Juan Carlos I se ha convertido en un hombre solitario pero sigue conservando algunas buenas amistades, aunque sea en la distancia. Es el caso del escritor Mario Vargas Llosa . Con él ha compartido risas, miradas y complicidad cuando se han encontrado. El respeto es mutuo. Una relación labrada entre títulos concedidos, muchas llamadas y lo último, una invitación del Premio Nobel al emérito para que le acompañe en su entrada a la Academia Francesa. «En la medida en que los reyes puedan tener amigos, yo soy un amigo de él», ha contado al periódico El País.
Mario Vargas Llosa lleva una temporada protagonizando titulares. Aunque quizás prefiera los periódicos al papel couché, su nombre ha aparecido inevitablemente junto al de Isabel Preysler . Semanas después del anuncio de su ruptura con la socialité , el escritor retoma su vida. Estrena soltería a los 86 años con nuevos planes y horizontes intelectuales.
El autor de La fiesta del chivo, una de las obras más valoradas en su extensa obra literaria, afronta los desengaños amorosos como cualquiera: con trabajo, familia y amigos. Y su nueva propuesta al marido de la reina Sofía es un gesto simbiótico: a los dos les viene bien desconectar unos días en la capital francesa.
Ninguno está pasando por su mejor momento, por eso el literato ha propuesto al padre de Felipe VI el viaje. «Siempre ha sido muy cariñoso conmigo. En las recepciones, en actos oficiales… Así que yo pensé que, como está de capa caída, de repente esta invitación le venía bien», ha confesado al medio.
Los primeros contactos entre Juan Carlos I y Mario Vargas Llosa son poco claros, pero hace 30 años el emérito tuvo su primer gran detalle con el autor. El día que el peruano obtuvo la nacionalidad española, en 1993, fue el primero que descolgó el teléfono. Eran las 8 de la mañana.
Llamarle en fechas señaladas se convirtió en su costumbre. Mucho después, en 2010, se anunció que Mario era el ganador del Premio Nobel de Literatura y su amigo volvió a telefonearle. El entonces rey de España le transmitió su orgullo. «¡Yo tengo que darte algo, tengo que darte un título!», le repetía en privado.
Le dedicó, en público, unas preciosas palabras de admiración. «Es fantástico. Es una noticia excelente para España. Además, él es un gran amigo de España y le quiero mucho», declaró durante un acto oficial celebrado en Oporto. El monarca cumplió su palabra. Al año siguiente le brindó el Marquesado de Vargas Llosa.
El acto solemne se celebró en el Palacio de la Zarzuela, donde le reconocieron por «su extraordinaria contribución, apreciada universalmente, a la Literatura y a la Lengua española, que merece ser reconocida de manera especial», según el comunicado oficial. El escritor, con timidez, ha confesado que nunca ha usado ese título.
Juan Carlos pasó por unos años turbulentos. Abdicó en 2014 y hace dos años y medio se mudó a Abu Dabi para esquivar las polémicas (y dejar que su hijo, Felipe VI, tuviera un reinado más tranquilo). El escritor no perdió la oportunidad de defenderle. «Es un gesto muy generoso y oportuno», declaró en una rueda de prensa.
Desde entonces, el rey solo ha vuelto a Europa en cuatro ocasiones. La primera fue el año pasado. Por eso, haber aceptado esta nueva proposición para el 9 de febrero solo subraya lo evidente, el cariño que siente por el autor peruano.
Cuando Mario Vargas Llosa le llamó, contestó sin dudas. «Me respondió que estaba encantado, y va a ir al acto con una de sus hijas», describe sobre el emérito y la infanta Cristina (un apunte: Mario Vargas Llosa se dirigió en un evento a la infanta Elena como «princesa Leonor», un lapsus que provocó carcajadas).
No obstante, Mario le quita peso a su gesto: «Yo no tengo relación con el rey, ni hablo con él, ni nos vemos. Los reyes no tienen amigos, tienen súbditos. Por eso digo que, en la medida en que un rey pudiese tenerlos, yo sería uno de ellos. Y como está de capa caída, me acuerdo de él».
La periodista y experta en la casa real, Pilar Eyre, ve otras intenciones ocultas, como ha contado en sus redes sociales. «Qué sentido del espectáculo tiene Vargas Llosa, ¿quién se lo habrá enseñado?», ha insinuado señalando de forma vedada a la ex pareja del escritor y madre de Tamara Falcó.
Pero hace mucho que Mario se relaciona con las altas esferas. En su fiesta de 80 cumpleaños celebró una fiesta en el hotel Villa Magna a la que asistieron cuatro ex presidentes latinoamericanos, ministros, embajadores e intelectuales. Entonces, aún enamorado, señaló a Isabel y dijo: «Esta personita me ha cambiado la vida». Considerando que a su ex mujer, Patricia Llosa, le dedicó el Premio Nobel, ¿a quién homenajeará con su nuevo reconocimiento?
20 de enero-18 de febrero
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