Leonor inicia su formación en la Marina, con su ingreso en la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra. /
La presencia de una futura reina altera cualquier espacio inevitablemente. En el caso de la princesa Leonor, cada vez que ingrese en una academia militar para cumplir con su formación castrense se producen todo tipo de acomodos para asegurar su seguridad y algún que otro cambio para aumentar su privacidad. En la Academia Militar de Marín, en Pontevedra, está ya todo dispuesto para su ingreso. Por lo que sabemos, sin la presencia de sus padres, Felipe y Letizia.
Estamos deseando contemplar a Leonor con el uniforme de Marina que ha de llevar durante toda su estancia en Madrid: los miembros de la Armada pueden presumir de lucir más elegantes que ningún otro cuerpo del Ejército. La princesa vestirá de impoluto blanco, incluidos zapatos. Hasta la ropa interior ha de ser de este color, como indican las instrucciones de la Escuela Naval de Marí n a sus estudiantes.
Con suerte, la veremos también de azul, con el uniforme de guardamarina, o con el uniforme de faena ignífugo que ha de ponerse en las maniobras, ya embarcada. Desde su misma entrada en la Escuela Naval de Marín, Leonor comenzará a familiarizarse con la mecánica y navegación en velero, con lo que cuenta con una segunda oportunidad para conectar con la náutica. Sabemos que, si no aprendió a navegar de niña , fue por decisión de Letizia. No quiso dejar a sus hijas a cargo de instructores de vela.
Solo serán cinco meses los que Leonor pase en la Escuela Naval de Marín, pues a continuación viajará a Cádiz para embarcar en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, donde permanecerá seis meses. La princesa de Asturias y Girona recorrerá Santa Cruz de Tenerife, Río de Janeiro, Buenos Aires, varios puntos de Perú, Puerto Limón en Costa Rica, Pensacola y, por último, Nueva York.
En esos cinco meses, el control sobre el tiempo de Leonor y sus compañeros de promoción va a ser estricto. Y aunque por su juventud siempre van a buscar momentos para disfrutar del ocio en establecimientos próximos a la Escuela Naval de Marín, los horarios se lo van a poner difícil. La diana toca a las 6:45 y el silencio ha de hacerse en las habitaciones a las 22:30. Entre medias tienen desayuno, revista médica, educación física, revista, instrucción y adiestramiento, comida, instrucción marinera, instrucción militar, oración, cena y aseo. Apenas tiene respiro.
Como sucedió en Zaragoza, Casa Real y el Ministerio del Interior van a asegurarse de que Leonor pueda desarrollar sus obligaciones en la más estricta intimidad y sin que su integridad física o psíquica encuentre baches importantes. El cambio más importante en su rutina los próximos cinco meses será que ya no podrá trasladarse a Zarzuela los fines de semana. Las normas de la Escuela Naval de Marín exigen no salir de la provincia de Pontevedra, a menos que exista un permiso.
Leonor navegará en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, igual que hizo su padre a su edad. /
Evidentemente, Leonor no va a tener ningún problema para conseguir uno de esos permisos que le permitan trasladarse a Zarzuela los fines de semana. Puede, incluso, ser un alivio para sus compañeros, pues quizá puedan comportarse con una normalidad que la presencia de la futura reina impide. Sobre todo, en lo relativo a una de las prohibiciones que, seguramente, van a apenar o incluso a molestar a los familiares de los cadetes.
La información fue desvelada por Monarquía Confidencial y tiene que ver con el uso de móviles en las instalaciones de la Escuela Naval de Marín. Objetivo: que no aparezcan fotos robadas . Las instrucciones al respecto ya eran estrictas, pero con la llegada de la princesa Leonor se intensifican aún más. Ya estaba prohibido el uso de smartphones por parte de alumnos y militares durante la instrucción o en los servicios de armas. Con la llegada de la futura reina, esta prohibición será más estricta y extensa.
Según publica el confidencial royal, existe cierta preocupación por el uso intensivo de redes sociales que hacen los alumnos de Marín, habituados a publicar fotos durante su estancia en la escuela, también para que puedan verlas sus familiares. Desafortunadamente para estas familias, los estudiantes que coincidan con Leonor verán cómo el uso de sus móviles se restringe al máximo. El objetivo es que no se filtre ninguna foto, cosa que se consiguió en la Academia Militar General de Zaragoza.
Ahora mismo, aún se pueden contemplar en las redes sociales fotografías y vídeos de los alumnos de la Escuela Naval de Marín durante ejercicios, maniobras y actividades de instrucción. Hace años que este material importuna al Ministerio de defensa y a la Armada, incapaces de poner freno a la difusión de imágenes en redes sociales de los jóvenes militares con armamento y en maniobras. La presencia de Leonor en Pontevedra puede ser el momento en el que, por fin, estas indiscreciones se consigan controlar.