Por qué los medios ingleses atacan con dureza el último vídeo de Kate Middleton sobre su cáncer

Kate Middleton se está enfrentado a duras y numerosas críticas tras la publicación del emotivo vídeo en el que documenta su recuperación del cáncer. Las imágenes publicadas por las cuentas oficiales de los príncipes de Gales recogen el final de su tratamiento de quimioterapia de Kate entre momentos familiares y de conexión con la naturaleza, pero varios diarios y expertos en la realeza lo han calificado de demasiado pulido y tópico y ha despertado comparaciones poco favorables con la estrategia pública de los duques de Sussex.

En el clip de tres minutos , Kate expresa su alivio tras los nueve meses de tratamiento y habla de sus planes de reanudar su actividad pública a finales de año. Sin embargo, la alta calidad de la producción y su estilizada presentación han hecho arquearse más de una ceja. Por ejemplo, la periodista Marina Hyde critica el vídeo en 'The Guardian', cuestionando la necesidad de una presentación producida al estilo Hollywood. Hyde argumenta que el esfuerzo por apaciguar al público a través de un vídeo tan profesional, «con filtros y transiciones», refleja «el estilo asociado con Meghan Markle».

Hyde hubiera preferido un contenido «más informal y casero», sugiriendo que «la naturaleza del vídeo pone de relieve las tensiones subyacentes en el seno de la familia real».

Otra voz crítica surge desde 'The Telegraph' en palabras de uno de sus editores y experto en realeza, Gordon Rayner. «Si se trata del cáncer, ¿por qué no utiliza esa plataforma dando las gracias a las personas que la han tratado, mostrándolas?», asegura este periodista en un vídeo compartido en las redes sociales de este diario. «Pero en lugar de eso, aquí salgo yo en un vídeo caminando por un campo de trigo con aspecto de familia perfecta», añade con sorna.

Quizá más sorprendentes aún son las duras palabras que le dedica un medio que siempre la ha defendido a capa y espada como es el 'Daily Mail'. Siempre del lado de Kate Middleton ante la malvada Meghan Markle, ahora, en cambio, una de sus columnistas estrella, Liz Jones, califica el vídeo de «fotogénico paseo por el parque» y cree que parece más un «documental sobre la vida salvaje». En su opinión tampoco ayuda que las palabras de la princesa «estén acompañadas por una banda sonora de piano lenta y emotiva».

La periodista incide en que «después de todas las iniciativas de salud mental, su trabajo haciendo hincapié en la importancia de formar las mentes jóvenes, esta extraña película parece un fracaso de una familia que una vez fue tan protectora de su privacidad. Huele a algo que Meghan y Harry podrían inventar: «Cutre, tópico y de postal. No es real ni nace del corazón. Parece demasiado desesperado».

También se pregunta Liz Jones si no hubiera sido más importante que la royal «hubiera hablado del tipo de cáncer que padece, posiblemente salvando cientos, sino miles de vidas».. Inquisitiva, lanza también la cuestión de «dónde estaba la Kate de aquel banco de Windsor , desnudando su alma, hablándonos de su diagnóstico» para lamentar finalmente que su equipo en el Palacio de Kensington pudiera pensar que este era «el enfoque correcto».

Críticas aparte, cuando la princesa de Gales anunció que había completado el tratamiento de quimioterapia en un vídeo ideal para Instagram, se aventuró en terrenos nunca pisados por la realeza británica , tradicionalmente fieles el lema de «nunca te quejes, nunca des explicaciones» de la difunta Isabel II.

En su papel de miembro más popular de los Windsor, se convirtió simplemente en una persona que utilizaba las redes sociales para compartir el hecho de que, a pesar de su riqueza y privilegios, su vida se había visto alterada por el cáncer, al igual que la de otros millones de personas. Esta película en miniatura, de producción impecable, mostraba a la princesa abrazando a su esposo y a sus tres hijos y compartiendo momentos íntimos en casa con sus padres. Incluso aparece dando un casto, pero inaudito, beso en la mejilla a Guillermo.

Este vídeo marca el último intento de la familia real de transmitir una mayor apertura desde que Carlos III asumiera el trono en 2022. Está claro que Kate y Guillermo, ambos de 42 años, pertenecen a una nueva generación que se siente más cómoda compartiendo asuntos personales en las redes sociales. Y hay quienes respaldan su modo de hacer las cosas. «Es una historia de amor», asegura por ejemplo el corresponsal real de la BBC, Michael Cole. «Al hacerlo a través de una película bien producida, mantienen la dignidad y el control sin dejar de parecer cercanos».