Cayetana de Alba con su nieta Amina en brazos antes de su bautizo acompañada de la hermana de Genoveva Casanova, Denise, madrina del pequeño Luis. / gtres

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Los duques de Huéscar, padres por segunda vez: así han sido todos los bautizos de la Casa de Alba (los que se hicieron al gusto de Cayetana y los que no)

Sofía Palazuelo, duquesa de Huéscar y futura duquesa de Alba, ha dado a luz a su segunda hija. Se avecina otro bautizo inolvidable en la Casa de Alba.

Se avecina un nuevo bautizo de postín en la Casa de Alba. Sofía Palazuelo, esposa del heredero del título de duque de Alba, Fernando Fitz-James Stuart y Solís, ha dado a luz a su segunda hija. La primera, la pequeña Rosario, nació el 8 de septiembre de 2020, dos años después de la emblemática boda de sus padres en el Palacio de Liria.

Como el dos debe ser la cifra de la suerte para los duques de Huéscar, su hija recién nacida (a la que todo apunta que llamarán Sofía) ha llegado dos años después del nacimiento de la primera, Rosario.

La pequeña Rosario fue bautizada en mayo de 2021, pocos días después de la boda de los duques de Osorno. Un bautizo atípico que tuvo que ser pospuesto por la pandemia pero que incluso así conservó muchas de las tradiciones que impuso Cayetana Fitz-James Stuart a los bautizos de la familia.

Así fue el bautizo de Rosario, un homenaje al legado de Cayetana de Alba

Hasta que no llegó el momento de bautizar al padre de Rosario y Sofía, Fernando Fitz-James Stuart y Solís, la duquesa de Alba no se salió con la suya. Antes de Fernando los niños de los Alba se bautizaban en Madrid, pero con la llegada de su primer nieto Cayetana consiguió convencer a su hijo y celebrar en Sevilla el nuevo nacimiento. El bautizo de Rosario, la hermana mayor de la recién nacida en la Casa de Alba, continuó respetando los deseos de la desaparecida Cayetana.

Rosario no solo compartió ciudad de bautismo con su padre, también iglesia y traje de bautismo. La parroquia escogida fue la de San Román (muy del gusto de la duquesa de Alba) y llevó puesto el mismo faldón de cristianar que antes de ella usó su propio padre en su bautizo.

La pieza, que recibió Cayetana de Alba de manos de su abuela materna, pasa de padres a hijos desde que decidió usarla con su primogénito y heredero, Carlos. Otro detalle que le hubiera encantado a la difunta duquesa es que tras la ceremonia la recién bautizada y sus padres visitaron la Hermandad de los Gitanos, donde reposan sus cenizas.

Cuando Cayetana de Alba cambió la tradición y se llevó los bautizos a Sevilla

En el bautizo del padre de la recién nacida, Fernando Fitz-James Stuart y Solís, duque de Huéscar, fue cuando se dejó notar la mano de Cayetana de Alba en todos los detalles especialmente en la lista de invitados a la celebración en el palacio de Dueñas. Un listado tan extenso como colorista que esperamos recuperar en el próximo bautizo de la nueva niña de los duques de Huéscar.

Imagen del bautizo de la primera hija de Sofía Palazuelo, Rosario. GTRES

Al bautizo de Fernando acudieron Carlos Falcó, marqués de Cubas junto a su madre, la duquesa viuda de Montellano, y otros miembros de la nobleza, como la marquesa de Tablantes y la marquesa de Oquendo. Pero también se encontraban se podía ver en la iglesia a las hermanas Abascal, Ana María y Nati, a toreros como Miguel Báez el Litri o Julio Aparicio y a folclóricas como Juanita Reina. Y, por supuesto, a una joven Eugenia Martínez de Irujo vestida de terciopelo morado.

Todo tipo de invitados tuvieron su momento en aquella celebración del 23 de octubre de 1990. El bautizo se celebró, por supuesto, en la parroquia sevillana de San Román que se engalanó con claveles, margaritas y gladiolos blancos para la ocasión.

Los medios de la época destacaron dos detalles: que los curiosos se acercaron hasta el templo para curiosear a pesar del mal tiempo y que el bebé durmió plácidamente durante toda la ceremonia, incluso cuando los fotógrafos rompieron un banco de la iglesia al subirse todos a él para captar las imágenes del momento clave.

El bebé llegó en brazos de su abuela, Cayetana de Alba, que llevaba peineta y mantilla para la ocasión, y los Condes de Barcelona, padres del rey Juan Carlos, fueron sus padrinos de bautismo aunque las funciones las ejercieran en su nombre la propia duquesa y el padre de Matilde Solís, el marqués de la Motilla. Esperemos que en el próximo bautismo de la Casa de Alba se cumplan con todas las tradiciones, desde la celebración sevillana a los padrinos ilustres.

Cayetano Martínez de Irujo, el bautizo más discreto de los Alba

Pero no todos los miembros de la Casa de Alba han seguido a pies juntillas el ABC de lo que le gustaba a la duquesa. Buen ejemplo de ello fue el bautizo de los hijos de Cayetano Martínez de Irujo, sin duda el más mediático en aquel momento de los hijos de la duquesa pero el que protagonizó el bautizo más discreto, seguramente porque aquel bautizo llegó antes que su boda con la madre de los niños, Genoveva Casanova.

Imagen del bautizo de los mellizos de Cayetano Martínez de Irujo y Genoveva Casanova en 2001. En el centro, la duquesa de Alba. / gtres

En 2001 Cayetano Martínez de Irujo celebró el bautizo de los mellizos que tuvo con la mexicana, los pequeños Luis y Amina. El hijo de Cayetana de Alba también eligió Sevilla para la celebración, pero no el escenario favorito de su madre, sino el pueblo de Carmona mucho más cercano a su corazón.

Lo que sí respetó es la hora (la una de la tarde) y el mes, (a los Alba les gusta la lluvia en sus celebraciones y prefieren octubre a la primavera). Cayetana de Alba ejerció de madrina de la pequeña Amina y la hermana de Genoveva Casanova, Denise, de madrina de Luis.

Vídeo. La Casa de Alba: la nueva generación

La lista de invitados fue exigua y la celebración posterior íntima y en la finca propiedad de Cayetano Martínez de Irujo, Las Arroyuelas. Una fiesta muy familiar a la que acudieron todos los hijos de la duquesa de Alba excepto Fernando.

Habrá que esperar para comprobar cómo será el próximo bautismo de la Casa de Alba, si se cumplirán las tradiciones favoritas de la difunta duquesa, desde la celebración sevillana a los padrinos ilustres, o si los futuros duques de Alba van a innovar.