La reina Camilla saluda al papa Francisco. /
El rey Carlos de Inglaterra y su esposa, la reina Camilla, visitaron ayer en privado al papa Francisco, en el mismo día en el que celebraban su vigésimo aniversario de boda . El encuentro, que duró unos veinte minutos, tuvo lugar en la Casa Santa Marta del Vaticano, donde el sumo pontífice lleva más de dos semanas recuperándose desde que fuera dado de alta en el hospital Gemelli.
Este acontecimiento especial tuvo lugar durante el tercer día de la visita de Estado de cuatro días de Carlos y Camilla a Italia. La pareja real iba vestida de negro, como marca el protocolo para recibir al Papa, del que solo están dispensadas las reinas católicas , que pueden vestir de blanco. En la única foto que ha publicado el Palacio de Buckingham de esta visita, vemos cómo Camilla se inclina para saludar al papa mientras su esposo permanecía de pie sujetando una pequeña caja roja.
El papa Francisco no parecía llevar un tubo de oxígeno , después de haber sido fotografiado con uno el domingo cuando hizo una aparición sorpresa en la Plaza de San Pedro. Durante su encuentro, el argentino deseó un feliz aniversario a la pareja real y también intercambiaron regalos.
La noticia del encuentro la daba a conocer un portavoz de Buckingham, asegurando que «sus majestades estaban encantados de que el papa estuviera lo suficientemente bien como para recibirles y de haber tenido la oportunidad de compartir sus mejores deseos en persona«.
Compartiendo la imagen en sus redes sociales, el mensaje que la acompañaba decía en italiano: «Che occasione speciale!», añadiendo a continuación que los reyes «se emocionaron con los amables comentarios del papa sobre su vigésimo aniversario de boda y estuvieron honrados de poder compartir sus mejores deseos con él en persona».
La visita de los reyes al papa duró unos veinte minutos. /
Durante la breve visita, el convaleciente papa Francisco también deseó al rey Carlos «un pronto restablecimiento de su salud». Los buenos deseos del sumo pontífice se referían a la última hospitalización del monarca hace unas semanas debido a los efectos secundarios de su tratamiento contra el cáncer.
Esta visita al Vaticano se había pospuesto en un principio y no se confirmó de forma definitiva hasta pocas horas antes de que se produjera. Junto a los reyes estuvieron presentes su secretario privado principal, sir Clive Alderton, y la secretaria privada adjunta de Camilla, Belinda Kim.
Durante este viaje a Italia, la reina Camilla tuvo tiempo de hacer unas sinceras confesiones a la prensa británica que la acompañaba. «Veinte años, ¿quién podría creer que han pasado veinte años?», reflexionaba el día del aniversario de su accidentada boda en 2005 . Interrogada por el éxito de su largo matrimonio, respondía: «No lo sé... bueno... supongo que es una especie de amistad, en realidad. Reírnos de las mismas cosas, seguir adelante con la vida».
Carlos y Camilla junto al presidente Mattarella en la cena de Estado. /
Ahondando en este tema, la esposa de Carlos III describió su relación diciendo que «siempre vamos en direcciones diferentes, como barcos que pasan de noche. Pasamos uno al lado del otro. De hecho, esta tarde nos hemos puesto un poco al día». A continuación, reveló también que tenía en mente un gesto romántico para su marido cuando regresaran a Villa Wolonsky, la casa del embajador británico donde se alojan durante esta visita.
A la pregunta de si habían tenido tiempo para intercambiar regalos, respondió: «No, lo haremos cuando volvamos. Nos lo vamos a ahorrar. Y bueno, yo tengo algo para él. Es porcelana», confesó en referencia al regalo tradicional para un 20 aniversario. Cuando un periodista le preguntó si el regalo del monarca para ella sería tomarse algo de tiempo libre, su respuesta fue de lo más divertida: «¡Sigue soñando!».