Máxima de Holanda en una imagen reciente. / /
La familia de la reina Máxima de Holanda es tan numerosa como anónima. Su padre, Jorge Zorreguieta y su malograda hermana menor, Inés , que se suicidó en 2018, son quizá los dos elementos más conocidos. Pero la madre de Catalina Amalia de Orange tiene a bien poseer un extenso árbol familiar en Argentina alimentado por sus hermanastras y hermanos.
No en vano su padre estuvo casado en dos ocasiones. En su primer matrimonio con la escritora y filósofa Marta López Gil tuvo tres hijas, María, Ángeles y Dolores; y en el segundo, con María del Carmen Cerruti, otros cuatro retoños: la propia Máxima y sus hermanos, Martín, Juan e Inés.
Inés, psicóloga y sospechosa de haber recibido en más de una ocasión la ayuda de su hermana para conseguir trabajo, saltó a los titulares de la prensa internacional de la forma más trágica de todas, cuando se suicidó en 2018.
El resto de los hermanos de la reina de los Países Bajos tiene a bien guardar silencio sobre la monarca y las desgracias familiares, lo que hace que aumente el misterio sobre quiénes son y cómo se relacionan entre ellos los hermanos de la reina Máxima.
Por nivel de exposición, Dolores Zorreguieta es la hermanastra de la reina que más atención recibe. Es artista y dedica su tiempo a su obra, su canal de Youtube y a alimentar su feed de Instagram con imágenes tanto de su gato como de sus composiciones artísticas, cuanto menos, inquietantes, porque el eje argumental de su discurso artístico hasta poco era el dolor. Dolores vive en Nueva York aunque viaja a menudo a Argentina y expone en todos los continentes donde es requerida su visión del sufrimiento, lo mismo en una galería en Sevilla a, por supuesto, Holanda.
Aunque no sea su tema favorito, Dolores es de los pocos hermanos Zorreguieta que en algún momento se ha animado a hablar sobre su relación con la monarca de los Países Bajos. Concretamente suele hacerlo para aclarar al mundo que a ella todo esto de la realeza le llegó de golpe y le vino un poco mal.
«El casamiento de mi hermana tuvo una resonancia enorme en el mundo entero, e influyó mucho en mí. Fue algo que no se dio por una decisión mía: todo esto implicó un reajuste muy grande en mi vida«, explicó en una entrevista en 2014. Aún así, Máxima no le debe guardar rencor porque afirman que ha viajado hasta Nueva York en más de una ocasión para contemplar las exposiciones de su hermanastra.
La siguiente hermanastra, Ángeles Zorreguieta, también es conocida por su labor profesional. Licenciada en Biología y doctora en Química, además de investigadora, en Argentina se la conoce como «la hermana científica de la reina». En abril de este mismo año se le concedió el premio Flor de Mujer que distingue en el país sudamericano a mujeres que destacan por su talento profesional y su solidaridad. Actualmente es la directora ejecutiva de la Fundación Instituto Leloir, un centro de investigación científica contra el cáncer, aunque durante años desarrolló su labor investigadora en Londres.
Por último, a pesar de ser la más mayor de todos, la tercera hermanastra, María Zorreguieta López, es en realidad la última para la prensa, porque su vida es un auténtico misterio. No existen fotos suyas ni detalles sobre su trayectoria vital. No se ha dejado ver en eventos royal ni en ocasiones señaladas para los Zorreguieta. Aún así los medios argentinos apuntan a que está casada y es empresaria.
Los hermanos de padre y madre de la reina Máxima de Holanda han recibido a lo largo de los años más atención de la que quisieran presumir. Inés Zorreguieta, la menor de ellos, es sin duda la más conocida por su desgraciado final y su extraña contratación para un cargo relevante durante el gobierno de Macri.
Martín Zorreguieta Cerruti es sólo un año menor que Máxima. El local que regenta con su socio, el chef Leandro Andrés (que es además su ex cuñado), en la Patagonia argentina es, cada año, un hervidero de paparazzis cada vez que Máxima, su marido y sus hijas pasan a visitarle. Aunque el verdadero espectáculo lo da él mismo cuando decide actuar con su grupo de música los Papas Bravas.
La reina Máxima de Holanda junto a sus hijas. / /
Mucho más serio, el menor de los Zorreguieta Cerruti, Juan, es ingeniero industrial, ha trabajado durante años como asesor para empresas del sector e incluso hizo sus pinitos de joven en la política argentina. Pero todo cambió en 2014 cuando conoció a la politóloga Andrea Wolf y protagonizó con ella una boda religiosa con escándalo incluido. La ceremonia, a la que por supuesto acudieron los reyes holandeses y sus hijas , se celebró en la residencia del embajador holandés en Viena y culminó con una recepción en el palacio de Liechtenstein, motivos más que de sobra para acusar a Máxima (de nuevo) de tráfico de influencias. Y es que nadie puede negar que la monarca holandesa es una mujer de familia.