La abdicación del Gran Duque de Luxemburgo ya está en marcha: divorcios, peleas, herederos y millonarios

Este 8 de octubre, el gran duque Enrique de Luxemburgo, de 69 años, y su hijo mayor y sucesor, Guillermo, de 42, participan en una ceremonia de traspaso de poderes distinta al resto de las casas reales europeas que tiene lugar en el Palacio Gran Ducal. La abdicación voluntaria, como en el reciente caso de Margarita de Dinamarca, se ha convertido en una tradición en la corte del segundo país más rico del mundo y de este modo el gran duque heredero pasará a ser teniente-representante de su padre por un tiempo aun sin definir.

Aunque Enrique no ha confirmado cuándo podría renunciar por completo al trono, en junio anunció la noticia de que su hijo mayor asumiría las funciones oficiales de gobierno este otoño. «Me gustaría informarles de que he decidido nombrar al príncipe Guillermo teniente-representante en octubre», dijo el 23 de junio, día nacional de Luxemburgo. «Con todo mi cariño y confianza le deseo la mejor de las suertes», añadió entonces.

Esta función real es comparable al cargo de príncipe regente y la corte gran ducal aseguró entonces que Enrique seguirá siendo jefe de Estado tras la ceremonia de lugartenencia, aunque el cambio le permitirá delegar ciertas funciones en su primogénito. Las festividades dan comienzo a las tres de la tarde, cuando se espera que padre e hijo, acompañados del primer ministro Luc Frieden, firmen el decreto que sella el traspaso de poderes. A partir de ahí, la pompa se traslada a la Cámara de Diputados, donde el príncipe Guillermo prestará juramento durante una ceremonia antes de regresar a pie al palacio.

Esta importante transición se produce después de una fecha significativa para la familia real: el 24º aniversario del acceso al trono del gran duque Enrique, que gobernó como teniente-representante durante dos años antes de suceder a su padre, el gran duque Juan, el 7 de octubre de 2000. Años antes, este heredó el trono cuando su madre, la gran duquesa Carlota, abdicó en 1964. A su vez, ella accedió al trono cuando su hermana mayor, la gran duquesa María-Adelaida, abdicó en 1919.

En la actualidad, la Casa de Nassau-Weilburg gobierna el pequeño y acaudalado país europeo, debido a un pacto familiar de 1783 que favorecía a los herederos varones en detrimento de las mujeres. De este modo, cuando Guillermina se convirtió en reina de los Países Bajos, Luxemburgo nombró gran duque a Adolphe. Vamos a conocer mejor a sus descendientes en este día señalado para el país.

Nacido el 16 de abril de 1955, el gran duque Enrique es el actual monarca de Luxemburgo. Se convirtió en heredero a los nueve años tras la abdicación de su abuela, la gran duquesa Carlota. Estudió Ciencias Políticas y durante sus estudios conoció a María Teresa Mestre y Batista, de origen cubano y compañera de estudios, cuya familia había huido a Nueva York tras la revolución. La pareja empezó a salir y pasó por el altar en 1981 y ha tenido cinco hijos: Guillermo, Félix, Luis, Alejandra y Sebastián.

Enrique ascendió al trono en 2000, pero su reinado no siempre ha sido fácil. En 2008, la Constitución del país se modificó después de que él se negara a firmar un proyecto de ley sobre la muerte asistida. Los cambios implicaban que su firma era ahora automática aunque no estuviera de acuerdo con la legislación propuesta. En 2020 se publicó el Informe Waringo, en el que se criticaba el funcionamiento de la monarquía y una «cultura del miedo» dentro de la corte, que señalaba directamente a la gran duquesa.

La mujer que nunca gozó de la venia de su suegra por su condición de plebeya ha acabado dándole la razón a sus detractores y se ha convertido más en un problema que en un activo para la monarquía de su país. Ahora, pasando a un discreto segundo plano, es probable que sus recientes polémicas también se releguen al olvido. Por cierto, la pareja no tendrá problemas de liquidez: la fortuna de Enrique de Luxemburgo se estima en cerca de cuatro mil millones de dóalres.

