Un futuro bien atado

El imponente patrimonio de Federico y Mary de Dinamarca: fincas de lujo, joyas de valor incalculable y una bodega francesa exquisita

Fincas de caza, bodegas, palacios, fundaciones... La familia real danesa no es parca en posesiones, pero están lejos de las de sus más mediáticos primos británicos.

Los reyes Federico y Mary de Dinamarca. / gtres

Jorge C. Parcero
Jorge C. Parcero

A diferencia de otras familias reales de Europa, los reyes Federico y Mary y el resto de la familia real danesa no son multimillonarios. Aunque su fortuna personal se calcula en unos 40 millones de euros, su principal fuente de ingresos es el 'appanage', las provisiones reales que el Parlamento danés les concede cada año como parte del presupuesto del Estado. Esa asignación ascendió en 2023 a 126 millones de coronas (unos 16 millones de euros). Pero eso no significa que los royals escandinavos no dispongan de un envidiable patrimonio.

Sus principales residencias, como el palacio de Amalienborg , son propiedad del Estado y están gestionadas por la Agencia de Palacios y Bienes Culturales, que las pone a disposición del monarca reinante, que debe asumir sus gastos. Pero hay tres excepciones: el castillo de Marselisborg, el château de Caix en Francia y el pabellón de caza real de Trent en Jutlandia.

El castillo galo fue adquirido por la reina Margarita junto a su esposo, el príncipe Henrik , en 1974. Hoy, esta floreciente finca vinícola de 24 hectáreas produce unas 127.000 botellas al año, con precios que oscilan entre los 8 y los 40 euros. Según el diario 'Extra Bladet', la recién abdicada monarca posee los 4,5 millones de euros que le dejó en herencia su madre, la reina Ingrid, a los que suma su asignación anual de 1,6 millones de euros.

La reina Margarita con un jovencito Christian en el castillo de Marselisborg. / gtres

Una colección de coches y motos de lujo, así como el collar de rubíes heredado de su madre, completan su patrimonio. Es probable que el castillo de Marselisborg se incorpore al patrimonio del príncipe heredero Christian a la muerte de la reina Margarita, aunque queda por ver si los derechos de sucesión se aplicarán también al amado refugio de los soberanos daneses.

Las valiosas (y prestadas) joyas de la corona

Cuando la australiana Mary Donaldson se convirtió en reina de los daneses tuvo acceso a uno de los joyeros reales más impresionantes del viejo continente. En él podemos encontrar diamantes, esmeraldas, perlas y rubíes y diamantes talla rosa, que adornan collares, pendientes y broches, además de una fabulosa colección de tiaras.

La reina Mary. / gtres

Cuando no se utilizan, estas preciadas y muy antiguas joyas permanecen en una cámara de seguridad ubicada en el sótano del Castillo de Rosenborg. Una parte de ellas se exhibe en el Museo de Amalienborg, algo insólito que sólo ocurre con las joyas danesas.

Del mismo modo, para evitar que ciertas joyas y posesiones valiosas salieran del redil familiar, en 1910 Federico VIII y la reina Luisa crearon el Kongelige Danske Løsørefideikommis en beneficio de los futuros monarcas. De este modo, podían disfrutar de los bienes transferidos al fideicomiso sin poseerlos. Por ejemplo, las preciadas perlas de la reina Margarita están en préstamo.

Las fundaciones que rigen el patrimonio real

El pabellón de caza de los royals daneses, donado por el pueblo danés en los años 30 del siglo pasado, está regido por una fundación, cuyos recursos financieros proceden de las explotaciones forestales de la finca. Su objetivo es «preservar la propiedad para que pueda ser utilizada para vacaciones y escapadas de recreo de los miembros de la familia real», según consta en el informe de actividades de la Corona.

La familia real danesa en Suiza. / gtres

Según asegura en la revista 'Billed Bladet' Jesper Olsen, el presidente de la organización Transparencia Internacional Dinamarca, sus conciudadanos se interesan poco por el capital de sus soberanos. «Esto está relacionado con el hecho de que si se compara con la fortuna de los Windsor , sabemos que la diferencia es colosal. La familia real danesa es ciertamente rica, pero no tanto como ellos. Sería como comparar un miniprincipado con un imperio«.

Sin embargo, a sus compatriotas sí les interesó, y mucho, cuando Federico y Mary saltaron a los titulares en 2020 cuando la prensa descubrió su polémico chalet en Verbier (Suiza) , valorado en 2,3 millones de euros, que alquilaron por hasta 8.800 euros a la semana durante casi diez años. Entonces se les acusó de haber dilapidado sus bienes en el extranjero sin informar al Parlamento.

Aparentemente poco preocupado por las críticas, a los pocos meses de subir al trono y gracias a una amplia mayoría en el Parlamento danés, el rey Federico se acaba de embolsar un sustancioso aumento de sueldo de 17,3 millones de coronas danesas más al año, unos 2,3 millones de euros. Esta decisión no ha sentado bien a los daneses, que además han comprobado cómo se han reducido notablemente el número de mecenazgos reales. Esto significa que los reyes gastarán menos dinero, ingresando más.