La reina Máxima de Holanda ha perdido muchas popularidad en los últimos años. / / gtres

RETRATO PERSONAL

La biógrafa de Máxima nos cuenta los errores que han hundido su popularidad: «Holanda estaba fascinada con esta chica latina»

Publicamos la segunda parte de nuestra entrevista con Marcia Luyten, autora de Madre Patria, en el que hace un recorrido por la vida de Máxima de Holanda hasta que conoció al príncipe Guillermo.

Marcia Luyten ha conseguido un considerable éxito editorial y, sobre todo, de crítica, por su excelente biografía de Máxima de Holanda, Madre Patria, editado en España por Emecé. La periodista nos atendió por videoconferencia recientemente y hoy publicamos la segunda parte de esta extensa conversación en la que hicimos un recorrido por la vida de la reina hasta que conoció al que sería su marido, el entonces príncipe Guillermo de Holanda.

El mencionado libro abarca precisamente hasta que conoció en Sevilla al ahora rey de Holanda, pero la narración termina justo en ese momento. Por este motivo, ahora nos centramos en el momento actual que viven los reyes holandeses partiendo desde el momento en el que la argentina Máxima Zorreguieta irrumpió en un país cuyas características son tan contrapuestas al suyo.

Marcia Luyten, una prestigiosa periodista con una brillante trayectoria en prensa escrita y televisión, tiene muy claro que hubo un antes y un después en la institución monárquica en Holanda con la llegada de la expansiva argentina: «Decir que a los holandeses les gusta Máxima es una afirmación muy por debajo del sentimiento que albergan por ella desde el momento en que llegó a los Países Bajos. Se convirtió de la noche a la mañana en el miembro más popular de la Casa Real. No sé cómo describirlo…»

Y añade: «Es como una flor preciosa que llegaba a todo el mundo. La reina Beatriz era muy profesional, tenía mucha autoridad, pero no era fácil, alegre, ni llegaba fácilmente a la gente. Nunca abrazaría a nadie, por ejemplo. Máxima tiene una personalidad muy cálida. Holanda estaba fascinada con esta chica latina».

Dos errores que los reyes Guillermo y Máxima de Holanda están pagando muy caros en términos de popularidad

Sin embargo, todas las historias de amor tienen sus altos y bajos. La del pueblo holandés con su reina no atraviesa su mejor momento. La luna de miel ya ha terminado :«Su popularidad ha bajado en los últimos tiempos desde la pandemia, porque el rey y ella cometieron pequeños errores. Y han pagado un enorme precio por ellos. Con el confinamiento por el coronavirus, desde el Gobierno en televisión se pidió a la gente que no viajara aunque era un periodo vacacional. Había que luchar entre todos contra el virus».

Guillermo y Máxima cometieron lo que podríamos considerar, si se nos permite el símil, su pecado original: «Volaron en un avión privado a Grecia. Legalmente no rompieron ninguna norma, pero sí moralmente. El rey tiene que ser un líder dando ejemplo. Tienes que ser cercano a la gente, pero mientras esa gente se queda encerrada en casa tú no te puedes ir de viaje. El Palacio tiene un jardín gigantesco, así que no hubieran sufrido mucho. La gente se tomó muy en serio este error. Ademá, estrenaron en ese momento un yate de dos millones de euros».

No contentos con sus grandes vacaciones griegas, también hicieron ostentación de un lujo al alcance de pocos. Un gesto que tampoco se les ha perdonado:«Si eres rey tienes que comportarte como un rey. Si te comportas como una persona cualquiera, la monarquía desaparecerá en diez años. No fue muy inteligente gastar dos millones de euros mientras la gente se estaba muriendo, perdiendo sus trabajo, empresas en bancarrota. Por estos asuntos han perdido la simpatía de mucha gente y todavía no se han recuperado. La paradoja es que son personas que trabajan muy duro y se toman muy en serio su trabajo, incluso en la época del coronavirus, pero no han logrado revertir esta situación».

En su viaje por el Caribe holandés, Amalia de Holanda tuvo la oportunidad de liberar una tortuga que había sido tratada en un centro de rescate marino. / INSTAGRAM

Más allá de estas fricciones entre la Casa Real y su pueblo, sí parece haber un consenso en el relevo, la princesa Amalia, según la periodista: «La gente tiene una estima altísima a Amalia, la princesa heredera. Está muy entregada a su papel, se la ve feliz. No es como puede pensarse en otros casos de jóvenes de su edad que piensan en a lo que tienen que renunciar por ser princesas. Parece muy capacitada para ella y disfrutar con ello. Cuando se fue haciendo mayor y empezó a hablar con la prensa, en televisión, de manera espontánea, todo el mundo estaba maravillado por lo inteligente y empática que es».

Las amenazas que ha recibido la princesa Amalia, muy vigilada para garantizar su seguridad

Los últimos tiempos no están siendo precisamente plácidos para la princesa heredera, como subraya Marcia Luyten: «Ahora está bajo un serio peligro. Ridouan Taghi, que ahora está en prisión, y la organización criminal a la que pertenece, la han amenazado de manera severa. Vive bajo la amenaza de ser secuestrada. Ahora no vive en Amsterdam ni ha vuelto a palacio, se ha ido a la universidad y vive bajo extremas medidas de seguridad. Me da tristeza que una chica como ella de 19 años no tenga la posibilidad de explorar libremente las experiencias que quiera tener por estas circunstancias».

La última cuestión que le planteamos a la autora es si podremos contar pronto con una segunda parte de esta biografía y la respuesta nos deja con la miel en los labios: «Quería escribir una segunda parte de este libro, pero tengo un hándicap. Las personas con cuyos testimonios conté para elaborar este libro fueron muy abiertas sobre la vida de Máxima hasta que conoció al príncipe heredero, pero todas estas mismas personas cuando se plantea hablar sobre ese momento posterior se muestran muy limitadas y respetuosas. Incluso aunque Máxima les había dado permiso para hablar conmigo, consideraban que era demasiado privado para pronunciarse sobre esta etapa de su vida. Así que no puedo escribirlo si no tengo suficiente información, por lo que me he dicho a mí misma que no es el momento para escribirlo. Espero poder hacerlo en el futuro».