Kate Middleton sigue acaparando titulares. El último, por la polémica foto de su reaparición junto a sus hijos. /
Fue la gran sorpresa de ayer. La reaparición de Kate Middleton a través de la publicación de una foto suya para felicitar el Día de la Madre en Reino Unido, y en la que está rodeada de sus tres hijos –George, de 9 años, Charlotte de 8 y Louis de 5–, fue recibida con alegría y alivio. Hoy la sorpresa es otra: la princesa de Gales ha tenido que pedir disculpas por la confusión generada con la imagen.
«Como otros muchos fotógrafos aficionados, ocasionalmente experimento con la edición», ha escrito la princesa en sus Stories de Instagram. «Quiero expresar mis disculpas por cualquier confusión que la fotografía familiar que compartimos ayer haya causado». Aunque en un primer momento la fotografía fue recibida con alegría porque aportaba tranquilidad tras unas semanas de secretismo en torno a la salud de la futura reina de Inglaterra, las sospechas de que la imagen podía haber sido manipulada saltaron enseguida. Finalmente, ella ha tenido que explicarlo.
Un nuevo tropiezo de la Casa real británica que últimamente no parece acertar mucho con sus comunicaciones públicas. Porque la nueva foto de la princesa de Gales, a simple vista el retrato de la felicidad de una madre con sus tres hijos, ha generado una cascada infinita de quejas, enfados y explicaciones de lo más rocambolescas. Bastaba analizar la imagen con un poquito de atención para descubrir ciertas incongruencias.
Hay quienes aseguraron ya desde un principio que esta instantánea no correspondía en realidad a una imagen actual. Según el estado de los árboles que se ven detrás, estaríamos hablando de una foto realizada más bien en otoño, y no tanto en invierno. De ahí que se se podía poner en duda que realmente se tomara durante su actual proceso de convalecencia a consecuencia de la cirugía abdominal que se le practicó el pasado mes de enero.
También llamaba mucho la atención la mano derecha del pequeño Louis, el menor de los tres hijos de los príncipes de Gales. Sentado a la derecha de su madre, con una manita se agarra a la silla donde se sienta Kate y con la otra, la derecha, cruza los dedos de una forma realmente llamativa. Un gesto que se suele relacionar cuando un niño miente, por lo que algunos se apresuraron a «decodificar» su significado: todo era una pantomima y el pequeño de la casa no podía ni disimularlo. Lo cierto es que salta a la vista ese cruce de deditos tan forzado.
Otro de los aspectos que chirrían en esta foto es la ausencia de anillos en las manos de la esposa del príncipe Guillermo , y las risas exageradas de los tres menores, que muestran grandes carcajadas en una situación que, al menos a priori, tampoco parece para tanto. Quizás quienes están al otro lado –se cuestiona también hasta que en realidad sea el príncipe Guillermo el que ha tomado la foto– tuvieron que forzar las sonrisas de los pequeños, y que la única manera de conseguirlo fuera animarles a fingirla a lo grande. Como técnica, puede que incluso les contaran algún tipo de broma o chiste para arrancar esa necesaria carcajada y quedar bien.
Pero las rarezas de la imagen más viral del día de ayer, al menos hasta que llegaron los Oscar de madrugada, no acababan ahí. También fue puesta en cuarentena la propia postura de la nuera del rey Carlos III . Al no tener las piernas cruzadas, su forma de sentarse requiere estirar mucho la espalda en un gesto algo forzado. Y eso hablaría de que la princesa no estaría aún en condiciones de moverse y sentarse con cierta comodidad y naturalidad, dado que es la zona del abdomen la afectada por su famosa operación.
Kate Middleton junto a sus tres hijos en la publicación del Día de la Madre. /
Por todo lo anterior, y porque a la manga izquierda de la chaqueta que luce la princesa Charlotte le falta, si se amplía con zoom, un trocito de tejido, varias agencias, como Reuters, Getty, Associated Press (AP) y la francesa Agence France-Presse (AFP), prefierieron retirar la imagen de sus fondos ante la sospecha de que estaba manipulada y/o con un pésimo trabajo de photoshop. Aunque para ellos era más que una sospecha que ahora ha sido confirmada por la propia fuente origen de la imagen.
Así que la estrategia de comunicación de Kensington en torno a la salud de la princesa ha vuelto a fallar, y esta vez de manera estrepitosa. Si se pretendía aportar tranquilidad y calma después de dos meses de silencio, se ha conseguido lo contrario. Habrá que esperar para comprobar cuál es el siguiente paso y si consigue remediarlo o siguen cometiendo errores.