Marta Luisa de Noruega con un estilismo rojo espectacular. /
A falta de menos de dos meses de su boda con el siempre controvertido chamán estadounidense Durek Verrett, la princesa Marta Luisa de Noruega estallaba tras las supuestas informaciones falsas que se habían difundido de su boda. «Por favor, no creas lo que se dice de Durek o de mí antes de la boda. Por experiencia, sé que empeorará a medida que nos acerquemos a la fecha», escribía la hija de los reyes Harald y Sonia en sus redes sociales, ante los detalles que el medio sensacionalista escandinavo 'Se og Hør' había filtrado de su gran día.
Para evitar más rumores equivocados sobre su enlace , que tendrá lugar el 31 de agosto en 'Se og Hør' en Geiranger, una pintoresca y preciosa localidad frente al fiordo del mismo nombre, ahora ha sido ella misma la que nos ha querido dar alguna pincelada de lo que podemos esperar ese día.
En su podcast 'HeartSmart conversations', la hermana del príncipe heredero Haakon anunció, entre otras cosas, que su boda sería «poco tradicional» y que los invitados podían esperar «algunas sorpresas». Marta Luisa contó frente a los micrófonos de su programa la razón por la que la ceremonia no se ajustará a las costumbres tradicionales noruegas. Al parecer, su futuro marido, nacido en California, no quiere celebrar una boda típica con discursos, ya que no eso no se estila en su país de origen. Sin embargo, deberá pasar por el aro, ya que como ha confirmado su prometida, sí habrá algún emotivo brindis.
Sin querer desvelar demasiado de lo que ocurrirá en una de las pocas bodas royal que hay en el calendario este año, anunció que sus invitados podrán esperar «algunas sorpresas» durante las celebraciones, «precisamente porque hemos decidido hacerlo como queremos», añadió.
La princesa noruega reconoció también que todavía hay «algunas incertidumbres» en la organización de la boda. A falta de confirmación oficial, se habla de que entre los invitados habrá estrellas de Hollywood como Gwyneth Paltrow , Lenny Kravitz o Amanda Hearst. También se ha publicado que a los novios se les ha prohibido ir de blanco, rosa, negro y dorado y se ha puesto énfasis en la prohibición de hacer fotos.
Marta Luisa de Noruega con su prometido, Durek Verret. /
Pero debido a que estos detalles provienen precisamente de la revista 'Se og Hør' y Marta Luisa nos ha pedido que no nos los creamos, ¿hasta que punto podemos hacerles caso? Lo que sí sabemos seguro es una persona no asistirá al enlace: la madre del novio. Marta Luisa se encuentra en estos momentos en plena guerra con ella y ha lanzado duras acusaciones sobre su suegra, Veruschka Urquhart. Ella por su parte ha llegado a asegurar que su futura nuera le había «lavado el cerebro» a su hijo.
Más allá de cómo confeccionará las mesas de los invitados, está claro que la princesa quiere disfrutar al máximo del momento, pese a las complicaciones que puedan surgir ese día. En su podcast no tuvo problemas en admitir que le preocupa ser incapaz de no llorar durante la ceremonia y arruinar así su maquillaje. Pero también aseguró sabe cómo «contrarrestar este miedo» con algo positivo. En su opinión, lo más importante es «estar presente y asimilar todo lo que rodea a la boda y los días posteriores».
Dos años después de anunciar su compromiso, esta será la segunda boda para Marta Luisa, que estuvo casada con el escritor Ari Behn , con quien tuvo a sus dos hijas: Maud Angélica y Leah Isadora. Y durante todo este tiempo, su futuro esposo ha sido objeto de escrutinio constante en los medios de su país, protagonizando varias polémicas por el camino. Si primero era un exnovio del chamán, Hank Greenberg, el que lo acusaba públicamente de «violento», el estadounidense ha tenido que ver cómo en Noruega se le calificaba de «charlatán» y era señalado por realizar supuestos exorcismos.
Marta Luisa de Noruega en una imagen reciente. /
Sin embargo, Verrett parece contar con el mayor beneplácito antes de su boda: el de sus suegros, los reyes de Noruega. Como relataba él mismo en un vídeo de TikTok, el año pasado se sentó a hablar con Harald y Sonia para explicarles en qué consiste «la cultura negra» y los sufrimientos por lo que había pasado «con todas las amenazas de muerte y los insultos racistas que he recibido». El chamán añadió que el monarca y su esposa fueron «muy amables» y calificó el encuentro de «realmente hermoso».
Admitiendo sus propios fallos, también la princesa Marta Luisa ha confesado que salir con el chamán le había mostrado «la forma en que consciente e inconscientemente he pensado y actuado hacia la gente negra. Cómo he dado por sentados mis derechos, cómo nunca me he planteado qué es realmente el racismo, porque me he sentido cómoda con el sistema».
Mientras Verrett causaba una gran conmoción en el país nórdico al arremeter públicamente contra la sociedad noruega, a la que calificó como «xenófoba sin darse cuenta» e incluso contra la realeza, asegurando sin tapujos que «es la más racista de todos», su prometida salía la paso de estas declaraciones diciendo que también ella necesitaba «crecer y educarse» para «pasar de estar en contra del racismo a ser antirracista».