Por qué Louis y Pauline Ducruet son el orgullo de la princesa Estefanía (y un respiro para su tío, el príncipe Alberto II, mientras lidia con las polémicas de su esposa, Charlene de Mónaco)

No tienen título aunque su madre es princesa, vivieron su infancia en un circo ambulante tras el traumático y repentino divorcio de sus padres (la princesa Estefanía de Mónaco y el infiel Daniel Ducruet ) y forman parte de una de las familias más mediáticas del mundo del corazón, pero para sorpresa de todos Pauline Ducruet , que hoy cumple 28 años, y su hermano mayor, Louis Ducruet, se han convertido en una de las parejas más sólidas y estables del Principado de Mónaco.

A pesar de no ser tan vistosos como sus primos Casiraghi, los Ducruet no han dado un mal escándalo jamás y se han convertido en el mejor apoyo de su tío el príncipe Alberto II, especialmente durante la ausencia de la princesa Charlène.

El mayor de los hermanos, Louis, es casi invisible para la prensa del corazón, lo que le convierte, paradójicamente, en un habitual en el palco de honor de todos los eventos deportivos a los que acude por protocolo para acompañar al príncipe Alberto II. Este mismo fin de semana pudimos verle acompañando a la familia principesca en pleno (Charlène, los pequeños Jacques y Gabriella y su tío el príncipe) en la entrega de premios del campeonato de Fórmula E que se celebra en el Principado.

Quizá porque su formación universitaria tuvo lugar en Estados Unidos (se graduó en Gestión Deportiva en la Universidad de Western California) lejos de los focos y porque conoció al amor de su vida a los veinte y se casó a los 26, Louis Ducruet no ha tenido ni tiempo ni espacio para ocupar los salseos de la prensa rosa. Además, que escogiera como pareja a Marie Chevalier, una plebeya mucho menos rutilante de Beatrice Borromeo o Tatiana Santo Domingo, hizo que su perfil se quedara plano por los siglos de los siglos.

Louis ha mantenido ese perfil bajo durante toda su carrera, su único momento bling bling fue escoger para su boda la catedral de Mónaco, y afirma que lo hizo como homenaje a su abuelo Rainiero al que afirma admirar mucho, para después aclarar que su otro abuelo, Henry Ducruet, es otra de las personas que le sirven de ejemplo en el mundo.

Tanta admiración y respeto por la familia tienen su recompensa y Louis es una de las personas clave en los actos a los que acude el príncipe Alberto. Lo mismo se les puede ver juntos en partidos de fútbol benéficos (Louis trabaja, de hecho, en el equipo de fútbol de Mónaco del que los Grimaldi son accionistas) como que acude a la cita anual de reparto de regalos a los niños monegascos en Navidad o al Festival de televisión de Montecarlo. «Mi tío está muy presente en mi vida. Me acompaña y me da consejos desde siempre», aseguró el sobrino más anónimo del príncipe Alberto en una entrevista en 2020.

Pauline y Louis se llevan solo 14 meses y han formado una piña desde su más tierna infancia. La joven diseñadora que hoy cumple años es una firme defensora de su familia, tanto es así que al principio no hizo buenas migas con la prometida de su hermano cuando este decidió casarse tan joven, un enfrentamiento que cayó en el olvido cuando Marie Chevalier le pidió a Pauline que diseñara su vestido de bodas.

Si su hermano Louis puede presumir de discreto, la hija mayor de la princesa Estefanía no se queda atrás. La última vez que habíamos visto a Pauline Ducruet en los medios fue abrazada por su orgullosa madre, la princesa Estefanía, en la presentación parisina de la nueva colección de su firma de moda Alter. Eso sucedió en marzo. Un mes más tarde Pauline acudió a Mónaco a llevar de la mano a los príncipes Jacques y Gabriella a un espectáculo benéfico. Porque como su hermano, si su tío Alberto la necesita allí está.

Buena prueba de ello la tuvimos durante la desaparición de la princesa Charlène. Cuando la crisis del coronavirus mantuvieron a Pauline Ducruet en Estados Unidos sin posibilidad de reunirse con su familia, no dudó en usar los medios para dejar muy claro qué pensaba sobre los rumores de divorcio que acosaban a su tío: eran todo una elaborada mentira diseñada para vender revistas.

«Sé lo que está pasando», explicó en una entrevista concedida a The Telegraph y señalando la propensión de los medios europeos de alimentar este tipo de rumores. « No necesito leer estas revistas para entender lo que está pasando. Siempre que el foco está en mi familia, sé muy bien cuál es el objetivo«. No cabe duda que los Ducruet también sabe de qué lado ponerse cuando algo afecta a los Grimaldi.