Tamara Falcó e Iñigo Onieva con su boda a la vista. / /
El cura que va a casar a Tamara Falcó e Iñigo Onieva acaba de convertirse, por obra y arte de la televisión, en uno de los personajes claves en su boda. Ni los padrinos, ni los invitados, ni los ausentes, ni casi los propios novios: hoy se hablará, y mucho de el padre Cruz.
La culpa la tiene el programa que sustituye a Sálvame, que el pasado viernes decía adiós a la parrilla de Telecinco. En su lugar se ha estrenado el espacio Así es la vida que ha hablado con Miguel Cruz, el párroco que va a oficiar la ceremonia que convertirá a Tammy y Oni en mujer y marido. Y el cura ha hablado. De ella, de él, de lo suyo de ellos… Todo aparentemente muy casual: el reportero se planta en la parroquia preguntando por el sacerdote que va a casar a la pareja, y ¡ohm sorpresa!, es él. Se sientan y comienza la charla.
Y lo que cuenta es que afronta ese momento con naturalidad y que no está nervioso (que más lo estarán los novios). «La crisis es una oportunidad para crecer», dice el padre Cruz en referencia a la que pasaron Tamara y su novio después del Burning Man. Miguel habló con la marquesa de Griñón y también con el empresario y reconocía que «fueron tiempos difíciles» en los que «ambos sufrieton mucho».
Si hay un valedor de Onieva, más allá de su familia, amigos y la propia Tammy, ese es el padre Cruz que decía de él en el espacio de Telecinco que «es un joven que ha apostado por Tamara, que ha luchado por Tamara y que ama a Tamara», explicaba. «Hacen buena pareja. Los veo enamorados. Locos el uno por el otro». Poco más que añadir.
Aunque esta ha sido la primera vez que el padre Cruz se ponía delante de las cámaras en una especie de plató improvisado, su debut ante un micrófono fue en febrero de este 2023. En aquella ocasión, con nocturnidad y alevosía (en febrero anochece más pronto) los compañeros periodistas de Europa Press le abordaban a la salida de su parroquia cuando se supo que él sería el encargado de conducir la ceremonia.
El padre Cruz, en un momento de la entrevista en Telecinco. /
Él se quitaba importancia y decía que su único papel era hacer «lo que hace el sacerdote, presidir la eucaristía y ser testigo cualificado del sacramento«. En su encuentro con el reportero, este le comentaba que era bastante habitual ver al párraco entrar y salir de la casa de Puerta de Hierro (residencia de Isabel Preysler y lugar en el que se refugió la marquesa tras la crisis) y el padre Cruz, primero bromeaba con el periodista («Tú eres de los que pasa frío y calor en la casa de Puerta del Hierro» decía entre bromas) y después destacaba su amistad con la familia: «Siempre es bueno acompañar a los amigos en los momentos buenos. En los momentos buenos, uno se alegra».
El padre Cruz contaba entonces que los novios se estaban preparando para el gran momento («Harán sus cursos matrimoniales»), y sobre la infidelidad de Onieva y el posterior perdón, ante lo humano pero también lo divino, decía: «Imagino que a todos nos tienen muchos pecados que perdonar y me alegro por Tamara e Iñigo». Y sí, por si había alguna duda, al padre Cruz Onieva le «parece una gran persona».
Casi al mismo tiempo que el padre Cruz hacía su debut ante las cámaras, también hablaba el padre Gustavo, alcalde de Aldea del Fresno. Quedaban cinco meses para el gran día, y los novios retomaban el plan interruptus de darse el 'sí, quiero'. La pareja retomaba su intención de matrimoniar, en un primer momento, con fecha de 17 de junio, que posteriormente sería cambiada por el 8 de julio.
La boda se va a celebrar en El Rincón , y por aquel mes de febrero la revista Semana publicaba fotografías de Tamara y Onieva acudiendo a la iglesia a la que pertenece el palacio de los Griñón, la de Aldea del Fresno. Fue el cura de esa localidad el que ayudó a la pareja con el papeleo y aprovechaba para hablar sobre la marquesa y su prometido. Y sobre el lugar donde se iba a celebrar el rito.
«La capilla está consagrada, sí. Es un lugar sagrado, pero ya sé que es pequeño y que no lo van a hacer dentro. Si es que lo hiciesen ahí, Tamara me dijo que no caben más que 12 personas», comentaba entonces el sacerdote sobre la pequeña iglesia que está dentro de la propiedad de El Rincón. El sacerdote explicaba los distintos procesos que debería realizar la pareja en caso de que quisiera celebrarla en esa pequeña capilla («es lo que se llama expediente parroquial», explicaba), algo que han llevado a cabo como confirmaban en la invitación.
«Tamara y Iñigo tienen el gusto de invitarte a la ceremonia religiosa y a la celebración de su matrimonio que tendrá lugar (Dios Mediante) el sábado 8 de julio de 2023, a las siete de la tarde, en el Palacio El Rincón (Aldea del Fresno, Madrid)». Bien pensado, la decisión tiene toda la lógica del mundo: un enlace tan esperado como este, en un espacio público como la iglesia de la localidad, se podía haber convertido en una boda como aquella de Lolita que a punto estuvo de no celebrarse por la asistencia masiva de público. «¡Si me queréis, irse!», dijo entonces la gran Lola Flores.
El sacerdote Josep María Quintana. /
Josep María Quintana no solo fue el primero en dar la bendición al enlace de la marquesa, también es su confesor, y, más importante aún, una estrella en Youtube. Su cuenta de Instagram (sí, tiene una) cuenta con 37 mil seguidores y en ella realiza encuentros como los que en varias ocasiones ha llevado a cabo la propia Tamara con sus amigas. Este sacerdote catalán forma parte del círculo íntimo de la marquesa y de algunas íntimas como Ana Finat.
Nacido en Banyoles, provincia de Girona, el padre Quintana se licenció en Magisterio y Pedagogía por la Universidad de Barcelona, especializándose en Educación Física. También estudió Teología Moral por la Universidad Pontificia de la Santa Cruz de Roma. Él mismo lo contó en el Diari de Girona en una entrevista realizada en 2011 donde trataba de explicar el propósito de una tesis con un complejo título: 'La actividad deportiva: una reflexión antropológica, social y moral de la educación física a partir de las enseñanzas del beato Juan Pablo II'.