Lo que no hemos visto de la fiesta de cumpleaños de Leonor: quién no se habla con quién y reencuentro emocionante con el abuelo

Uno de los momentos más entrañables de la jura de la Constitución de Leonor , el ya famoso brindis en el Palacio Real que el rey Felipe explicó por señas a su hija, terminó con una princesa alzando su copa y degustando un cava que, por su gesto, no debe ser de sus bebidas favoritas. ¿Con qué celebrará sus 18 años en la fiesta privada en el Palacio de El Pardo ? Probablemente no con alcohol, pero sí en compañía de gran parte de su familia. Por fin.

Hace ya cinco años, una eternidad para una joven Leonor de solo 18 , que no se produce una reunión Borbón tan numerosa como la que ha concitado el cumpleaños de Leonor. Fue el 1 de noviembre de 2018 cuando, también en El Pardo, la familia real y la familia del rey celebró el 80 cumpleaños de la reina Sofía. Desde entonces no se reúnen los eméritos, Marichalar, Urdangarin, Gómez de Acebo, Zurita y Borbón dos Sicilias.

En una reunión tan nutrida como histórica destacan, evidentemente, los ausentes. No sabemos si los dos primos Borbón que decidieron no asistir calcularon que su incomparecencia sería tan patente. No felicitarán en persona a Leonor ni Juan Valentín, que tiene compromisos laborales ineludibles, ni la polémica influencer Victoria Federica , aunque fue esta última la que concitó todas las críticas por aducir como excusa un viaje de vacaciones a Perú, patria de su amigo torero Roca Rey.

Es probable que, al comprobar cómo prácticamente toda la familia Borbón acude al cumpleaños de Leonor, Victoria Federica se haya dado cuenta de su error. NI su abuela, la reina Sofía, ni su madre, la infanta Elena, pudieron disuadirle de su decisión. Parece que, preocupada por la repercusión de su espantada, la influencer Marichalar intentará felicitar a su prima por intermediación de la emérita.

Mucho más interés por felicitar a la princesa Leonor en vivo y en directo manifestó el rey emérito Juan Carlos, no en vano no ve a su nieta desde que se marchara a Abu Dabi en 2020. El monarca exiliado pudo encontrarse con los reyes Felipe y Letizia al menos en tres ocasiones, dos de ellas públicas: el funeral de la reina Isabel II, donde no se vio que eméritos y monarcas en activo se hablaran; el funeral del rey Constantino, donde Felipe VI interactuó brevemente con su padre, y en Zarzuela, tras la polémica primera visita de Juan Carlos I a Sanxenxo.

Sea como fuere, el rey emérito Juan Carlos pidió permiso para mantener un encuentro privado con la princesa Leonor aprovechando la fiesta por su 18 cumpleaños y el deseo le fue concedido. Así lo aseguró Confidencial Digital, además de explicar que el monarca quiso charlar privadamente con su nieta para darle una serie de consejos sobre su formación militar.

La presencia del rey Juan Carlos fue, probablemente, el argumento definitivo que gran parte de la familia real necesitaba para convencerse de acudir a la fiesta en El Pardo. Se daba por descontada para presencia de los Zurita y los Gómez de Acebo, siempre dispuestos y discretos, así como de los Rocasolano y Ortiz, también jugadores a favor de obra . No era el caso de las infantas Elena y Cristina y sus hijos.

No sabemos a ciencia cierta cuántas personas se reunieron en el Palacio de El Pardo (¿alrededor de medio centenar?) ni en qué consistía la fiesta, además de la consabida cena. Cabe pensar que la reina Letizia habrá encontrado útil confeccionar una lista amplia, de forma que se disimulen los inevitables corrillos que suelen hacerse en las familias mal avenidas. Todos se habrán saludado educadamente, pero de ahí a departir durante el resto de la reunión hay un trecho.

Además de la familia directa de Letizia y Felipe, previsiblemente asistieron Ana de Grecia y Dinamarca y su hija Alexia, acompañada por su marido, Carlos Morales, y sus hijas; una representación amplia de la familia real de Bulgaria, Kubrat, Kyril y Kalina con sus parejas e hijos y Miriam Hungría, viuda de Kardam, con sus hijos; también estuvo Pedro de Borbón Dos Sicilias con Sofía Landaluce y su hermana Victoria junto a Pedro López Quesada; y, por descontado, amigos del colegio y la academia militar, invitados por la princesa Leonor.

Letizia habrá sido la protagonista de los encuentros más tensos, pues es conocida su compleja relación con las infantas Elena y Cristina, con el rey Juan Carlos y con Felipe Juan Froilán, del que se han filtrado frases muy poco edificantes dirigidas a la monarca. Cabe esperar que se hayan saludado, pero que no exista conversación más allá. Por suerte, la reina hanrá podido refugiarse en su familia, presente al completo.

El rey Felipe tampoco las habrá tenido todas consigo con sus hermanas, las infantas Elena y Cristina. Peor con su hermana pequeña, con la que tiene una relación muy fría desde que estallara el caso Nóos y la despojara del título de duquesa de Palma. No es probable que nadie aproveche una noche de celebración para tener esa conversación pendiente, de cierre de hostilidades o de reconciliación.

La tercera generación Borbón no debería heredar los conflictos de sus mayores, con lo que es probable que la chavalería presente haya logrado estrechar lazos y compartir risas a placer. Eso es algo más que factible gracias a la presencia de Froilán, alma de todas las fiestas . Sin embargo, puede que Leonor y Sofía tengan su prevención al respecto de su primo, sobre todo si conocen la opinión que este mantiene, supuestamente, sobre su madre.