UNA VIDA LEGENDARIA
Margarita Gómez-Acebo y Simeón de Bulgaria, con dos de sus cinco hijos. /
Margarita Gómez-Acebo cumple 90 años este 6 de enero. Ha tenido una vida cargada de vicisitudes, algunas de ellas tremendamente dramáticas, pero ha sido una mujer fuerte y se ha sobrepuesto a las adversidades de una manera encomiable. La mujer de Simeón de Bulgaria «es toda una señora, con una clase fuera de lo común», nos cuenta una persona que la conoció en su juventud y madurez pues se movían en los mismos círculos.
Margarita Gómez-Acebo es prima hermana de Luis Gómez-Acebo , quien fuera marido de la infanta Pilar, fallecido prematuramente a consecuencia de un linfoma. Fue en la casa madrileña de Simeón y Margarita donde conoció a la que acabaría siendo su esposa, pese a la oposición inicial de don Juan de Borbón , que prefería como candidato para casarse con su hija a Balduino de Bélgica.
«Luis era una persona encantadora, como su prima. Al venir de una familia de la alta sociedad, de banqueros, también, siguiendo los códigos de la época, se esperaba que contrajera matrimonio con alguien que consideraran apropiada. Sin duda, la infanta PIlar fue una elección fantástica. Como lo fue Simeón para su prima Margarita. Pese a todo lo que les ha tocado vivir, han sido un matrimonio muy feliz», nos dicen.
La historia de Margarita Gómez-Acebo comienza de la manera más dramática imaginable. Sus padres, Manuel Gómez-Acebo y Modet y María de las Mercedes Cejuela y Fernández, fueron asesinados por los republicanos en 'La arboleda', su finca de Collado Villalba, con una semana de diferencia, en noviembre de 1936.
También fue asesinada su abuela materna, María de las Mercedes Fernández y Molano en Alcobendas, en agosto de ese mismo año. Margarita Gómez-Acebo quedó al cuidado de su tío, Juan Gómez-Acebo y Modet y su esposa María del Carmen Silvela y Castelló. Tenía solo un año. Su único hermano, José Luis, falleció el 6 de enero de 2010, el mismo día que ella cumplía 75 años.
«Los padres de Margarita tenían una casa donde ahora se encuentra el Hotel Orfila de Madrid y, según me cuentan, eran muy aficionados al teatro. Eran gente muy refinada, como luego lo fue su hija», nos comentan.
Margarita Gómez-Acebo y Simeón de Bulgaria, un matrimonio siempre unido. /
Simeón de Bulgaria y Margarita Gómez-Acebo encajaron a la perfección: «Son dos personas muy religiosas y de valores clásicos. Los mismos que han inculcado a sus hijos, a quienes han dado una educación exquisita. En esos ámbitos la buena educación y el refinamiento son cruciales y ellos cumplen esos parámetros con creces», nos aseguran.
«Margarita es una mujer muy educada y humilde. Yo la he visto hacer cola en el Teatro de la Zarzuela para acercarse a saludar a algún artista extranjero que venía a actuar a nuestro país. Nunca intentaba sacar partido de su posición para obtener ventaja alguna. Son estos pequeños detalles los que marcan la diferencia. Es una mujer muy generosa y si ha podido ayudar a algún artista búlgaro cuando ha venido a España lo ha hecho», añaden.
A propósito de la muerte de su hijo, Kardam de Bulgaria, nos cuentan: «Siempre que se habla de cuidados paliativos, de entrega, se pone el ejemplo de su mujer, Miriam de Ungría , que estuvo a su lado en todo momento. No se pudo portar mejor. Su accidente y posterior muerte fueron un golpe terrible para toda la familia».
Por último nos señalan una característica definitoria de Margarita Gómez-Acebo y de su marido, el rey Simeón: «La discreción. Nunca han buscado el primer plano ni les ha gustado llamar la atención. Insisto, Margarita es una gran señora en toda la extensión de la palabra».
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