuts
Constantino y Ana María de Dinamarca. /
Constantino regresó a Grecia con su familia, tras terminar la II Guerra Mundial, cuando tenía seis años de edad. Se convirtió en príncipe heredero al trono grigo tras la muerte del rey Jorge II en 1947, tío carnal suyo, que no había tenido hijos. Su padre se convirtió en rey como Pablo I. Constantino se educó, a partir de 1949, en el internado de Atenas, Anavryta, que crearon sus padres. Eligieron a una docena de niños para que fueran sus compañeros de clase y se convirtieron en sus amigos de por vida.
El régimen escolar incluía duchas heladas y carreras a las seis de la mañana. Los fines de semana, Constantino invitaba a sus jóvenes compañeros al Palacio de Tatoi, la residencia de verano de la Familia Real, situado al norte de Atenas, donde Pablo y Federica celebraban elegantes reuniones y bailes.
Los muchachos habían sido seleccionados mediante pruebas de inteligencia y elegidos para representar a todas las clases de la sociedad griega y podían disfrutar de becas completas. Se estableció sobre los principios del educador alemán Kurt Hahn, quien fundó la Escuela Gordonstoun, en Escocia, donde han ido el Príncipe Felipe de Edimburgo y el Príncipe Carlos, y Salem School, en Alemania, donde estudió la reina Sofía.
Tras su periodo escolar, el futuro rey se formó en los tres cuerpos del Ejército y en la Escuela Especial de la OTAN, en Alemania. Al terminar acudió a la Universidad de Atenas, donde estudió Derecho. El joven príncipe viajó a menudo con sus padres en visitas oficiales a lugares como Líbano, Tailandia, Alemania o Italia.
Constantino, gran amante del deporte, se convirtió en medallista olímpico. Ganó la medalla de oro de vela en los Juegos de Verano de Roma de 1960, la primera medalla para Grecia desde 1912. «Es la sensación más maravillosa que he tenido, aparte de comprometerme con mi esposa», dijo después.
Constantino y Ana María el día de su boda. /
En marzo de 1964, el rey Pablo murió de cáncer y el Príncipe se convirtió en el rey Constantino II, con 23 años. Seis meses después se casó con la princesa Ana María de Dinamarca, que tenía tan solo 18 años. La ceremonia tuvo lugar el 18 de septiembre de 1964 en la Catedral de Atenas. Asistieron siete casas reinantes, tres en el exilio y ochenta y siete príncipes y princesas.
Fue una de las celebraciones más grandiosas de la realeza europea, llena de alegría y majestuosidad. Los griegos salieron a la calle. Pero para muchos la celebración fue un gran derroche, por lo que fue muy criticada la reina Federica. Ana María se convirtió, del brazo de Constantino, en la reina más joven de Europa.
Constantino y la hija de Federico IX de Dinamarca, se conocieron en Copenhague durante un viaje oficial de los reyes de Grecia a Dinamarca. Eran primos. Su romance fue secreto durante largo tiempo. Su primera hija fue la princesa Alexia, que nació en 1965, en la finca de Mon Repos, en Corfú. Después llegó Pablo, el heredero, en 1967, y el Príncipe Nicolás en 1969.
Pablo de Grecia junto a su mujer posa con sus hermanas, su madre y el rey Juan Carlos. /
Pero el reinado de Constantino duró poco: el 21 de abril de 1967, el coronel George Papadopoulos dio un golpe de Estado. Un pelotón de paracaidistas del Ejército asaltó el palacio familiar de verano de Tatoi, a unos 30 kilómetros de Atenas, donde se encontraba la familia real y desalojó a los jóvenes monarcas. Ana María estaba embarazada de ocho meses de su segundo hijo y, en ese momento, estaba tratando de dormir a su hija mayor, Alexía.
En los primeros momentos del golpe, aislado y confundido, Constantino pactó con los Coroneles para mantenerse en el trono. Unas 8.000 personas fueron arrestadas, incluido el personal de palacio. Constantino quería evitar, a toda costa, el derramamiento de sangre.
El 13 de diciembre de 1967, el rey lanzó un contragolpe. Constantino se llevó a su familia a la ciudad de Kavala, al norte de Grecia, donde creía que podía contar con generales leales. Su objetivo era crear un gobierno alternativo en Salónica. Se dice que los griegos denostaban los manejos de la monarquía para interferir en la política, especialmente los de la reina Federica, a la que consideraban una mujer de carácter intolerante y manipulador.
Pero la estrategia fue un error. Los coroneles de Atenas reunieron una fuerza que avanzó hacia el norte y el contragolpe fracasó. El 29 de junio de 1973, la Familia Real griega salió hacia el exilio. Se refugió en Italia, donde permaneció cinco años.
Él mismo pilotaba el avión en ese viaje. La historia se repetía: al igual que su abuelo Constantino I y su tío, el rey Jorge II habían tenido que dejar Grecia en varias ocasiones, Constantino se veía abocado también a la huida. El rey ha contado cómo tuvo que pedirle dinero prestado para combustible a su ayuda de cámara y al rey Juan Carlos que le enviara ropa. La reina Ana María estaba embarazada y sufrió un aborto. El propio Constantino ha contado en alguna ocasión que cree que la Junta de los Coroneles diseñó varios atentados contra él. En 1974, quedaba abolida la monarquía en Grecia tras un referéndum.
Constantino y su mujer con la princesa Alexia de Grecia. /
La familia se instaló en Londres, en el elegante barrio londinense de Hampstead, donde nacieron sus dos hijos pequeños: Theodora, en 1983, y Philippos, en 1986. En Gran Bretaña, la familia gozó siempre de la protección de la Reina Isabel, de la que son familia. Constantino emprendió algunos negocios. Creó el Colegio Helénico, donde se educaron sus propios hijos. Sus propiedades en Grecia habían sido expropiadas y la familia había salido del país casi con lo puesto. El estado confiscó todas las propiedades de la familia: la finca de Tatoi, la finca de Mon Repos, en Corfú, lugar de nacimiento de muchos miembros de la familia real griega (incluido el Duque de Edimburgo), y 7.000 acres de bosques en el centro de Grecia. Durante un tiempo, Constantino y su familia viajaron con pasaportes españoles como «Constantino de Grecia» y «Ana María de Grecia», y danés, como «SM el Rey Constantino» y «SM la reina Ana María». Constantino no pudo volver a Grecia en 40 años, salvo unas horas, en 1981 para enterrar a su madre, la reina Federica, en el palacio de Tatoi.
El rey Constantino II de Grecia pudo regresar definitivamente con su familia en 2013 a su país natal. Él y Ana María se instalaron en Porto Heli, una tranquila localidad costera, en una gran casa frente al mar en la que reúnen a toda la familia –incluidas las hermanas de Constantino, la reina Sofía y la princesa Irene– en verano y en las celebraciones familiares. El lugar es idílico. Está muy cerca de importantes restos arqueológicos como el teatro de Epidauro o Micenas. Constantino también disfruta de su yate, el Afroessa.
Hace 11 años, Constantino se sometió a una cirugía de corazón en Londres. Su salud se fue deteriorando en los últimos años, hasta el punto de que ya no puede caminar sin silla de ruedas. El ex rey confió, hace varios años, en una entrevista con la publicación británica «Town and Country», que ya tenía decidido dónde sería enterrado: el cementerio real en los terrenos de Tatoi. «A mi familia no le gusta cuando hablo de eso, pero he elegido el lugar. Esa parte donde las tumbas están sombreadas por árboles de nogal en flor, más abajo y un poco a la izquierda de mi padre. Mirando hacia el mar«.