La reina Letizia acudió a la CIudad del Fútbol de las Rozas a desear suerte de cara al Mundial de Australia a la Selección femenina de fútbol. /
No es la primera vez que un monarca español acude a un final de un mundial de fútbol rodeado de polémica. El año pasado, el rey Felipe VI viajó a Doha para apoyar a la selección masculina, a pesar de las críticas a Catar por no respetar los derechos humanos. Nada que ver con la papeleta que tendrá entre manos la reina Letizia que ha decidido viajar a Sidney con la muy futbolera infanta Sofía para apoyar a la selección femenina en la final del mundial.
Sin duda, es una buenísima decisión que la reina Letizia acuda con la infanta Sofía al Accor Stadium de Sidney para celebrar a la selección femenina de fútbol . De alguna manera, la monarca se resarce de haber tardado lo suyo en hacer algún gesto con las futbolistas, un equipo con tanto mérito deportivo como personal que ha vivido unos meses muy duros debido a unas tensiones con su entrenador que dividieron el vestuario.
La reina Letizia no ha destacado por apoyar al fútbol femenino: solo estuvo en el palco de la Copa de la Reina en 2019. Hasta junio de este año no volvió a tener contacto con las jugadoras, en este caso de la selección nacional. Acudió a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, para despedir y desear suerte al equipo, concentrado con vistas al Mundial de Australia que ahora termina .
El deporte femenino español y en especial el fútbol femenino debió echar de menos el apoyo de la monarca española, dada la gran explosión de juego en todas las categorías y las dificultades que han encontrado los equipos que finalmente se han integrado en la liga profesional. Su lucha para lograr contratos dignos, salarios consistentes y condiciones ajustadas aún continúa.
La reina Letizia asistió a un entrenamiento de la Selección femenina de fútbol el pasado mes de junio. /
Idealmente, la reina Letizia y la infanta Sofía podrían viajar a Sidney hoy, tras acompañar a Leonor en su ingreso en la Academia General Militar de Zaragoza . Recordemos que es el vuelo más largo que se puede hacer desde España: 25 horas de avión como mínimo hasta nuestras antípodas. La final entre la selección española de fútbol femenino y la selección de Reino Unido será el domingo día 20, a las 12 de la mañana (hora de España).
Ganen o pierda la final del Mundial, las jugadoras de la selección deberían celebrar a lo grande el éxito que significa llegar a tal punto de la competición. No solo es un logro deportivo, sino que realza el gesto de profesionalidad de unas jugadoras que llevan viviendo una tensión insoportable desde hace un par de años. Nadie lo diría por la calidad de su juego, pero dentro de la selección se ha vivido un drama , aunque algunos lo hayan presentado como una guerra.
Con toda seguridad, la reina Letizia y la infanta Sofía no percibirán las tensiones que viven las jugadoras a propósito de la personalidad y el trato de su entrenador, Jorge Vilda, y de la decisión de la Federación Española de Fútbol de mantenerle en su posición, fuera cual fuera la opinón de las jugadoras. Sin embargo, la presencia de la monarca y de la infanta subrayaría la relevancia del equipo y podría acelerar una solución al problema.
La tensión del las jugadoras españolas con Jorge Vilda, su entrenador, comenzaron en la Eurocopa de 2022, tras la eliminación de la selección a manos Reino Unido, precisamente el equipo al que se enfrentan en la final del Mundial de Sidney. Tras aquel duro trago, 15 jugadoras renunciaron a la selección mientras se mantuviera una situación que caracterizaban como «insostenible» y unas condiciones que evidentemente les impedían lograr triunfos internacionales.
Desde entonces, se han producido ajustes, conversaciones y acuerdos discretos que han recompuesto en alguna medida al equipo, aunque no se puede decir que la situación se haya reconducido por completo. Algunas jugadoras que no han viajado a Sidney continúan señalando cierta falta de compromiso con el fútbol femenino, unas carencias que deberían subsanarse tras el buen puesto ya conseguido en el Mundial.
En lo peor de la crisis con el entrenador, Jorge Vilda, las jugadoras deslizaron a los medios de comunicación que tenía un comportamiento «controlador y enfermizo», además de un trato que las «infantibilizaba». Según filtraciones publicadas por 'Mundo Deportivo', Vilda obligaba a las jugadoras a mantener abierta las puertas de sus habitaciones hasta las doce de la noche para comprobar él mismo que estaban allí antes de dormir, una decisión que consideraban atenta contra su intimidad y contra su descanso.
Las jugadoras denunciaron que el seleccionador las controlaba cuando iban a comprar, hasta el punto de revisarles las bolsas. Debían declarar hasta con quién se iban a tomar un café. Todo movimiento estaba supeditado a una estricta vigilancia que hacía que las deportistas se sintieran perturbadas y, en muchas ocasiones, cohibidas. Evidentemente, estamos antes deportistas de élite tan profesionales y maduras como cualquier selección masculina. Por tanto, deberían ser tratadas con tanta seriedad como sus colegas.