Guillermo es el primero en la línea de sucesión al trono de Luxemburgo y, como tal, ostenta el título de gran duque heredero desde 2000. Estudió en el extranjero, entre Inglaterra, Francia y Suiza, y además de sus funciones reales, es coronel del ejército luxemburgués.

Siempre discreto, Guillermo mantuvo su noviazgo con la condesa Stephanie de Lannoy, a la que conoció durante una visita a Alemania, al margen de la prensa. Solo confirmó que salía con una «querida señorita» el día de su 30 cumpleaños, en 2011. Un año después se confirmó su compromiso y pasaron por el altar en 2012. La pareja ha tenido dos hijos: los príncipes Carlos y Francisco.

Stéphanie nació en 1984, en Bélgica. Su madre, Alix della Faille de Leverghem, duquesa de Lannoy, murió dos meses antes de su boda. La joven fue condesa de Lannoy hasta su matrimonio. Es la pequeña de ocho hermanos de una familia cuyos orígenes se remontan al siglo XIII. Su abuela paterna fue la princesa Beatrix de Ligne, una de las casas principescas más importantes de Europa, emparentada con la casa gran ducal de Luxemburgo.

Félix es el segundo hijo de los grandes duques y actualmente es el cuarto en la línea de sucesión al trono. Aunque ingresó en la academia militar de Sandhurst durante su educación, tuvo que abandonar sus estudios a causa de una lesión de rodilla. Félix dirige actualmente Château Les Crostes, una finca vinícola en Francia, y también preside la asociación Lorgues Terre de Vins, cuyo objetivo es promocionar la ciudad de Lorgues.

El 17 de septiembre de 2013, Félix pasó por el altar con Claire Lademacher, y la pareja ha dado la bienvenida a tres hijos: La princesa Amalia y los príncipes Liam y Balthazar. La hija de la pareja hizo historia al ser la primera mujer a la que se permitió entrar en la línea de sucesión mientras vivían los herederos masculinos al trono. Su abuelo cambió las reglas de sucesión a la primogenitura absoluta en 2011.

Nacido el 3 de agosto de 1986, el príncipe Luis es el tercer hijo de los grandes duques. Se licenció en Artes y Comunicación por la Richmond American University de Londres y renunció a sus derechos en la línea de sucesión al casarse en 2006 con Tessy Antony, suboficial del ejército luxemburgués. La pareja tuvo dos hijos: los príncipes Gabriel y Noah, que al igual que su padre, tampoco están en la línea del trono.

Luis y Tessy se divorciaron en 2019, alegando ella el «comportamiento poco razonable» de su marido como causa de la separación. El royal pareció encontrar el amor de nuevo con Scarlett-Lauren Sirgue, con su compromiso confirmado en 2021, sin embargo, un año después la boda fue cancelada. «No nos vamos a casar», revelaba la expareja en una entrevista conjunta concedida a la revista francesa 'Point de Vue'.

Alejandra es la única hija de Enrique y María Teresa y es la octava en la línea de sucesión al trono. Estudió en Estados Unidos, en París y en el Trinity College de Dublin. Está licenciada en Estudios Interreligiosos.

El 22 de abril de 2023, la princesa pasó por el altar con Nicolas Bagory en la iglesia de Saint Trophyme de Bormes-Les-Mimosas, donde la familia gran ducal posee una casa de vacaciones, en la localidad de Cabasson. La pareja dio la bienvenida a su hija, la princesa Victoria, el 14 de mayo de este año. Nicolás ha permanecido casi siempre alejado de los focos. Nacido en Bretaña, estudió Ciencias Políticas y Clásicas en la universidad y ahora trabaja en la creación de proyectos sociales y culturales.

El hijo menor de los grandes duques es el décimo en la línea de sucesión al trono. Estudió en el Reino Unido, en Ampleforth College, al igual que hicieron su padre y su abuelo. Posteriormente pasó por la Academia Militar de Sandhurst y más tarde se incorporó al ejército luxemburgués. Actualmente es comandante de pelotón en las Irish Guards del Ejército Británico.

Tras su mudanza a Estados Unidos, el príncipe se formó en Negocios Internacionales en la Universidad Franciscana de Steubenville, en Ohio. Es el patrón de la Federación de Natación y Salvamento de Luxemburgo y un gran aficionado al rugby.