SE ACELERA EL DIVORCIO La infanta Cristina da un golpe sobre la mesa: así ha destapado las vergüenzas de Iñaki Urdangarin, desde sus mentiras en Baqueira hasta su pensión secreta

Todo lo que rodeó el viaje relámpago de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia a Baqueira era extraño. Y si en la crónica social este desplazamiento sonó raro, en Zarzuela cayó aún peor. ¿Por qué el ex duque de Palma durmió en el chalet de La Pleta, de uso exclusivo de los Borbón, y además con su amante? Hoy lo podemos decir: la infanta Cristina no daba crédito al comportamiento de su ex.

Decimos fuego, pero podríamos hablar de incendio. Uno tan arrasador, que el mismo rey Felipe VI quiso intervenir y apagar con su presencia la tormenta de rumores sobre la presencia de Urdangarin y Armentia en Baqueira. Lo consiguió, pero solo a medias. Ha sido la infanta Cristina , por mediación de una exclusiva de la revista Lecturas, la que ha dado el golpe real sobre la mesa. Si estaba disgustada, ahora está enfadadísima.

Evidentemente, todo lo que sabemos por fin gracias a esta exclusiva procede de fuentes cercanas a la infanta o de la misma Cristina de Borbón , quien ha querido despejar por fin todas las dudas que venían planteándose al respecto de su divorcio. Parece que la ex duquesa de Palma ha querido tener toda la paciencia del mundo con su ex y hasta promovió su reconciliación con su hija pequeña, Irene.

Como hemos podido comprobar, el pago a sus desvelos no ha sido el esperado. No existe agradecimiento genuino, tampoco ante su gesto de cederle el coche de lujo que hoy conduce Iñaki Urdangarin y que era propiedad de la infanta Cristina. Si no, ¿cómo entender que el ex deportista pidiera permiso a la hermana del rey Felipe para acudir a Baqueira a recoger unas pertenencias, sin mencionar que iría acompañado y pernoctaría en La Pleta?

A todos los efectos, esta maniobra para utilizar los privilegios de la familia real sin pertenecer ya a ella, y hacerlo además con Ainhoa Armentia, es fea. Y mentirosa. Las revelaciones recientes apuntan, además, a que Iñaki Urdangarin y su nueva pareja podrían haber consumido vinos de la carísima bodega del rey emérito Juan Carlos, también sin permiso. Un escándalo.

Cuenta Pilar Eyre, la periodista que firma la exclusiva, que la infanta Cristina no daba crédito de lo que veía en televisión y certificaba en las revistas. Urdangarin le coló un gol en toda regla, como si ella no fuera ya más que otra conocida de la que aprovecharse. Así las cosas, se ha acelerado el divorcio que podría firmarse en abril, siempre bajo el consejo que el rey Juan Carlos dio a su hija: pagar lo que sea para acallar al olímpico.

Los datos relativos al dinero son los más sorprendentes y efectivamente relevantes en esta ruptura traumática. Según apunta la exclusiva de Lecturas, la infanta Cristina habría estado pagando una pensión secreta de 6.000 euros mensuales a Iñaki Urdangarin. Una minucia para ella, que posee una nómina de alrededor de 400.000 euros anuales que tributan en Suiza, pero una fortuna para cualquiera.

Si el objetivo de Iñaki Urdangarin era no volver a trabajar en lo que le resta de vida, lo ha conseguido. Es fácil que esta pensión se mantenga después del divorcio, ya que la instrucción de la Corona es mantener al ex duque de Palma permanentemente bajo control. El mayor temor es que pretenda convertirse en el príncipe Harry de la familia real española, pues ya le han ofrecido publicar unas memorias.

Sería una editorial internacional la que habría ofrecido a Iñaki Urdangarin un adelanto de dos millones de euros por contar su vida en unas memorias, en especial sus vivencias como miembro de la familia real española. La escribiría, además, un escritor de primer nivel, al estilo del premio Pulitzer que se ha puesto al servicio del príncipe Harry.

La alarma en Casa Real es comprensible pues, aunque el dinero pueda acallar al ex duque de Palma e incluso sortear los pequeños o grandes chantajes que puedan surgir, los movimientos de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia no son, evidentemente, claros. Un comportamiento que, seguro, tampoco agrada a los cuatro hijos que ha tenido con Cristina de Borbón y que procuran normalizar una situación bomba.