En octubre de 2022 salía a la luz la noticia, la princesa Catalina Amalia de Orange volvía a vivir en casa. La hija de Máxima de Holanda y el rey Guillermo Alejandro tuvo que dejar su habitación de estudiante en la Universidad de Ámsterdam y recluirse en el palacio Huis ten Bosch, en La Haya, ante las inminentes amenazas del crimen organizado.
Desde entonces no hemos visto a Catalina en ningún acto público, y la reina Máxima de Holanda confesaba que su hija no podía casi salir de casa. La heredera al trono holandés se encontraba bajo estrictas medidas de seguridad por miedo de las autoridades holandesas a un secuestro o ataque. Lo mismo ha ocurrido con el primer ministro holandés Mark Rutte.
Una seguridad extrema que ha hecho que incluso no veamos a la princesa Catalina Amalia de Orange en el funeral de Constatino de Grecia al que sí acudieron sus padres. Sin embargo, parece que la hija de los reyes de Holanda ha dicho basta. Antes de hacer su viaje al Caribe, los reyes han hecho una parada en Madrid. Según unas imágenes de una conocida revista, la reina Máxima de Holanda y su hija han disfrutado de un fin de semana previo al viaje oficial de descanso y de compras por la capital.
Después de estos días, los reyes han seguido su ruta hacia el Caribe con Catalina Amalia de Orange a bordo del avión oficial. Una ruta que estaba programada para el 2022 pero que tuvo que ser aplazada por las continuas amenazas a la hija del rey. Se trata de un viaje al Caribe donde visitarán países como Aruba, Curazao, San Martín y también las islas que componen los Países Bajos del Caribe (Bonaire, San Eustaquio y Saba).
Un viaje que hace sabiendo que es el punto de mira de muchas bandas criminales, pero que demuestra su valentía y sus ganas de seguir haciendo su vida como una chica de 18 años junto a su familia. El viaje de la familia real holandesa no es fácil, pero según ha confirmado es una forma de que la heredadera al trono olvide un poco lo que está pasando en los últimos meses.
Y la foto más esperada de su llegada al Caribe, ya la tenemos. En un avión privado, la reina Máxima, la princesa Catalina Amalia de Orange y el Rey Guillermo Alejandro han llegado a Bonaire. Aquí da comienzo el primer viaje oficial de la heredera de los Países Bajos, siendo también la primera vez que acompaña a sus padres en actos en el extranjero.
«Esperamos presentarla y experimentar con ella lo que hace que cada isla sea tan especial y lo que nos mantiene, con todas las diferencias, uniéndonos», ha comentado el rey Guillermo a algunos medios. El destino paradisiaco y muy veraniego tal y como vemos ya en el imágenes.
En la instanténa aparece la reina Máxima y su viaje muy juntas. La princesa Amalia, nada más bajar del avión tiene un gesto muy significativo. Para la instantánea bordea la cintura de su madre y se pega a ella bastante. No sabemos si es un mecanismo de seguridad, o simplemente un gesto cariñoso de la princesa.
Otro dato curioso es que van casi iguales vestidas o al menos en las mismas tonalidades. Para su primera aparición pública tras varios meses de encierro, la princesa decidió apostar por estilismos en tonos azules y blancos, a juego con su madre. Lleva un vestido de flores con blazer blanca y zapatos de cuña en blanco.
Aunque el Caribe es uno de los sitios más paradisiacos del mundo para descansar y desconectar, los reyes de Holanda y su hija estarán ejerciendo sus labores institucionales. Podrán disfrutar del entorno con numerosas actividades programadas, pero también es una forma de volver a conectar con las colonias de los Países Bajos y de mostrar al pueblo a la heredera al trono.
En Bonaire estarán acompañados por Alexandra Van Huffelen, Secretaria de Estado de Relaciones del Reino y Digitalización. La ruta en la isla durará un dos días. Después de la bienvenida del goberandor Edison Rijna, el sábado harán una fiesta en la residencia oficial junto con miembros del ejecutivo insular.
Al mismo tiempo, los reyes y la princesa visitarán las cabañas en recuerdo de la esclavitud. Irán al Parque Cultural Mangazina di Rei y tendrán un almuerzo con residentes de Bonaire. Por la tarde podrán disfrutar de un evento de windsurf en la bahía de Sorobón. Una recorrido que culminará con la visita a Taste of Bonaire, un mercado cultural con productos locales, oferta gastronómica y actuaciones musicales.
20 de enero-18 de febrero
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