Miriam de Ungría comenzó una nueva vida a los 59 años. Nada se sabía de su próspera relación con el príncipe Ghazi de Jordania, una segunda oportunidad para el amor tras el accidente que sufrió el fallecido príncipe heredero Kardam de Bulgaria . ¿Cómo surgió el nuevo flechazo que les llevó a casarse? Precisamente por la amistad que había entre las familias reales.
El primer matrimonio de Miriam de Ungría se celebró en 1996. Y se casó con un joven heredero al que había conocido en la noche madrileña. Las circunstancias se dieron porque la familia real de Bulgaria se exilió, y el príncipe nació y creció en la capital.
Miriam, aunque no era parte de la realeza, era hija de Bernardo de Ungría y Goiburu, que fue presidente del imperio Ungría Patentes y Marcas. La empresa fue creada en 1891 por el abuelo de Miriam, quien también presidió el Colegio Heráldico de España.
Miriam y Kardam frecuentaban los mismos lugares y coincidían sus amigos de la alta sociedad madrileña. La pareja se encontró por primera vez en los 90, en la discoteca Joy Eslava. Kardam la vio y le dijo a un amigo que se iba a casar con ella. La pareja se convirtió en uno de los matrimonios reales favoritos de la prensa.
Su vida de entonces acabó en 2008. Un grave accidente dejó a Miriam de Ungría con múltiples heridas físicas y emocionales. Lo peor: que la catástrofe le arrebató poco a poco a su marido. Él quedó en coma artificial hasta su muerte.
Cuando ocurrió la desgracia, sus hijos Boris y Beltrán apenas tenían 9 y 10 años. Se refugió en su ilusión por ellos y escogió la mejor educación posible que podía brindarles, sin importarle si eso significaba viajar al extranjero. En abril de 2015 se mudó con su familia a Londres y se volcó en su carrera, formó la marca MdeU.
En esos años de cambios contó con un apoyo extra, el príncipe Ghazi de Jordania. El hijo del príncipe Mohammed ben Talal y la princesa Firyal se mantuvo cerca de la familia real búlgara. Primero de manera amistosa, pues el príncipe estaba casado con Areej Zawawi, hija de uno de los asesores del sultán Qaboos, con quien tuvo cuatro hijos. No obstante, su divorcio en 2021 dio luz verde al amor que sentía por Miriam Ungría.
Para muchos amigos y conocidos, la confianza y el cariño que se estaba creando entre el príncipe de Jordania y Miriam Ungría era imperceptible. La relación se había construido con detalles que en esos momentos fueron fundamentales para la empresaria. Como, por ejemplo, que tras la muerte del príncipe Kardam, Ghazi de Jordania hizo instalar una placa conmemorativa en homenaje su amigo fallecido.
Antes de su segundo matrimonio, la princesa Miriam fue hasta el lugar donde se encontraba la placa. Quiso meditar junto a sus hijos, despedirse de las tragedias pasadas y comenzar la alegría futura.
Solo unos pocos familiares los encontraron para asistir a la ceremonia. Entre ellos, el príncipe Mohammed ben Talal, padre del novio, el príncipe Hassan, su tío y su primo el Rey Abdallah. Su última boda fue muy diferente. Elegió un vestido de seda color champán de la marca española Cortana.
Al casarse con un descendiente de los antiguos guardianes de La Meca, la nuera del rey Simeón adaptó también un nuevo nombre. Pasó a llamarse princesa Miriam Al-Ghazi ben Talal de Jordania.
Sin embargo, según el palacio real de Sofía, ella sigue siendo de fe ortodoxa, religión a la que se convirtió en su matrimonio con el príncipe Kardam. Tras la celebración, Miriam de Jordania recibió todos los deseos de alegría por parte del gobernante hachemita, Abdalá II de Jordania. Le dio una cálida felicitación por haber aprovechado esa oportunidad, una de las mayores que le ha ofrecido la vida.
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