Los desprecios de Karl Lagerfeld a Diana de Gales: «Era muy guapa y muy dulce, pero estúpida»

Después del éxito que la plataforma Disney + cosechó con la serie sobre Balenciaga , ha llegado ahora 'Becoming Karl Lagerfeld', una miniserie en la que se recrea el ascenso en el mundo de la moda en París del diseñador germano, gran amigo de Carolina de Mónaco, a quien interpreta el actor hispanoalemán Daniel Brühl. Un retrato no del todo edificante del único diseñador que se atrevió a ser soez, eso sí, después de muerta, con Diana de Gales.

La serie se recrea en su intensa relación sentimental con Jaques de Bascher, de quien también se enamoró perdidamente Yves Saint Laurent, y que murió de sida en 1989. El diseñador alemán estuvo a pie de cama hasta el final. Sea como fuere, este es el lado más humano que aborda la serie en la que también se muestra la compleja personalidad de Lagerfeld, quien no solo tuvo a Lady Di como víctima de sus diatribas. Tal fue el caso de la cantante Adele , de la que dijo en 2012: «Está gorda, pero tiene un bello rostro y una voz divina». Ella respondió: «Represento a la mayoría de las mujeres y estoy orgullosa».

Cuando Karl Lagerfeld estaba en la cúspide de su carrera como director creativo de Chanel, una firma que lanzó hasta la estratosfera después de años languideciendo, Lady Di la tuvo entre sus firmas habituales . Hasta que dejó de lucir hasta los complementos. No en vano la última ocasión que lo hizo fue en la confirmación del príncipe Guillermo en 1997. El diseñador alemán, que llegó a Chanel en 1983, no dejó de tener cierta relación con la princesa de Gales, al menos en apariencia, pero después de su muerte se empleó a fondo contra ella.

Durante su matrimonio con el entonces príncipe de Gales, Diana lució creaciones de la firma, especialmente complementos, pero dejó de hacerlo después de su mediática separación. No le resultaba posible hacerlo. Esto es lo que asegura el diseñador, estilista y editor de moda australiano Jayson Brusndon, quien asegura que en la doble C del logotipo ella veía las iniciales de Carlos y Camilla . Por eso otras firmas como Gucci o Versace (Gianni era gran amigo de la princesa, a quien se vio destrozada en su funeral) cobraron mayor fuerza en su guardarropa.

Prueba de que Karl Lagerfeld seguía de alguna manera sintiéndose cercano a Diana de Gales. O, si nos ponemos maliciosos, porque no quería dejar de aparecer en las fotos que ese día se iban a generar, acudió al funeral en memoria de la denominada princesa del pueblo, al que no faltaron celebrities internacionales con los que la ex mujer del ahora rey Carlos III había tenido una relación muy estrecha. En la memoria colectiva quedó la interpretación en la ceremonia de 'Candle In The Wind' por parte de su idolatrado Elton John.

Las palabras que perseguirán a Karl Lagerfeld en lo que a Diana de Gales se refiere no son precisamente edificantes. Nos tenemos que retrotraer a 2016 cuando sus palabras a 'New York Magazine' levantaron ampollas. «Era guapa y dulce, pero estúpida». ¿Se debió al despecho de sentirse relegado en las elecciones de la princesa de Gales? Muy probablemente.

Aun así, cuando coincidieron en el funeral de Gianni Versace, el diseñador se mostró muy cercano con la princesa, quien parecía mucho más pendiente de Elton John. Nada podía indicar que un mes después del asesinato del creador llegaría la muerte, el 31 de agosto, de la princesa en un fatídico accidente de tráfico en París sobre el que sigue habiendo numerosas teorías conspiratorias.

Las afirmaciones de Karl Lagerfeld sobre las que había sido una de sus clientas más vip no pasaron inadvertidas para los Windsor, no precisamente grandes seguidores de la emblemática firma francesa en la actualidad. Karl Lagerfeld sí reservó sus parabienes para Kate Middleton, ahora princesa de Gales, de quien dijo en 'The Telegraph': «Tiene una silueta estupenda, me encantan ese tipo de mujeres, me gustan las bellezas románticas».

Más allá de lo estereotipadas de estas afirmaciones, debemos destacar que su opinión sobre la hermana de Kate, Pippa Middleton , no le dejaba en muy buen lugar al diseñador, cuya mayor virtud no era la diplomacia: «Al contrario (que Kate), pelea (contra el sobrepeso). No me gusta su cara. Debería mostrar solo su espalda».

Su listado de damnificados es extenso. Por ejemplo, a propósito del cantante Seal dijo: «No soy un dermatólogo, pero no querría su piel. La mía tiene mejor aspecto que la suya, está llena de cráteres». Particularmente desafortunado, porque se sabe que las marcas que tiene en la cara son consecuencia de un lupus eritematoso cutáneo. Sobre su la ex mujer del artista, Heidi Klum, aseguró: «No es una modelo de pasarela, pesa demasiado y tiene un busto demasiado grande. Además, siempre sonríe estúpidamente».