LA REINA VA POR LIBRE
LA REINA VA POR LIBRE
Cumplen la regla de oro de todo equipo que funciona a la perfección: no forzar la máquina y dejar espacio para que cada miembro del 'team' haga lo que más le plazca. Los reyes Felipe y Letizia son pura simbiosis en las apariciones al unísono marcadas en la agenda oficial. Pero, en lo que se refiere al ocio, sus intereses son radicalmente distintos. ¿Es un problema? Al contrario. Es una bendición.
Si los monarcas comparten matrimonio, progenie y profesión, esto de mantener sus propias parcelas en el tiempo libre puede suponer un respiro necesario. El rey Felipe puede continuar con las aficiones que le inculcaron desde niño y que tienen una larga tradición en la familia Borbón, en especial la vela y el esquí. La reina Letizia prefiere el cine, la escalada y el yoga. Perfecto.
Este fin de semana pudimos ver a los reyes por separado, disfrutando de dos actividades totalmente distintas y en compañías que nada tienen que ver. El rey Felipe VI acudió a Sierra Nevada (Granada) para esquiar junto a un grupo de amigos, justo en el primer fin de semana que los aficionados a la nieve tienen a la climatología de su parte.
Los que coincidieron con Felipe VI dicen que se lo pasó pipa y que no pudo ser más simpático. Estaba feliz. Imposible no subrayar que Baqueira Beret, la estación catalana donde la familia real pudo disfrutar de su propio chalet de lujo a pie de pista (La Pleta) y donde acudía todos los años religiosamente, ya no sea el destino preferente del rey.
Desde 2004, las visitas de los Borbón a Baqueira menudean y hasta han tenido que competir con la vecina estación de Formigal. Las infantas Cristina y Elena sí acudieron junto a sus familias en sendas visitas muy discretas en 2013 y 2014. Y, de hecho, Victoria Federica ha seguido acudiendo cada invierno, pero ya en calidad de influencer.
La última vez que la familia real, Felipe y Letizia, acudieron a Baqueira Beret fue 2003. Entonces pudimos ver que Letizia no era ducha con los esquíes y no la hemos vuelto a verla con ellos, aunque quizá haya mejorado algo en sus viajes a pistas de esquí canadienses. El rey sí abrió La Pleta en 2019, también para una escapada con amigos entre los que estaban Pedro López-Quesada, esposo de su prima Cristina de Borbón-Dos Sicilias.
El esquí no es la única actividad deportiva que separa a los reyes. Como es de dominio público, a la reina tampoco le convence nada la vela, un deporte que tampoco practican la princesa Leonor y la infanta Sofía, a las que tampoco les gusta esquiar. En los primeros años de matrimonio la veíamos, con cara de resignación, seguir las regatas junto a la reina Sofía y las infantas. Hoy sabemos que Letizia prefiere los yates, para veranear lejos de los focos en alta mar.
¿Qué estaba haciendo la reina mientras Felipe esquiaba y se daba unas buenas comilonas con los amigos? Pasárselo a lo grande con su deporte favorito: apoyar el deporte femenino con una de sus celebradas apariciones privadas en solitario, eventos en los que da rienda suelta a su naturalidad. «Haced lo que queráis conmigo», dijo a las jugadoras de waterpolo que se la rifaban.
Las nadadoras del Real Canoe y el Leioa, los dos equipos que disputaron el partido al que acudió la reina, quisieron publicar una foto con la reina en la red social BeReal y Letizia posó sin problemas. El encuentro estaba organizado por la asociación Muévete frente al Cáncer y la reina acudió en calidad de presidenta del honor de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC).
La reina quiso fotografiarse también con Astrid Álvarez Cora y Carolina Beneyto Vizuete, fundadoras de la asociación y dos waterpolistas pacientes de oncología, una con cáncer de mama y la otra con cáncer de ovario. Ellas quisieron destacar «la sencillez, el cariño y la empatía de la reina), tanto con las deportistas como con el público que vino a animar a la piscina».
Además, las fundadoras de la asociación Muévete frente al Cáncer agradecieron que apoyara un deporte minoritario, pero que da muchas alegrías al deporte femenino: la selección española es campeona de Europa y de la Liga Mundial. Unas deportistas de máximo nivel y una federación que las conduce de manera intachable.