Gonzalo de Borbón, el primo del rey Juan Carlos que reinó en la prensa rosa de los años 80: bodas sorpresa, una hija secreta y muchos escándalos

El 27 de mayo se cumplieron 22 años del fallecimiento de Gonzalo de Borbón, el primo del rey Juan Carlos que escandalizó a la prensa rosa en los años 80.

Gonzalo de Borbón con su segunda mujer pasenado por el puerto de Marbella. / gtres

Silvia Vivas
Silvia Vivas

Como si de los Grimaldi se tratara parece que los Borbones también están destinados a las infancias tristes y trágicas y la de Gonzalo de Borbón, hermano de Alfonso duque de Cádiz , primo del rey Juan Carlos e hijo del infante don Jaime , no podía ser menos. Si las circunstancias hubieran sido otras Gonzalo de Borbón en vez de quedarse en duque de Aquitania podría haber aspirado a un lugar cerca del trono, pero su padre fue obligado por su propio padre Afonso XIII a renunciar a sus derechos dinásticos en beneficio de su hermano menor don Juan.

La excusa oficial para eliminar a los Borbón-Battenberg-Dampierre de un plumazo de la línea sucesoria fue la sordera que padecía don Jaime desde su infancia. Para asegurarse aún más que ni él ni sus hijos accedieron nunca al trono de España el patriarca de la familia, Alfonso XIII, «arregló» un matrimonio morganático entre don Jaime y Emmanuela Dampierre, una noble italiana con el «caché» suficiente para emparentar con una familia real pero sin el pedigrí necesario para convertirse en reina.

La desgraciada infancia de Gonzalo de Borbón

Así las cosas don Jaime de Borbón apenas duró 10 días como Príncipe de Asturias cuando se convirtió en heredero del trono de España por casualidad tras la renuncia al puesto de su hermano mayor. A la amargura de haber nacido en una rama de los Borbones desposeída de sus derechos dinásticos y en el marco de un matrimonio casi forzoso (se cuenta que a Emmanuela Dampierre la amenazaron con ingresarla en un convento si se negaba a la boda) habría que añadirle en 1947 otro hito: los padres de Gonzalo de Borbón, don Jaime de Borbón y Emmanuela Dampierre, se divorciaron y no precisamente de forma pacífica.

Harta de las infidelidades y los desmanes de su marido Emmanuela Dampierre decidió abandonar el domicilio conyugal con sus dos hijos y pidió el divorcio que le fue concedidio produciéndose la paradoja de que la pareja estaba divorciada en Italia pero permanecía casada en España. En medio de esos pleitos y tensiones en 1949 llegó la segunda boda de Emmanuela Dampierre y eso marcaría aún más la infancia de Gonzalo y su hermano Alfonso que fueron «abandonados» en un internado suizo, el Ville Saint Jean de Friburgo, donde solo recibían la visita de su abuela la reina Victoria Eugenia. «Durante unas vacaciones de Semana Santa quedamos a disposición del juez tutelar de menores en el colegio y prácticamente estábamos solos con el director», describiría Gonzalo de Borbón a la prensa años más tarde dando testimonio de su abandono. En 1954 Franco permitió a los hermanos regresar a España y comenzó una nueva etapa para ellos.

El primer matrimonio de Gonzalo de Borbón y los rumores de homosexualidad

Gonzalo de Borbón llegó a España con 17 años. En principio estudió para ser físico pero nunca acabó la carrera, por lo que acabó convertido en un hombre de finanzas. Mientras su hermano Alfonso ejercía de duque de Cádiz , se casaba con Carmen Martínez Bordiú e intentaba recuperar los derechos dinásticos de su rama de la familia, Gonzalo siguió su carrera como agente de Bolsa en ciudades como Nueva York y Manila y llegó a ser vicepresidente de la Cámara de Comercio de España y Costa Rica.

