Sarah Ferguson quedó conmocionada con el asunto. /
Los fans de los true crime y del universo royal tienen una cita imprescindible con 'The Lady': una serie inspirada en la historia de Jane Andrews, estilista y confidente de Sarah Fergusson que terminó siendo una asesina convicta. Este capítulo oscuro de los Windsor llega de la mano de la productora de 'The Crown'.
Este drama de cuatro capítulos nos ofrecerá un relato «parcialmente ficticio» de la vida de Andrews y de cómo pasó de ser una empleada y buena amiga de la familia real a ser condenada a cadena perpetua por matar a su novio, Thomas Cressman, en 2001. Según la sinopsis de la serie, 'The Lady' narra el ascenso y la caída de la estilista, «cuyo cuento de hadas se desmoronó cuando fue condenada por asesinato».
Con el guion ya escrito, está previsto que el rodaje comience en la primavera de 2025. La serie, de la que aún no se conoce ni la actriz protagonista ni la que interpretará a Fergie, tendrá en cuenta la defensa de Jane Andrews y sus antecedentes, poco explorados durante su juicio. Este cóctel de romance, realeza y asesinato encontrará sin duda a un buen número de fans.
Jane Andrews se ganó el apodo en los medios británicos de 'La asesina de la atracción fatal' después de haber trabajado para la duquesa de York durante casi una década en el momento del asesinato de Cressman. La británica, que ahora tiene 56 años, consiguió el trabajo en el palacio de Buckingham tras responder a un anuncio anónimo en busca de una estilista personal publicado en la revista 'The Lady'.
Seis meses después, Ferguson contrató a una Andrews que entonces tenía tan solo 21 años. Ambas congeniaron enseguida y la duquesa incluso le puso el cariñoso apodo de 'Lady Jane'. Sin embargo, durante el juicio por asesinato, Andrews fue retratada como alguien obsesionado con ascender en la escala social y también con su jefa, a la que intentaba imitar en todo.
Se vestía, se peinaba y a veces hablaba incluso como la duquesa. « Yo era una chica de campo. De repente me encontré en Balmoral, mezclada con miembros de la familia real, teniendo largas conversaciones con la princesa Diana », diría desde la cárcel en una entrevista con 'The Guardian'.
Sarah Ferguson y Jane Andrews en una imagen de 1994. /
Andrews nunca tuvo una vida fácil. A los 15 años, la joven se intentó suicidar por primera vez y después quedó atrapada en un ciclo de depresión, trastornos alimentarios y ataques de pánico. «Me acostaba con alguien, quizá en la primera cita, porque temía que me dejara si no lo hacía», confesó en la misma entrevista. Un patrón de sumisión que repitió a lo largo de su vida.
En 1990 se casó con un ejecutivo de IBM. Ella tenía 21 años, él 20. La pareja no duró mucho. Aun casada, mantuvo una relación con un empresario griego en un piso que le prestó la duquesa de York. Mientras tanto, el propio matrimonio de la royal con el príncipe Andrés también se desmoronaba, algo que acercó a las dos mujeres.
Pero en noviembre de 1997, todo se vino abajo. Sarah despidió a Jane, oficialmente por razones presupuestarias. Pero en los pasillos de los palacios, algunos especulaban con que la joven atraía demasiado la atención del conde de Gaddo della Gherardesca, 'íntimo amigo' de Fergie.
El príncipe Andrés y Sarah Ferguson en una imagen de 2010. /
En 1998, Andrews inició un romance con Cressman, un antiguo corredor de bolsa e hijo del presidente del Aston Villa, el equipo de fútbol favorito del príncipe Guillermo . Tras dos años de relación tóxica, entre discusiones y peleas, en septiembre de 2000, la pareja se fue de vacaciones, y él le dijo a su novia que no tenía intención de casarse con ella. Una vez en casa, ambos discutieron y Cressman llamó a la policía temiendo por su seguridad. Después de acostarse, ella le golpeó con un bate de cricket y lo apuñaló hasta la muerte con un cuchillo de cocina.
Durante su juicio por asesinato, Andrews fue diagnosticada con un trastorno límite de la personalidad. Ella alegó que su novio la había violado y que al despertarse se encontró con que la estaba golpeando, afirmaciones que el jurado rechazó. Finalmente, fue condenada a cadena perpetua. Sin embargo, fue puesta en libertad en junio de 2015. Enviada de nuevo a prisión en 2018 por otro incidente, salió de prisión definitivamente en 2019. Actualmente, lleva una vida discreta en el condado británico de Lincolnshire.