La infanta Cristina cumple con el ritual del divorcio y se prepara para su mejor verano: amistades del pasado, nuevo look y la división de su playa favorita con Iñaki Urdangarin

Comenzamos a avistar cómo va a ser la nueva vida de la infanta Cristina (pero recordemos que la infanta Elena , también está experimentando una nueva juventud con amistades del pasado), aparentemente en vías de recuperación del tremendo golpe que debió suponer ver las fotos de su marido, Iñaki Urdangarin, con su nuevo amor, Ainhoa Armentia . Su relación va viento en popa, por lo que el divorcio no debería retrasarse mucho más allá del otoño. De hecho, superado el primer shock producto del escándalo, Cristina de Borbón comienza a apuntar por dónde irá su nueva vida.

Han pasado siete meses desde que se publicaran aquellas fotos en la playa de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia. De la mano y paseando por el arenal de Bidart, el ex duque de Lugo dio así carpetazo a su matrimonio con la infanta Cristina. Esta no ha dejado ver su estado de ánimo en ningún momento y, de hecho, continúa llevando su anillo de casada. Parece que no se lo quitará hasta firmar el divorcio.

Detalles como este de la alianza podría indicar cierta renuencia por parte de Cristina de Borbón a la hora de aceptar el fin de su relación con Iñaki Urdangarin. De hecho, se ha subrayado el profundo enamoramiento que la hija pequeña de los reyes eméritos tuvo por su marido, al que defendió contra viento y marea durante el proceso del caso Nóos por el que terminó condenado. Ella siempre estuvo a su lado.

Sin embargo, algunos indicios apuntan a que la infanta Cristina podría estar por fin haciéndose a la idea de comenzar una nueva vida. Aunque su vida haya sido la de una infanta, Cristina de Borbón ha reaccionado a su ruptura como lo hacen millones de mujeres: recurriendo a la estética, disfrutando de su nuieva vida de soltera y rescatando amigos del pasado.

En sus últimas apariciones públicas ya pudimos comprobar las primeras señales del nuevo look de la infanta Cristina, sin la característica verruga que tenía cerca de la nariz. La recién separada ha decidido quitarse por fin esta marca que, hasta ahora, era su seña de identidad. Cristina de Borbón se dispone a empezar una vida nueva y pretenden hacerlo renovada.

Hay quien apunta a que la infanta Cristina ha aprovechado para suavizar ligeramente las líneas de expresión propia de la edad con algún otro tratamiento estético. Lo cierto es que su piel tiene un aspecto más terso e iluminado, con lo que no nos extrañaría que hubiera comenzado un proceso de rejuvenecimiento general de cara al nuevo curso.

Aún así, este primer verano de Cristina de Borbón sin Iñaki Urdangarin no va a ser indicativo de cómo va a ser la nueva vida de la infanta. Los que esperaban verla integrada en una nueva pandilla y disfrutando de su soltería, probablemente, tendrán que esperar. No parece que vaya a reaccionar tan rápidamente de una ruptura abrupta e inesperada.

El plan de vacaciones de la infanta Cristina para el mes de agosto prueba la dificultad para recomenzar la vida a la que se enfrenta la infanta Cristina. Tras 25 años de matrimonio y cuatro hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene, que han soportado el escrutinio producido por el escándalo de manera ejemplar, no es fácil construir nuevas rutinas. De hecho, Cristina de Borbón planea pasar parte del mes de agosto en Bidart, como todos los años.

Ha sorprendido muchísimo esta decisión de la infanta Cristina de volver al 'lugar del crimen'. No debe ser fácil pasear por la playa familiar y, además, el escenario de las fotos que rompieron su matrimonio. Sin embargo, la hermana del rey Felipe VI acudirá a Bidart con sus hijos y disfrutará de la compañía de su ex suegra, Claire Liebaert, en Vitoria.

Este viaje a Bidart de la infanta Cristina está cuidadosamente planeado, pues aprovechará la ausencia de Iñaki Urdangarín de su ciudad de residencia. Urdangarín viaja en esas fechas a Estados Unidos, para asistir a la boda de Iñaki Flood, hijo de Cristina, la menor de los hermanos Urdangarín. Lo hará, previsiblemente, acompañado de Ainhoa Armentia.

La visita de Cristina de Borbón y sus hijos a Claire Liebaert prueba la estrecha relación que la infanta tiene con su familia política, especialmente con su suegra. Sin duda, la familia Urdangarín se convirtió en un gran apoyo durante el escándalo del juicio de caso Nóos y el posterior encarcelamiento del ex duque de Lugo. Tras esta visita, la infanta podría refugiarse en Sotogrande.