PUNTO Y FINAL El divorcio de la infanta Cristina y Urdangarin se acelera: por qué el 6 de junio podría estar firmado (hablamos con las partes)

Son muchas las especulaciones que han surgido respecto al divorcio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin , que están tratando de hacer los trámites y negociaciones pertinentes en la más absoluta discreción. Están evitando filtraciones y su entorno está muy hermético, aunque una de las principales trabas era que Irene Urdangarin no había alcanzado la mayoría de edad.

Ese momento llega este 5 de junio. Irene Urdangarin cumple 18, lo que significa que no se tiene que negociar la custodia o el régimen de visitas, por lo que a partir del día siguiente podrían firmar el divorcio, de cuyo acuerdo no pueden desvincular del todo a Irene , pues está sobre la mesa la manutención de la joven.

Nos hemos puesto en contacto con los abogados de ambas partes y, aunque la respuesta ha sido distinta, el resultado ha sido muy similar. Es de sobra conocida la locuacidad y la amabilidad con la que Mario Pascual Vives suele tratar a los medios de comunicación. No hablamos de un letrado que haya esquivado el bulto en los momentos más delicados, como cuando su cliente era juzgado y condenado por el Caso Nóos.

Por este motivo nos sorprende las respuestas evasivas que encontramos con el abogado, socio del despacho Brugueras, con quien mantenemos una conversación en tiempo real a través de correo electrónico, después de varios intentos infructuosos para hablar por teléfono. Cuando le planteamos la pregunta de si, tal cual se viene publicando, era la mayoría de edad de Irene Urdangarin el último escollo para que se firmase el divorcio y que si se había llegado por fin a un acuerdo nos dice: «Lamento comunicarle que carezco de información al respecto».

Nos recalca que sigue representando los intereses de Iñaki Urdangarin: « Para algunos asuntos/temas sí, para otros no». Según parece, lleva las cuestiones financieras del que fuera jugador de balonmano del F.C. Barcelona, pero el divorcio queda fuera de su jurisdicción en este caso.

Mario Pascual Vives se muestra cada vez más esquivo conforme vamos acotando el tema de nuestra conversación: «No lo llevo yo, ni sé si hay algún abogado/a que se ocupe de este tema. Y ni tan siquiera si hay tema», nos dice a propósito de que el divorcio no llegue a hacerse efectivo. Cuando ya le planteamos esta hipótesis, el abogado responde: «Vaya usted a saber lo que pueda suceder».

Nos ponemos también en contacto con Miquel Roca i Junyent, abogado que lleva las cuestiones de la infanta Cristina, y quien se hizo cargo de su defensa en el Caso Nóos . Gran amigo del rey Juan Carlos I y uno de los padres de la Constitución, guarda silencio ante nuestras preguntas. Más hermético habitualmente que Mario Pascual Vives, parece ser, según diversos medios de comunicación, que no sería él tampoco quien se está encargando de este divorcio.

Por el momento y a la espera de acontecimientos, solo podemos aferrarnos a los indicios que indican que la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin han ido despejando los elementos que les mantenían unidos. Como publica Vanitatis, el exjugador de balonmano ha disuelto Aizoon, sociedad de la que era administrador único y de la que la hija de los reyes eméritos era socia al 50% y así salió publicado en el BOE el pasado 26 mayo. Misma medida que tomó, en este caso, el que fuera su socio, Diego Torres con Nóos Consultora Estratégica S.L.l en febrero de 2022.

Son muchas las informaciones que se han publicado en estos meses, algunas de ellas desmentidas por el propio Mario Pascual Vives, como que Urdangarin iba a recibir una pensión de 25.000 euros mensuales o que se le había hecho firmar una cláusula de silencio para evitar que escribiera un libro hablando de su vida personal.

Otro de los extremos al que se ha dado carta de naturaleza es a lo publicado por El cierre digital, sobre un posible encuentro en Vitoria entre representantes legales de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, aprovechando al breve estancia del rey emérito en Vitoria para acudir a su dentista habitual, una vez terminó su estancia en Sanxenxo el pasado mes de abril. Incluso manifestaban que habían estado en Vitoria «representantes de un conocido despacho de abogados de Espñaa vinculado en ocasiones a la Casa Real».

También se ha publicado y manifestado en distintos medios que sería el rey Juan Carlos quien se estaría haciendo cargo del divorcio de su hija y se da por hecho que, más allá de la veracidad de este último extremo, que el divorcio será de mutuo acuerdo y que para ambos la prioridad es el bienestar de sus hijos. Se da por hecho, que la firma será en Lausana, ciudad muy vinculada, por cierto, a la familia real española, pues allí estuvo exiliada la reina Victoria Eugenia, también allí tuvo lugar la pedida del rey Juan Carlos y la reina Sofía.

Otras fuentes, por el contrario, apuntan a que el divorcio podría finiquitarse en Ginebra, ciudad en la que sigue residiendo la infanta Cristina y donde vivió el matrimonio. Las informaciones, puesto que ninguna de las partes ha querido aclararlas, son contradictorias en estos días y surge, según algunas voces, el escollo de la compensación económica que la infanta Cristina tendría que darle a Iñaki Urdangarin, pues es ella quien goza de una mayor solvencia económica.

Según ha afirmado Paloma García Pelayo en El programa de Ana Rosa, esta es la mayor dificultad para un acuerdo definitivo, pues la hija de los reyes eméritos no estaría dispuesta a sufragar la vida de su ex, quien la traicionó con su actual pareja, Ainhoa Armentia. Un argumento que está por verse, pues la infanta tendría que ceñirse a lo que estipula la ley. Sea como fuere, se da por hecho de que en los próximos meses esto será ya agua pasada.