IRENE Y TATIANA EN SILLA DE RUEDAS

Lo que no se vio de Letizia en la cena familiar en Palma: sillas de ruedas, mucho cariño y una sorpresa de Hollywood

En estas vacaciones atípicas con Olimpiadas de por medio se ha adelantado la tradicional cena de verano de la familia real en Palma de Mallorca. Con las dos amigas más queridas de la reina Sofía, su hermana Irene y su prima Tatiana, en silla de ruedas.

La familia real, a su llegada a las inmediaciones al restaurante Mia de Palma de Mallorca, con el rey Felipe abriendo la comitiva. / LIMITED PICTURES

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

La aparición de las tres generación Borbón en la noche de Palma suele funcionar de broche de oro a las vacaciones de la familia real: una última cena de homenaje a los mayores de Marivent. Este verano atípico, con esos Olimpiadas de París que tanto han reclamado la presencia de los reyes Felipe y Letizia y sus hija s, se ha alterado la costumbre y ha sido la primera foto del veraneo mallorquín de nuestros royals. Este año es, además, especialmente conmovedora.

Mucho de lo que vimos anoche resulta tranquilizador, pues refuerza la sensación de estabilidad y normalidad en un año en el que no han faltado sustos. Se repiten los comensales, pues la reina emérita Sofía, los reyes Felipe y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía, Irene de Grecia (tía Pecu) y el matrimonio formado por Tatiana Radziwill y Jean Henry Fruchaud comparecieron anoche en el paseíllo nocturno hasta el restaurante elegido. La noche mallorquina, especialmente clara, era la mar de propicia.

No hubo tampoco novedad en cuanto al menú, pues la familia real decidió repetir la mesa y mantel que disfrutó el año pasado. Letizia y compañía volvieron al restaurante Mia, en Portixol, donde el chef Guillermo Cabot se emplea a fondo con el recetario tradicional mallorquín, especialmente arroces y pescados frescos. El año pasado, eso sí, aparcaron mucho más cerca de la puerta. Fue lo más práctico, dados los problemas de movilidad de Irene de Grecia y Tatiana Radziwill, ambas con muletas.

La foto de grupo de la familia real, junto a Irene de Grecia y Tatiana Radziwill, en silla de ruedas. / limited pictures

Este año, sin embargo, la familia real en pleno y el matrimonio Fruchaud-Radziwill llegaron desde Marivent en dos coches que esperaron algo más lejos. Fue al llegar el grupo a la terraza del restaurante cuando surgió la anécdota de la noche: en una de las mesas se encontraba cenando la famosa actriz estadounidense Teri Hatcher, famosa por protagonizar Mujeres desesperadas, y su hija. El día anterior había asistido a la fiesta organizada por el empresario inmobiliario Marcel Remus.

Dos sillas de ruedas en la foto de la familia real

Que la familia real haya optado por este pequeño paseo desde los coches al restaurante no significa que se resolvieran los problemas de movilidad de Irene de Grecia y Tatiana Radziwill. De hecho, ambas necesitan ya para desplazarse sendas sillas de ruedas, cosa que complica y a la vez facilita los desplazamientos del grupo. Se vuelven más cómodos para las primas y se complican un poco para sus acompañantes, que han de conducirlas con cuidado.

Las responsables de la delicada misión fueron la princesa Leonor y la infanta Sofía, al cargo de las sillas de Tatiana Radziwill e Irene de Grecia, respectivamente. Lo cierto es que la estampa era especialmente conmovedora, con las dos jóvenes marchando con sumo celo para desplazarse con la mayor suavidad. Mientras, la reina Sofía caminaba del brazo del rey Felipe, muy atento a su madre.

La actriz Tery Hatcher. / limited pictures.

La comitiva se completaba con la reina Letizia, como siempre muy pendiente del trabajo de sus colegas y dispuesta a mirar al objetivo para que los profesionales completaran sin novedad su misión de obtener una buena foto de la monarca. El otro verso suelto, el doctor Jean Henry Fruchaud, ya está más que habituado a la mecánica de estas salidas nocturnas de la familia real. Ocupó, como suele hacer, un discreto segundo plano.

No está siendo un verano particularmente tranquilo, ni en lo institucional ni en lo familiar. Casa Real se encuentra en un momento de transición, con incorporaciones nuevas al equipo (Camillo Villarino, María Dolores Ocaña ) que van haciendo algún que otro cambio para acompañar a Leonor y Sofía en su incorporación a la agenda oficial. Pero, además, la familia real griega ha enfrentado por segundo año consecutivo una pérdida importante.

La reina Letizia, detallista, saludó a los fotógrafos que esperaban a la familia real en el restaurante. / LIMITED PICTURES.

Tras el fallecimiento de Constantino el pasado enero de 2023, este verano ha sido la desaparición de su tío abuelo Miguel , lo que ha obligado a la familia real griega a reunirse para una despedida funeraria. La reina Sofía e Irene de Grecia volaron en un Falcon a Atenas para asistir al sepelio de uno de sus pocos amigos íntimos. La emérita siempre ha encontrado a sus confidentes más entre sus familiares griegos que en sus conocidos españoles.

A su vuelta a Palma de Mallorca, la reina Sofía quiso tomar una lancha para seguir la participación del rey Felipe en las regatas de la Copa del Rey. Hacía varios años que no veíamos a la emérita en esta tesitura, quizá porque prefería acompañar a Irene de Grecia en Marivent. Este año, podemos intuir que Leonor y Sofía han podido relevarla y así la emérita ha podido contemplar las evoluciones del Aifos. Letizia aún se encontraba en París, donde seguramente volverán algunos de nuestros royals para continuar apoyando al equipo olímpico nacional.