Su carrera sentimental distaba mucho de ser tan discreta como la que seguía en el mundo de los negocios. En los años 80 Gonzalo de Borbón se dio a conocer como un auténtico kamikaze de la prensa del corazón protagonizando portadas e incluso vendiendo exclusivas: lo nunca visto en la familia real. Gonzalo de Borbón fue un asiduo de las discotecas de la época, las portadas del ¡Hola! y las bodas extrañas. Y para ir abriendo boca en 1982 confesó en la prensa rosa que tenía una hija secreta de 14 años, Estefanía, fruto de una relación con una modelo estadounidense, Sandra Lee.

Las novedades editoriales continuaron el 29 de enero de 1983, cuando se anunció de manera sorpresiva en la portada del ¡Hola! la boda en México de Gonzalo de Borbón con una periodista de TVE llamada Carmen Harto Montealegre, una noticia bomba enmarcada bajo titulares de Philippe Junot y Diana de Gales. La pareja estuvo saliendo durante algo más de año y medio antes de pasar por el altar en un matrimonio que jamás validaron en España. La unión duró apenas tres meses y 22 días pero dio para mucho. La propia Carmen aseguraría décadas más tarde que su unión con el primo del rey Juan Carlos fue uno de los mayores errores de su vida: «Dejé de ser periodista para ser famosa sin quererlo yo», declaró en El Mundo.

Por si el divorcio exprés no fue suficiente para dejar boquiabierta a la sociedad española de los 80, en 2007 el primer matrimonio de Gonzalo del Borbón siguió dando de qué hablar: Carmen Harto Montealegre escribió un libro con su experiencia al lado del Borbón afirmando que su ex era homosexual y que nunca llegaron a consumar el matrimonio.

La segunda boda de Gonzalo de Borbón (con una modelo de 24 años) y la tercera y definitiva

Un año más tarde de su divorcio mexicano Gonzalo de Borbón ya tenía una nueva esposa: Mercedes Licer, una modelo de 24 años. A la boda de 1984 en Olmedo no acudieron ni el duque de Cádiz, hermano del novio, ni su madre y en la pequeña capilla de la iglesia solo había 20 personas. El brindis del novio en el convite nupcial fue provocador («es la primera vez que me caso y espero que sea la última»), pero no tanto como el hecho de que el primo del rey vendió boda civil y religiosa a la prensa rosa.

Un año más tarde la pareja protagonizaría una demanda millonaria cuando la revista Interviú decidió publicar unas fotos de Mercedes Licer desnuda de su etapa de modelo. La publicación fue condenada a indemnizar a la esposa de Gonzalo de Borbón con 40 millones. Su marido reclamaba 120 porque consideraba la difusión de las imágenes una ofensa a la familia real, pero hasta la sentencia reconocía que el propio interesado no guardaba precisamente «recato y prudencia» en la conservación de su apellido.

Vídeo. Lo romances de Carmen Martínez-Bordiú: de Borbones a Chatarreros

El matrimonio entre la modelo y el aristócrata no sobrevivió al paso del tiempo como ya vaticinó la propia Emmanuela Dampierre cuando se negó a acudir a la boda: «Le encuentro muy enamorado. Como con todas. Ha acabado con una muchacha de un pueblo de Valencia. Parece demasiado joven para él. Veintiséis años de diferencia son muchos años», afirmó la matriarca el clan Borbón Dampierre. En 1989 la pareja ya había firmado el divorcio, pero el recuerdo que le dejó esta unión al duque de Aquitania debió de ser buena: jamás cambió su testamento y dejó a Mercedes como heredera universal.

Aún le quedaba a Gonzalo de Borbón una boda más. Esta vez se celebró en 1992, fue solo por lo civil y con ella llegó la discreción. La elegida se llamaba Emmanuela Pratolongo, una genovesa con fortuna propia por la que Gonzalo de Borbón abandonó las juergas nocturnas, las portadas de las revistas, vendió la casa de Madrid y acabó instalado en Suiza, el país donde murió por culpa de una leucemia en el año 2000 con tan solo 63 años.