Así intentó Esther Doña convertirse en la nueva Isabel Preysler: boda aristocrática, posados de alta costura y un romance de calado político

Parecía imposible replicar la hoja de ruta de Isabel Preysler y Esther Doña ha comprobado que, efectivamente, lo es. Su intento de convertirse en la reina de corazones se ha estrellado contra la cruda realidad.

Esther Doña posa en una foto reciente con Chloe, el bichón maltés que le regaló Carlos Falcó, marqués de Griñón. / instagram

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

Es una recién llegada a la crónica social nacional, pero su trayectoria apuntaba maneras para convertirse en un posible nuevo foco de atracción en el planeta de la jet set aristocrática. Hablamos de Esther Doña , la mujer que saltó a las portadas en 2015 tras anunciarse su romance con Carlos Falcó , marqués de Griñón y 42 años mayor que su novia.

Doña, entonces una desconocida, se convirtió en 2017 en la cuarta esposa del marqués y, a continuación, desplegó una llamativa estrategia de comunicación que trató de replicar, paso por paso, la operación rosa que hizo de Isabel Preysler lo que aún es: la reina de corazones.

Isabel Preysler inventó una hoja de ruta que Esther Doña (44 años) ha intentado replicar con poco éxito. A saber: presentarse como una mujer sin pasado, saltar a la fama gracias al matrimonio, conquistar las portadas a base de misterio y estilo y encadenar matrimonios con hombres poderosos, todo ello sin apenas contar nada más que lugares comunes en las entrevistas. En realidad, la mística Preysler se construyó a cuenta de su silencio.

Esther Doña lo tenía muy difícil para convertirse en una nueva Preysler, y no solo por su trayectoria, su imagen o su personalidad. Imposible pasar por alto los cuarenta años que separan la irresistible ascensión de Isabel como el mito erótico y social de la era socialista del pelotazo, de este siglo XXI hiperconectado donde prácticamente todas las mujeres de portada han perdido por completo cualquier tipo de aura. Se nos rompió el misterio de tanto usarlo en Instagram. Las redes sociales imponen la cruel ley de la transparencia, un lugar sin mitos.

Isabel Preysler pudo presentarse como una joven sin pasado cuya vida comenzó con Julio Iglesias. Fue mucho después que trascendió su vida en Filipinas y las particularidades de su familia. Esther Doña, sin embargo, no pudo arrancar su personaje en su romance con el marqués de Griñón.

Aunque en su momento trató por todos los medios de borrar las huellas de su vida anterior (de hecho lo consiguió, porque no hay ni rastro de ella en las redes), los medios de comunicación investigaron su pasado a través de amigos, vecinos y conocidos.

Tras su sorprendente boda secreta en 2017, una ceremonia a la que no asistieron ninguno de los hijos del marqués, supimos de las dos versiones de la biografía de Esther Doña. En la oficial, se situaba como modelo en las dos pasarelas nacionales, Cibeles y Gaudí, y por no ser precisa ni precisaba su edad, un dato que aún continúa rodeado de cierto misterio.

En la no oficial, se constataban dos matrimonios y su presencia en los círculos de ocio de Bertín Osborne, Máximo Valverde o José María González de Caldas, el empresario y presidente del Sevilla Club de Fútbol, famoso por su relación con Sofía Mazagatos en la primera década de este siglo.

Malagueña del barrio de los Capuchinos, hija de padres trabajadores y hermana de un policía local y una concejal socialista en el ayuntamiento, Esther Doña se casó muy joven con un empresario 25 años mayor, de ahí el interés de no precisar exactamente su fecha de nacimiento. La relación no perduró y, tras romperse, volvió a casarse con otro empresario español (este 18 años mayor) con el que vivió en Londres, donde parece que se hacía llamar lady Esther.

Si Isabel Preysler ha mantenido su vida laboral prácticamente inédita, más allá de sus puntuales campañas de publicidad y un programa de televisión fallido, Esther Doña posee cierta experiencia como empresaria.

Parece que montó varios negocios relacionados con el mundo de la cosmética, tanto en Londres como en España, que no llegaron a buen puerto. De hecho, llegó a publicarse que había tenido que declarar ante el tribunal por un presunto delito de estafa.

Tras su último divorcio, Esther Doña volvió a Málaga, donde no tardó en conocer al marqués de Griñón, precisamente en una cata de vinos organizada en su honor. Convertida en marquesa de Griñón pudo postularse como una nueva Isabel Preysler en las páginas de la revista favorita de royals, aristócratas y jet set, donde protagonizó varios reportajes posando con aires de lady británica, entre viñedos y salones y muchas veces rodeadas de perros y caballos, como corresponde a una verdadera terrateniente.

Desgraciadamente, el fallecimiento de Carlos Falcó en 2020 la convirtió en marquesa viuda y destapó sus diferencias con los hijos del marqués de Griñón, aunque ambas partes supieron resolverlas discretamente y finiquitaron gracias a un acuerdo económico la presencia de Esther Doña en El Rincón, el palacio situado a 50 kilómetros de Madrid en el que vivía con Carlos Falcó y del que le correspondía el usufructo.

¿Quién es la nueva pareja de Esther Doña?

Esther Doña reinició su vida en 2020 convertida en marquesa viuda de Griñón, una deferencia que quiso tener con ella Tamara Falcó, actual marquesa de Griñón y finalmente heredera de la influencia de su madre, Isabel Preysler. Ahí fue cuando se encontró con la dificultad de mantener su presencia mediática, sin marquesado, palacio ni invitaciones a fiestas de la jet set.

Trató de convertirse en colaboradora estrella en televisión, pero sus dotes de comunicadora no calaron. Tampoco sus memorias con el marqués, tituladas «La vida de un gran hombre a través de mis ojos» (ed. Planeta). No contó en ellas nada sobre la gran pelea que terminó con los huesos de Falcó en un calabozo.

El (pen)último cartucho de Esther Doña para mantenerse en el candelero también parece sacado del manual de estilo de Isabel Preysler. El nuevo novio y futuro marido de Doña vuelve a ser un hombre con poder, pero de un ámbito absolutamente inexplorado por las famosas como es el de la judicatura. Se trata del juez Santiago Pedraz, que viene a jugar en el universo Doña el papel que hizo Miguel Boyer en el de Preysler.

Este atrevido paso de emparentar con las más altas instancias jurídico-políticas ha vuelto a llevarla a la portada en varias ocasiones. ¿Veremos la cuarta boda de Esther Doña en la portada de 'Hola'? Ese sí que es un misterio por resolver.

20 de enero-18 de febrero

Acuario

Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más

¿Qué me deparan los astros?