Por qué Mary de Dinamarca ha elegido la tiara de rubíes para su primera cena de gala como reina en Suecia

Mientras a miles de kilómetros de distancia, en Nueva York, las celebrities más rutilantes celebraban la moda y el glamour en la Gala MET , en el Palacio Real de Estocolmo, la realeza danesa y sueca vivía su propio duelo de estilo con la cena de gala que los reyes Carlos Gustavo y Silvia ofrecían a sus ilustres visitantes, los reyes Federico y Mary. Haciendo gala de frente unido tras las críticas recibidas en su país en los últimos tiempos y tras los momentos turbulentos que ha vivido su propio matrimonio, los recién proclamados monarcas fueron las grandes estrellas de la noche.

Los reyes daneses habían llegado previamente a la capital sueca a bordo del yate real Danneborg -acompañados por los príncipes herederos Victoria y Daniel- donde fueron recibidos por el rey Carlos XVI Gustavo y la reina Silvia. En palacio disfrutaron de un almuerzo, antes de reunirse con el presidente del Parlamento y el primer ministro sueco.

Pero sin duda todos los ojos estaban puestos en la cena de gala, la primera de altura para Mary como reina de los daneses. Mientras su esposo Federico optaba por vestir su uniforme naval de gala, la australiana elegía reciclar un look del diseñador Jesper Høvring que vistió por primera vez en 2017. La princesa Victoria apostaba por su parte por un diseño de lentejuelas de Christen Lindarw mientras que la princesa Sofía repetía el vestido de Ida Lanto que ya le vimos lucir en la ceremonia de entrega de los premios Nobel en 2022.

Demostrando la gran relación entre ambas familias, en su discurso el rey Federico mencionó las distintas formas en que Dinamarca y Suecia están conectadas. «Nos animamos mutuamente y celebramos las victorias del otro en contextos internacionales. Casi podría decirse que tenemos la ventaja de jugar en casa el uno en el país del otro», afirmó. «Suecia ocupa, desde que tengo uso de razón, un lugar permanente en mi conciencia y en mi corazón», añadió antes de dedicar unas palabras de cariño a su abuela, la reina Ingrid, que nació en Estocolmo y luego pasó a formar parte de la Familia Real danesa.

Al igual que su marido, la reina Mary también quiso tener un gesto afectuoso con sus anfitriones, que realizó a través de sus joyas, honrando así la tradición compartida entre ambas familias reales. La australiana eligió para la solemne ocasión la tiara de rubíes, su favorita desde su boda en 2004 y con una historia se remonta a un largo linaje de reinas y princesas suecas.

Este conjunto de joyas de rubíes se creó a principios del siglo XIX para la reina Désirée, casada con Carlos XIV Juan de Suecia. Esta royal lució el conjunto de joyas que componen la corona en la coronación de Napoleón Bonaparte, y más tarde mandó confeccionar la tiara a partir de piezas ya existentes. Su bisnieta, Luisa, se llevó la tiara de rubíes a Dinamarca cuando se casó en 1869 con el entonces príncipe heredero Federico, que más tarde reinaría como rey Federico VIII.

A través de la reina Luisa, la parure de rubíes danesa se convirtió en un elemento básico del joyero de la Familia Real danesa y desde entonces la han lucido otras reinas, como la mencionada Ingrid, que además es tía paterna del actual rey de Suecia. Cuando la royal falleció, se la dejó en herencia a su nieto para que la luciera su esposa.

Además del conjunto de rubíes, la reina Mary también ha llevado la banda de la Real Orden de los Serafines, una orden de caballería sueca creada por el rey Federico I, y el retrato del monarca danés que ya le vimos estrenar en sus últimos retratos oficiales.

La velada estuvo repleta de hermosos vestidos, discursos y deliciosa comida, pero también hubo tiempo para una sesión fotográfica en la que las dos familias posaron para fotos oficiales en el interior del Palacio Real de Estocolmo. Las imágenes fueron compartidas en las redes sociales de ambas casas reales.

En una de ellas, se puede ver a la princesa Sofía, al príncipe Carlos Felipe, a la princesa heredera Victoria, al príncipe Daniel, al príncipe Oscar, a la princesa Estelle, a los reyes Mary y Federico y a los reyes Carlos XVI Gustavo y la reina Silvia. En la segunda imagen, solo posan las dos parejas reales.

Los dos royal más jóvenes, los hijos de Victoria de Suecia, fueron los grandes protagonistas de la histórica foto de grupo. Como suele ocurrir en los actos oficiales, el príncipe Oscar no pudo controlar sus expresiones faciales y llamó la atención con divertidas muecas. Ambos principitos también destacaron en el recibimiento a los reyes daneses, al esperarles en el puerto agitando unas banderas danesas que ellos mismos habían confeccionado previamente en casa.