VENENO PARA LA FUTURA REINA
Pippa Middleton es la mujer en la que más confía la futura reina Kate, pero su estrecha relación quizá deba quedar en el ámbito privado. /
Su deslumbrante aparición en la boda de los príncipes de Gales con un ajustadísimo vestido blanco explica que hoy se llame «hacerse un Pippa Middleton» a robar el protagonismo en cualquier evento. Fue a cuenta de su trasero, entonces más protagonista que ahora que corretea tras tres niños. A sus 40 años recién cumplidos, la hermana y cómplice de la futura reina Kate disfruta las mieles de formar parte de una familia millonaria . También las hieles, en forma del enésimo escándalo sexual que ronda a la familia real británica.
En su soltería, Pippa Middleton trató de buscar un futuro en los medios de comunicación y la organización de eventos, mientras exploraba las posibilidades de la vida social de los cachorros de la élite británica. Evidentemente, la boda de su hermana Kate con el heredero al trono aumentó sus perspectivas y, en 2017, se casó con James Matthews (48 años), financiero, aristócrata e hijo del magnate hotelero David Matthews (79).
Aunque el marido de Pippa Middleton posee ya una fortuna considerable (su fondo de inversión, Eden Rock Capital, lo explica), propiedades y título aún pertenecen a David Matthews, protagonista del escándalo que viene a oscurecer las perspectivas de Pippa. Posee uno de los hoteles de lujo más exclusivos de St. Barths, una casa solariega del siglo XVIII en Nottinghamshire y una gran propiedad en Escocia que incluye casa solariega y título: el Señorío de Glen Affric.
Pippa se ha integrado en la familia Matthews a la perfección y, de hecho, ha continuado como si tal cosa ante el escándalo sexual que, ahora, enfrenta su suegro. De hecho, Pippa ha acudido a varias bodas , la de Hussein y Rajwa en Jordania y la de la influencer Belle Porter y Max Robinson en el lago Como, mientras se sustanciaba la acusación de agresión sexual contra David Matthews que investiga la policía francesa y que ha puesto en un brete a toda la familia.
Pippa y Kate Middleton en la boda de la primera con James Matthews. /
La acusación es grave, aunque lleva años bajo investigación. Una menor de 16 años le acusó de violación en dos ocasiones, en 1998 y 1999, ante las autoridades francesas. En 2018, Matthews negó categóricamente las acusaciones cuando fue arrestado y, tras dar su testimonio, puesto en libertad. Volvió a comparecer, esta vez ante un juez, en 2021, sin que el caso se cerrara.
Ahora, la policía francesa anuncia nueva línea de investigación. El suegro de Pippa Middleton está, desde 2017, en libertad bajo fianza. La cuestión ha vuelto a la actualidad precisamente a propósito de la segunda boda veraniega de Pippa , donde la hermana de la futura reina Kate llevó un bolso con un guiño a su suegro. La prensa británica ha sido concluyente: lo ha interpretado como una muestra de apoyo a los Matthews.
En la boda en el lago Como, el paraje italiano favorito de George y Amal Clooney, Pippa Middleton lució un impactante vestido rojo junto a un 'clutch' de lo más revelador. El bolso de mano, una caja rígida decorada con un paisaje marino con olas, un barquito y la leyenda 'Eden Rock', el nombre del icónico hotel en St. Barths de David Matthews.
Este guiño a su suegro llega en un momento especialmente delicado, pues los Windsor vuelven a estar cuestionados por su apoyo al príncipe Andrés , otro familiar que se ha enfrentado a acusaciones de agresión sexual a menores. Parece que las dos hermanas Middleton está destinadas a lidiar con hombres que no ponen fácil la cuestión de la ejemplaridad. Aunque para Kate el problema sea mucho más grave que para Pippa.
Sea como fuere, Pippa Middleton señala con este tipo de gestos por dónde van los tiros de su futuro y de sus lealtades familiares. Quien pensara que se convertiría en el principal apoyo público de Kate en su camino al trono y una vez coronada puede que tenga que repensar su teoría. Parece que la hermana de la futura reina tiene más interés en cuidar su estatus de millonaria que su cercanía a Buckingham Palace.
Los expertos en realiza británica apuntan a que las hermanas Middleton son uña y carne. De hecho, la corresponsal de la BBC en Buckingham Palace sostiene que «son inseparables» y que su papel como consejera se vuelve cada vez más relevante: «La lista de personas de confianza de Kate se reduce conforme se acerca al trono. Saber que cuentas con una persona que jamás filtrará nada de lo que le cuentes a la prensa es un regalo incalculable para cualquier miembro de la familia real».
Sin duda, una colaboración pública entre ambas hermanas en las labores benéficas que forman parte de la misión de la princesa de Gales sería un bombazo. También que Pippa contara en el séquito más próximo de la futura reina. Sin embargo, los escándalos de los Matthews se lo ponen difícil a Kate Middleton.
Sabedora de que debe apartarse completamente de cualquier polémica que pueda hacer mella en su reputación. Por este motivo, el papel de su hermana podría quedarse en la sombra. La reina, como suele ser norma en las familias reales, estaría sola.
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