Juan Carlos I activa su plan de retorno suave a España: los indicios de un posible cambio de residencia del emérito

Los movimientos de Juan Carlos I, por mucho que se haya normalizado en cierta medida su situación, continúan bajo milimétrica observación y vigilancia. Bien es cierto que su desplazamientos se han acelerado en los últimos años, conforme se despejó su situación judicial y la agenda 'royal' internacional se volvió intensa. Los fallecimientos de la reina Isabel II y del rey Constantino de Grecia provocaron viajes insoslayables, pero también ha habido reuniones familiares privadas que han merecido abordar el avión privado. La excepción: el funeral de Fernando Gómez-Acebo y Borbón .

La ausencia del rey Juan Carlos I del funeral de Fernando Gómez-Acebo no debe considerarse una descortesía de su tío, al contrario. Es indudable la relación de cariño que unía al rey emérito con su hermana y sus sobrinos. De hecho, que no haya podido viajar a Madrid para asistir al funeral subraya la factura que puede haberle pasado el reciente ajetreo aéreo al padre del rey Felipe. Hace algo más de una semana se desplazó a Londres, para asistir a la misa en memoria de Constantino .

No es posible conocer al detalle los desplazamientos del rey Juan Carlos, excepto cuando aparece en eventos públicos como los que han venido reuniendo a los 'royals' europeos en los últimos meses. De hecho, en noviembre le vimos en Sanxenxo , donde participó en las famosas regatas pontevedresas, pero también supimos que estuvo en Ginebra, por conocer el plan de vuelo de su jet, y que paró en Vitoria, donde visitó a su médico. Como vemos, el ajetreo de su agenda es relevante, a sus 86 años.

Algunos medios de comunicación apuntan a que la agenda de viajes del rey Juan Carlos a España para 2024 está más nutrida que nunca. Incluye las siete regatas del calendario del Real Club Náutico de Sanxenxo, para los meses de abril, mayo, junio, julio, septiembre y noviembre, y dos bodas. Las de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo Moreno , en abril; y la de Victoria López-Quesada con el sevillano Enrique Moreno de la Cova, en septiembre. Evidentemente, este ir y venir de Abu Dabi a España es terriblemente exigente para el físico del monarca emérito.

Es en este contesto de preocupación por el estado de salud del rey Juan Carlos que deben entenderse las noticias que, aún sin confirmar por fuentes oficiales, barajan un próximo cambio de residencia del monarca emérito. La filtración tiene su lógica: si Juan Carlos I residiera en Europa, podría visitar su país mucho más fácilmente y sin someter a su cuerpo a tanto esfuerzo. Parece que el destino favorito del padre del rey Felipe es Ginebra, la ciudad que más ha visitado en los últimos meses y donde reside la infanta Cristina.

Efectivamente, Ginebra sería una ciudad favorable a los intereses del rey Juan Carlos I, también de los fiscales, pues continuaría 'protegido' por el régimen fiscal suizo. 'Monarquía Confidencial' asegura que esta posibilidad se lleva barajando al menos desde Navidades, cuando el emérito se desplazó a la ciudad suiza para disfrutar de las entrañables fiestas con su hija menor.

No es la primera vez que los Borbón eligen Suiza como su 'segunda casa'. Tras la proclamación de la República, la reina Victoria Eugenia, abuela de Juan Carlos, se vio abocada a un exilio que terminó en Lausana. Allí vivió hasta su muerte y allí se anunció, en diciembre de 1961, el compromiso matrimonial de su nieto con Sofía de Grecia.

Este media apunta como primordial razón para una hipotética mudanza a Ginebra que «los vuelos de larga distancia desde Abu Dabi fatigan en exceso al Emérito y, en cambio, estando más cerca de España serían más factibles las visitas con mayor asiduidad». Sin embargo, también añade que el cambio de residencia facilitaría «mantener una relación más cercana y habitual con sus hijas, Elena y Cristina». Evidentemente, el rey Juan Carlos I se siente solo, cosa que hace más cuesta arriba la razón definitiva que puede motivar un traslado a Suiza.

Según este medio, la persona que ejerce de maño derecha del rey Juan Carlos, quien le ayuda a desplazarse ofreciéndose como sostén en cada paso, «estaría mostrando reticencias a seguir en Emiratos Árabes». Se trata de Vicente García-Mochales, más conocido como Mochi. Este teniente coronel de la Guardia Civil ocupa el cargo de jefe de seguridad del padre de Felipe VI. Su residencia continúa siendo Madrid, aunque pase largas temporadas en Abu Dabi.

Aún existe una cuarta razón, esta menos notoria, que podría convencer al rey Juan Carlos para buscar casa en Ginebra o, quién sabe, compartir residencia con la infanta Cristina. Se trata de la residencia en Suiza (no está claro si en Ginebra o en Gstaad) de Marta Gayá, su entrañable amiga con la que mantuvo su relación sentimental paralela más duradera.

Marta Gayá acudió a Abu Dabi para celebrar el famoso último cumpleaños del monarca, con lo que su relación de afecto no se ha interrumpido en ningún momento. Sin duda, le haría los días más felices al emérito, hoy solo acompañado, de vez en cuando, por su nieto Froilán .